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jueves, 14 de mayo de 2009

¡ALERTA! ISTMO, JUCHITÁN, MÉXICO. ANUNCIO DE OLA DE CALOR, PELIGRO POR TOMA DE ANTIPSICÓTICOS, ENTRE OTROS.

Debido a la circulación de una baja presión sobre el sureste del país, que origina fuerte inestabilidad, las temperaturas superiores a los 40º, persisten en la mayor parte de Tehuantepec.
El jefe de la Jurisdicción Sanitaria nº 2, Alfonso Matadamas Jiménez, advirtió que los síndromes causados por el calor se presentan cuando existen temperaturas superiores a los 32º.

Las personas más suceptibles son los niños y ancianos, la gente que toma antipsicóticos, diuréticos y anticolinérgicos.

David Contresas.

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¡Alerta a las mujeres de este Estado, Juchitán en México, que toman ACLIMAFEL, es un potente antipsicótico y sois suceptibles de tener reacciones, aparte de las del medicamento, a causa de la ola de calor.
A todas las mujeres mexicanas, el ACLIMAFEL que os recetan para los sofocos de la menopausia, es un potente antipsicótico y neuroléptico y sus efectos adversos son severos e irreversibles de tipo psiquiátrico y neurológico. Poneros en contacto con vuestros médicos para crear una pauta de desintoxicación que tiene que ser poco a poco porque es una droga tan dura que crea síndrome de abstinencia muy duros.
Salud...

domingo, 3 de mayo de 2009

"A buen entendedor, con pocas palabras, basta". Mª Luisa de México.

Tomé Agreal o Aclimafel durante diez años, me hice dependiente de este medicamento, y ni los diez días que recomiendan suspenderlo lo podía dejar porque me daban ataques de depresión.
Afortunadamente logre dejarlo disminuyendo la dosis poco a poco hasta llegar a 1/8 y apoyándome en medicamentos naturales para reforzar el sistema nervioso.

Las secuelas que me dejo es el temblor en las manos.

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¡Hola Mª Luisa!

Con muy pocas palabras, explicas muy bien la actuación en nuestro sistema nervioso del medicamento Aclimafel/Agreal, Veraliprida/e, de los laboratorios Sanofi-Aventis y distribuído en México por los laboratorios AF y Carnot.

Fuíste disminuyendo la dosis del medicamento porque causa dependencia, como dices, en los intervalos de 10 días entre toma de ciclos no te daba depresión si no síndrome de abstinencia como cualquier adicto y en consecuencia, depresión.

Nos alegramos mucho de que con remedios naturales te hayas ído recuperando, aunque como dices te ha quedado temblor en las manos. Te aconsejamos, desde AGREA-L-UCHADORAS, que tu médico de familia te derive a un neurólogo y que te hagan un PET., o en su lugar, una Resonancia Magnética del cerebro, porque los temblores en las manos es un signo que tiene que ver con los efectos adversos del Aclimafel y es la mejor prueba de poder diagnosticarlo claramente.

Espero que estés en contacto con Emma Vera o Gabriela, como todas las afectadas de México, y les ayudéis con la lucha que llevan para conseguir la retirada y la atención médica que os mereceis.

Esperamos nuevos comentarios tuyos en este Blog, mientras tanto recibe un abrazo de...

AGREA-L-UCHADORAS

Salud...



martes, 14 de abril de 2009

OTRAS VÍCTIMAS FRANCESAS, LILIANE Y NICOLE CUENTAN SU EXPERIENCIA CON EL AGREAL EN EL DIARIO "FRANCE SOIR" Y EN LA TV "FRANCE2" - 09/04/2009 -



Liliane tomó durante 15 años Agreal, con sus 10 dias de descanso entre toma y toma. Los médicos le decían que no sabían lo que le pasaba. En el año 2002 empezó a notar movimientos anormales, temblores, dolores, etc...; en 2005 fue a un neurólogo y este le comentó que todo lo que padecía era a consecuencia del Agreal, tuvo síndrome de abstinencia, tenía ganas de darse contra la pared, dolores, problemas de estómago , aparte de todos los demás síntomas que todas conocemos. La hospitalizaron y le hicieron todo tipo de pruebas, fibroscopia, coloscopia, resonancia magnética, etc...
El asunto lo ha puesto en manos de la justicia, está recopilando documentos y lo hará con otras muchas afectadas de Francia de la Asociación de Ayuda a las Víctimas de Medicamentos (AAAVAM).
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Si entráis en esta otra página :
Podréis ver y escuchar otra víctima del Agreal de Francia, Nicole Lachoux, cuenta como pasó y está pasando su batalla por los efectos adversos del veneno de Sanofi-Aventis. También sale una esbirra de Sanofi-Aventis, Nathalie Billon, diciendo que ellos no tienen culpa. Luego sale dando testimonio el Presidente de la Asociación de Ayuda a las Víctimas de Medicamentos, Georges Alexandre Imbert.
Para ver este vídeo del telediario FRANCE2 TV, os sale abajo a la izquierda de la pantalla un ídice del contenido del informativo, se titula "Danger de l'Agreal", si de esta manera no os sale podéis mover el cursor de desplazamiento de vídeo y ponerlo en el minuto 24'49''.
LAS LUCHADORAS DE AGREAL EN ESPAÑA ENVIAMOS A TODAS LAS AFECTADAS DE AGREAL EN FRANCIA MUCHO CORAJE PARA AFRONTAR TODO LO QUE NOS HA PROVOCADO ESTE VENENO Y LES ANIMAMOS A SEGUIR LUCHANDO Y SI LA JUSTICIA NO NOS RECOMPENSA, IREMOS JUNTAS AL TRIBUNAL DE LOS DERECHOS HUMANOS O AL DE LA HAYA.
GRACIAS LILIANE Y NICOLE POR DIVULGAR VUESTRA EXPERIENCIA Y GRACIAS A CHANTAL POR HACÉRNOSLAS LLEGAR.
FUERZA, VALOR Y CORAJE PARA TODAS LAS AFECTADAS DE AGREAL, ACLIMAFEL, AGRADIL, VERALIGRAL, VERALIGRAL-T, ETC DE TODO EL MUNDO.
LAS "LUCHADORAS DE AGREAL"

Salud...

lunes, 23 de marzo de 2009

Veralipride-Francia


AÑO 1980 Elsevier, Paris, FRANCE VERALIPRIDE.
Enfermedades del sistema nervioso, enfermedades del sistema nervioso central, trastorno cerebral, enfermedad vascular, enfermedad de la piel, enfermedades cardiovasculares, la toxicomanía, síndrome Extrapiramidal. Tratamiento VERALIPRIDE.

AÑO 1985 ESTUDIO en Francia VERALIPRIDE.
Crea DEPENDENCIA la toma de la VERALIPRIDE.

AÑO 1986 ESTUDIO en Francia VERALIPRIDE.
Tardía "blefaroespasmo" después de la retirada VERALIPRIDE.


AÑO 1990 ESTUDIO en Francia Veralipride.
Parkinsonismo durante tratamiento con Veralipride.

AÑO 1993 ESTUDIO en Francia VERALIPRIDE.
SÍNDROMES de ABSTINENCIA después de VERALIPRIDE

COMO ES QUE EXISTIENDO ÉSTOS ESTUDIOS, AUN CON NUESTRAS COMPAÑERAS LUCHADORAS EN FRANCIA ¿SE SEGUÍA AUTORIZANDO Y RECETANDO ESTE "VENENO DE AGREAL-VERALIPRIDE?.


miércoles, 18 de marzo de 2009

AFECTADA POR ACLIMAFEL-AGREAL DE MÉXICO COMENTA EN EL BLOG "DROGUERÍA VIDA"

Comentario leído en el Blog "Droguería Vida" en relación al medicamento Aclimafel (Agreal-Veraliprida) por una afectada de México ( http://www.drogueriavida.com/blog/2008/02/sanofi-aventis-decide-retirar-de-manera.html )


Al Dr. Raúl R. Chavarría Salas
Comisionado de Fomento Sanitario
COFEPRIS.
Presente.
En respuesta a la copia fotostática del Oficio /1OR/024/2009, dirigido a mí, fechada el 28 de enero y entregada en mi domicilio el día 3 de febrero por indicaciones del Lic. Alfaro Hernández, con número de folio 210196293-25 de la Presidencia de la República de México, en el cual solicito “apoyo a fin de que sea retirado del mercado el medicamento ACLIMAFEL de los laboratorios “AF Laboratorios Aplicaciones Farmaceúticas, S.A. de C.V.” filial de Laboratorios Carnot, me permito utilizar este medio, por no contar con el aparato gubernamental de mensajería, y hacer algunas anotaciones a su respuesta de carácter médico.

El Centro Nacional de Farmacovigilancia recibió efectivamente cinco casos que le fueron reportados: el mío que denuncié directamente ante los laboratorios que lo fabrican, quienes a su vez lo reportaron a la COFEPRIS asignándoles el número de Reporte 083300417X7162 del 3 de noviembre del 2008. Tres más se añadieron de personas amigas afectadas, el quinto por Farmacovigilancia del Hospital Médica Sur, institución médica privada de alta calidad, que se ha comprometido en proporcionarles toda la información necesaria recabada para este caso en especial, apoyo que aprovecho para agradecer.

Me he dado a la tarea de enviar por esta vía una Alerta sobre el medicamento ACLIMAFEL (Veraliprida) a Hospitales Privados, Instituciones de Salud, Laboratorios donde realizan Mastografías, Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, OMS, Instituto Nacional de Psiquiatría, Instituto Nacional de Neurología, Instituto Nacional de la Nutrición, Asociaciones de Ginecólogos, Presidencia del DIF, Organizaciones de Mujeres, etc. etc. y hasta la oficina de la Presidencia de la República, aunque esto no sea mi trabajo, ya que para ello existen Comisiones como la suya que son creadas para proteger a los ciudadanos contra los intereses de los grandes Laboratorios.

Habrá que estar conscientes que en este país no existe la cultura de la denuncia ya que no creemos obtener una respuesta positiva de quienes las reciben o por desconocer las vías para hacerlo por falta de información, o bien, por el nulo compromiso social de los médicos que las prescriben, conociendo o no sus efectos.

Las “reacciones” que menciona en su comunicado, por cierto con poca sensibilidad a lo que significa padecerlas durante dos años y medio, son sólo algunas de ellas. Añadiría que afecta también a las emociones, mismas que se generan según tengo entendido en el hipotálamo, se tienen fobias y todas aquéllas que conllevan una depresión resistente que padecí, y que habría que estudiar en los libros que a ella se refieren, para poder entender lo que significa vivirla.

Desconozco lo que quiera decir: “afectan principalmente a la trasmisión dopaminérgica central”, se lo preguntaré a la Dra. Ocampo en mi próxima cita de control.

En dicho comunicado usted advierte “las reacciones de tipo neurológico aparecen durante el tratamiento, mientras las reacciones psiquiátricas aparecen cuando se retira el medicamento al finalizar el tratamiento;………..”. Ignoro que quiera decir usted con esto último, lo que sí puedo afirmar es que al suspender el tratamiento se tienen lo que se denomina síndrome de abstinencia, tal cual si tratase de una droga, con dolores intensos de cabeza y náuseas, que persisten salvo que se cuente con la supervisión médica adecuada, tal como fue mi caso y que puede avalar la Dra. Magdalena Ocampo.

Me pregunto, si usted menciona en su comunicado que “la depresión es una reacción adversa esperada”, al igual que lo reconoció la persona de los laboratorios que lo fabrican en su visita al consultorio de la Dra. Ocampo, no veo porque no se incluye una ADVERTENCIA en el prospecto de la caja que contiene el medicamento y con eso se evitaría que muchas mujeres que de por si padecen el climaterio, sufrieran “las reacciones” antes citadas. Sobra decir que las advertencias existen en un sin número de medicamentos, cuando menos este laboratorio debiera hacerlo saber en la literatura que reparte a los médicos a través de sus representantes, en el Vademecum, en el PLM, en la página web, etc.

Termina usted diciendo que “hasta el momento no se cuenta con información que permita generar una señal de alerta en la población mexicana para ese producto” ¿Cuántas personas que han padecido o que padecen “reacciones” al medicamento se necesitan para tomar la decisión de generar alerta o bien retirarlo del mercado?. En Estados Unidos, en Canadá y en varios países de Europa está prohibido o cuando menos limita el suministrarse máximo por tres meses. Me pregunto: ¿se clasifican por razas las “reacciones”, tenemos que esperar a que nos suceda como en el caso del Vioxx o el Celebrex u otros medicamentos con sustancias activas que han enfermado a millones de personas?. Se podría considerar consultar las experiencias de los demás países para la toma de decisiones, aprovechando las ventajas de vivir en un mundo globalizado.

Me voy a permitir enviarle al Dr. José Angel Córdova Villalobos, Secretario de Salud, el libro “Antes de que lleguen las sombras…” biografía escrita por el Dr. Ricardo Campos Hüttich, mi padre, ( Q.E.P.D.), quien dedicó toda su vida a aportar su trabajo y conocimientos en diferentes ámbitos nacionales e internacionales en favor de la Salud, incluyendo para ello la publicación de 65 libros.

Como termina usted su oficio en copia fotostática, sin otro particular, le envío un cordial saludo,

México, D.F.
UNIÓN DE TODAS LAS AFECTADAS POR ACLIMAFEL EN MÉXICO, PONEROS EN CONTACTO CON EMMA VERACRUZ: afectadasaclimafel@hotmail.com
DESDE ESPAÑA OS APOYAMOS EN LO QUE NECESITÉIS, DOCUMENTACIÓN, ETC.
LAS LUCHADORAS DE AGREAL-ACLIMAFEL NO PARAREMOS HASTA QUE SEAN RECONOCIDOS LOS EFECTOS ADVERSOS DE ESTE VENENO Y PAGUEN TODOS LOS ARTÍCIFES DE ESTA MASACRE QUE COMO DICE MI AMIGA PAQUI, HA SIDO Y ES UNA BOMBA DE RELOJERÍA PARA LA SALUD DE LAS MUJERES DE TODO EL MUNDO.
OS PODÉIS PONER EN CONTACTO CON NOSOTRAS A TRAVÉS DEL CORREO ELECTRÓNICO: agrealluchadoras@yahoo.es
SALUD...
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viernes, 13 de marzo de 2009

DONDE DICE DIGO "DIGO DIEGO" ???? Rafael Maldonado


Département de Pharmacochimie Moléculaire et Structurale
INSERM U266 - URA D 1500
Faculté de Pharmacie - Université René Descartes.
Introducción.
Los opiáceos son compuestos que poseen propiedades farmacológicas de un gran interés terapéutico y han sido ampliamente utilizados en clínica principalmente por sus efectos analgésicos.
Sin embargo, la administración repetida de estos compuestos produce una serie de modificaciones en el organismo que origina el desarrollo de tolerancia a la mayor parte de sus respuestas y fenómenos de dependencia. Estos procesos se desarrollan como consecuencia de los cambios adaptativos a nivel celular y molecular que se producen en el sistema nervioso central en respuesta a la presencia repetida del fármaco, y que persisten durante un largo periodo de tiempo incluso después que la administración de dicha droga es interrumpida. Entre los sistemas neuroquímicos que se encuentran implicados en los fenómenos de dependencia a opiáceos, el propio sistema opioide endógeno desempeña un papel importante realizando un control homólogo de estos procesos. No obstante, otros sistemas aminérgicos y peptidérgicos también juegan un papel predominante en los cambios adaptativos responsables del desarrollo de la tolerancia y la dependencia opiáceos/cea, controlando de esta manera a través de un mecanismo heterólogo, diferente del sistema opioide, la respuesta del organismo.
Mecanismos homólogos implicados en la dependencia a opiáceos.
Una primera hipótesis para explicar la implicación del sistema opioide endógeno en el desarrollo de la dependencia opiácea sugerir la existencia de una disminución en el número y/o afinidad de los receptores opioides en respuesta a la presencia continua del fármaco. Este fenómeno ha sido claramente observado tras la administración de agonistas opioides en cultivos celulares que poseen dichos receptores (Law et al., 1982; 1984). Sin embargo, este proceso se observa raramente en los estudios realizados en vivo (Chang et al., 1982; Law et al., 1984; Puttfarcken and Cox, 1989; Zadina et al;, 1992). Además, en las escasas ocasiones en las que se obtuvo esta subsensibilización en vivo resulta difícil relacionarla con el desarrollo de la tolerancia y la dependencia, pues aparece de una manera muy limitada en algunas estructuras cerebrales y tan solo tras ciertas condiciones particulares de tratamiento opiáceo Werling et al., 1989; Morris and Herz, 1989; Rothman et al., 1992).
Una segunda hipótesis para explicar la implicación del sistema opioide endógeno está basada en los efectos de la administración crónica de opiáceos sobre la biosíntesis de péptidos opioides. Según esta teoría durante el desarrollo de la tolerancia y la dependencia opiácea se generarán ciertos fragmentos peptídicos a partir de los propios precursores de los péptidos opioides endógenos que poseerán propiedades opuestas a los opioides. Estos fragmentos peptídicos disminuirán las respuestas farmacológicas de los opiáceos y participarán en la expresión de la dependencia (Hammonds et al., 1984; Nicolas et al., 1984; Bronstein et al., 1990).
No obstante, los cambios producidos a nivel del propio receptor opioide o de la síntesis y degradación de los péptidos opioides endógenos no parecen tener una relevancia importante en los procesos de tolerancia y dependencia. En efecto, los fenómenos adaptativos que se producen en el sistema opioide endógeno durante el desarrollo de la dependencia opiácea tienen lugar predominantemente a nivel de los sistemas de segundo mensajero acoplados al receptor opioide, incluyendo entre otros las proteínas G y diversos enzimas transmembranarios e intracelulares (Nestler et al., 1992). Así, la activación de los receptores opioides produce a través de su interacción con una proteína G la inhibición de un enzima transmembranario, la adenil-ciclasa, responsable de catalizar la síntesis de AMPc. La inhibición de este enzima es el punto de partida de toda una cascada de acontecimientos intracelulares que incluyen la inhibición de enzimas proteína kinasas y de la fosforilación de múltiples proteínas citroplasmáticas y nucleares que son el substrato de dichas kinasas. El efecto inhibitorio crónico producido por la presencia continuada del opiáceo induce una hipertrofia compensatoria que afecta a la mayor parte de estos mensajeros intracelulares ligados a los receptores opioides (Collier, 1980; Nestler et al., 1992). Diversos estudios han mostrado que estos cambios en los sistemas de mensajeros son en parte responsables de la aparición de los fenómenos de tolerancia y dependencia opiácea (Nestler et al., 1992).
Las primeras observaciones acerca de una activación del sistema AMPc durante la abstinencia opiácea fueron realizadas a partir de estudios sobre cultivos de células híbridas de neuroblasto-ma/glioma NG 108-15 (Sharma et al., 1975). Un incremento en los niveles de AMPc (Collier and Francis, 1975), así como en la actividad proteín kinasa (Clark et al., 1972) también fue inicialmente observada en el cerebro durante la abstinencia a opiáceos. Estudios posteriores han evaluado las estructuras cerebrales que se encuentran específicamente implicadas en estos cambios adaptativos. La dependencia opiácea produce una hipertrofia del sistema ligado al AMPc principalmente a nivel del locus coeruleus donde se observan modificaciones compensatorias en las proteínas G (Nestler et al., 1989) y en las actividades adenil ciclasa y proteín kinasa (Nestler and Tallman, 1988). Algunas de estas modificaciones también pudieron ser observadas en otras estructuras, como el núcleo accumbens (Terwilliger et al., 1991) y el estriado (Matthes et al., 1996). En el locus coeruleus, también se encontraron modificaciones compensatorias a nivel de diferentes proteínas que resultan fosforiladas por las proteín kinasas, incluyendo proteínas citoplasmáticas, proteínas del citoesqueleto que controlan la talla y la forma de las neuronas, y factores de transcripción que regulan la expresión genémica de la célula (Nestler et al., 1992).
Los cambios producidos a nivel de estos factores de transcripción resultan de gran importancia para la expresión de la dependencia, como será expuesto más adelante (Maldonado et al., 1996).
Sin embargo, este conjunto de fenómenos adaptativos que se producen a nivel del propio sistema opioide endógeno no es suficiente para explicar completamente el desarrollo de la dependencia. En efecto, si la dependencia fuera producida exclusivamente por las modificaciones en el sistema opioide endógeno, sería difícil explicar la completa incapacidad de los antagonistas opioides, tales como la naloxona, de desencadenar manifestaciones de abstinencia en animales que no han recibido un tratamiento opioide. También resulta incompatible con una implicación exclusiva de los mecanismos homólogos el hecho que las dosis de naloxona requeridas para desencadenar un síndrome de abstinencia disminuyan a medida que el grado de dependencia opiácea se ve incrementado (Wei et al., 1973; Schulteis et al., 1994). Estas y otras consideraciones condujeron a postular la hipótesis de la participación de mecanismos heterólogos en el desarrollo de la tolerancia y la dependencia opiácea (Koob and Bloom, 1988). Según esta teoría, la administración crónica de opiáceos produciría modificaciones no solo en el sistema opioide endógeno, sino también en otros sistemas de neurotransmisión diferentes que serían así mismo responsables de las respuestas adaptativas que conducen al desarrollo de estos fenómenos.
Mecanismos heterólogos implicados en la dependencia a opiáceos.
La participación de numerosos sistemas neuroquímicos diferentes del sistema opioide ha sido propuesta para explicar la regulación heteróloga de los procesos de dependencia a opiáceos. Así, diversos cambios han sido descritos durante el desarrollo de esta dependencia sobre todo a nivel de los sistemas dopaminérgico, noradrenérgico, serotonérgico, colinérgico, GABA_rgico y peptidérgicos. Sería difícil hacer una recopilación de todos estos mecanismos, por ello en esta sección tan solo se describirán someramente los cambios producidos a nivel de los sistemas catecolaminérgicos. Los dos principales sistemas catecolaminérgicos cerebrales, noradrenérgico y dopaminérgico, han sido ampliamente estudiados en estos procesos debido a su participación en la expresión de la dependencia opiácea (Maldonado, 1997).
Los primeros estudios que evaluaron el contenido total de noradrenalina y sus metabolitos en el sistema nervioso central sugirieron la existencia de un rápido incremento en la liberación de noradrenalina durante la abstinencia opiácea (Voght et al., 1954; Gunne, 1963; Redmond et al., 1972). Esta hipótesis se ha visto recientemente confirmada gracias a estudios de microdiálisis en vivo que han permitido medir directamente a nivel del espacio extracelular la liberación de noradrenalina en diversas estructuras cerebrales. Con el uso de estas técnicas se ha comprobado que el síndrome de abstinencia opiáceo produce un incremento en la liberación de noradrenalina a nivel del cortex (Rossetti et al., 1993) y del hipocampo (Done et al., 1992; Silverstone et al., 1993), el cual se encuentra bien correlacionado con la evolución de la severidad de la expresión comportamental de la abstinencia (Rossetti et al., 1993). Los estudios realizados para evaluar el contenido total de dopamina y sus metabolitos en el sistema nervioso durante la dependencia opiácea no permitieron proveer argumentos sólidos para sugerir su implicación en estos procesos (Gunne, 1963; Nakamura et al., 1972; Iwamoto et al., 1973). No obstante, la utilización de técnicas de microdiálisis in vivo ha permitido revelar importantes modificaciones en este sistema de neurotransmisión durante el desarrollo de la dependencia. En términos generales, los cambios en la liberación de dopamina observados en estos casos van en sentido opuesto a los descritos en el sistema noradrenérgico. Así, durante el síndrome de abstinencia opiácea se produce una profunda disminución en la liberación de dopamina a nivel del sistema mesolímbico (Acquas y DiChiara, 1992; Rossetti et al., 1992; 1993). Esta disminución persistirá durante al menos 7 días después de la retirada de la droga (Rossetti et al., 1992), y se ha pensado que pueda estar relacionada con el estado de disforia que caracteriza la abstinencia (Rossetti et al., 1992; 1993). No obstante, este conjunto de mecanismos homólogos y heterólogos no funciona de una manera independiente sino que se integra en unos sistemas neuronales comunes para dar lugar a una respuesta única de todo el organismo. Una estructura cerebral que puede servir como buen modelo para explicar la integración de estos mecanismos homólogos y heterólogos es el locus coeruleus. Este núcleo es el principal origen de las fibras noradrenérgicas en el cerebro y posee una alta densidad tanto de receptores opioides como de receptores adrenégicos (Moore and Bloom, 1979). El locus coeruleus parece ser además la principal estructura implicada en la expresión de la dependencia física a los opiáceos (Aghajanian et al., 1978; Maldonado et al., 1992; Maldonado y Koob, 1993), y presenta una gran hiperactividad neuronal durante la abstinencia que está directamente relacionada con las manifestaciones físicas de dicho síndrome (Rasmussen et al., 1990). Esta activación del locus coeruleus durante la abstinencia es debida a la combinación de diversos mecanismos. Por una parte, existen fenómenos intrínsecos en el propio locus coeruleus representados por los cambios adaptativos que se producen durante la administración crónica de opiáceos en el conjunto de mensajeros dependientes del AMPc (Nestler et al., 1992).
Así, el incremento de las actividades adenil ciclasa y proteín kinasa que se produce durante la dependencia, como previamente se explicó, contribuye directamente al aumento de la excitabilidad eléctrica de las neuronas del locus coeruleus en el momento de la abstinencia (Rasmussen et al., 1990). Sin embargo, existen también factores extrínsecos a esta estructura que participan en su activación. En efecto, el núcleo para gigantocelularis proyecta fibras glutamatérgicas de carácter excitatorio al locus coeruleus (Ennis y Aston-Jones, 1988). Durante la abstinencia se observa un incremento en la liberación de neurotransmisores excitatorios procedentes de dicho núcleo paragigantocellularis (Rasmussen y Aghajanian, 1989; Akaoka y Aston-Jones, 1991). Este aumento en la actividad de las aferencias excitatorias se acompaña de un incremento en la sensibilidad de las neuronas del locus coeruleus a dichos transmisores como consecuencia de los cambios intrínsecos ocurridos en esta estructura. La unión de ambos mecanismos es responsable de la hiperactividad noradrenérgica observada durante la abstinencia (Maldonado, 1997).
Por otra parte, los cambios de la actividad dopaminérgica observados a nivel del sistema mesolímbico también podrían estar relacionados, al menos en parte, con las modificaciones que acaban de ser descritas a nivel del sistema noradrenérgico. Así, las neuronas dopaminérgicas del sistema mesolímbico reciben conexiones noradrenérgicas de carácter inhibitorio (Bunney y Aghajanian, 1976). En consecuencia, el incremento de la actividad noradrenérgica producido por la activación del locus coeruleus podría facilitar la llegada de estímulos inhibitorios a través de estas conexiones, y disminuir con ello la liberación de dopamina en las estructuras mesolímbicas (Rossetti et al., 1993).
Recientes avances en el estudio de la dependencia opiácea mediante el empleo de animales mutantes.
Gracias a los avances en las técnicas de Biología Molecular, ha sido recientemente posible la generación de una serie de líneas de ratones mutantes deficientes en genes que codifican por determinados receptores o mensajeros intracelulares. La utilización de dichos animales ha permitido importantes avances en el estudio del substrato biológico de la dependencia opiácea. Así, mediante el empleo de técnicas de recombinación homóloga se han conseguido ratones en los que se han suprimido los genes responsables de la expresión de ciertos receptores opioides (receptores mu), monoaminérgicos (receptores dopaminérgicos D2), o de factores de transcripción relacionados con las respuestas intracelulares de los opiáceos (CREB : cAMP-responsive element-binding protein).
El empleo de ratones mutantes deficientes en el gen que codifica el receptor opioide no ha permitido clarificar su papel en la dependencia opiácea (Matthes et al., 1996). Las respuestas analgésicas inducidas por la administración aguda de morfina resultaron completamente abolidas en esta línea de ratones mutantes. La morfina tampoco mostró propiedades reforzantes tras su administración repetida en dichos ratones. Estos efectos reforzantes de los opiáceos se encuentran íntimamente ligados a su capacidad para inducir el componente psíquico de la dependencia (Koob y LeMoal, 1997). Por otra parte, el tratamiento crónico con morfina no desarrolló ninguna manifestación comportamental (signos somáticos y vegetativos de la abstinencia) ni bioquímica (elevación de la actividad adenil-ciclasa en el estriado) de dependencia opiácea en ratones deficientes en dichos receptores. Así pues, estos receptores opioides mu resultan imprescindibles no solo para el desarrollo de la dependencia morfínica, sino también para la expresión de las principales respuestas farmacológicas inducidas por este opiáceo.
La participación de los factores de transcripción ha sido estudiada mediante el empleo de ratones mutantes deficientes en el factor CREB. La eliminación del gen que codifica el factor de transcripción CREB (Hummler et al., 1994) no modificó las respuestas farmacológicas inducidas por la administración aguda de morfina, en particular la actividad analgésica. En contraste, los efectos producidos por la administración crónica de opiáceos se vieron fuertemente perturbados (Maldonado et al., 1996). Así, el desarrollo de la tolerancia a la actividad analgésica de la morfina se vio disminuída, y también se observó una reducción en la expresión de los signos somáticos y vegetativos de la abstinencia opiácea. Sin embargo, ciertas manifestaciones bioquímicas asociadas a dicha abstinencia no resultaron modificadas por la supresión de CREB. En efecto, durante la abstinencia se observa un incremento en la expresión de los genes precoces, c-FOS y c-JUN, en ciertas estructuras cerebrales como el locus coeruleus y el sistema límbico. La expresión de estos genes precoces y el incremento en la actividad del enzima adenil-ciclasa producido durante la abstinencia opiácea no resultaron modificados en los animales mutantes. El factor de transcripción CREB desempeña pues un papel importante en las manifestaciones comportamentales de la abstinencia, aunque no parece participar en los efectos analgésicos producidos por la administración aguda de morfina. Los resultados bioquímicos sugieren que el mecanismo por el cual CREB participa en los procesos de dependencia parece ser independiente de los mensajeros ligados al AMPc. Los sistemas intracelulares que participan en dicho mecanismo no han sido identificados y su conocimiento ayudará sin duda a esclarecer el substrato biológico de la dependencia opiácea.
La participación de ciertos mecanismos heterólogos, en particular del sistema dopaminérgico, también ha podido ser evaluada gracias al empleo de ratones mutantes. Así, los efectos producidos por el tratamiento agudo y crónico con morfina fueron investigados en ratones mutantes deficientes en receptores dopaminérgicos D2 (Maldonado et al., 1997), que han sido recientemente generados mediante la técnica de recombinación homóloga (Baik et al., 1995). La supresión de los receptores dopaminérgicos D2 no modifica las respuestas analgésicas y motoras inducidas por la administración aguda de morfina, ni el desarrollo de la dependencia física tras el tratamiento crónico con opiáceos‡ceos. Sin embargo, los efectos reforzantes producidos por la morfina resultaron completamente abolidos en dichos animales mutantes. Así pues, los receptores dopaminérgicos D2 están selectivamente implicados en las propiedades reforzantes de los opiáceos y no parecen desempeñar un papel importante en otras respuestas agudas o crónicas inducidas por estas drogas.
Inhibidores del catabolismo de las encefalinas: una nueva perspectiva en el tratamiento de la dependencia a opiáceos.
Por último se resumirán los estudios recientemente realizados con una nueva familia de compuestos, los inhibidores del catabolismo de las encefalinas, que podrían representar una nueva posibilidad terapéutica dentro del marco de la dependencia a opiáceos. En efecto, el descubrimiento en los a los 70 de los péptidos opioides endógenos, Met-encefalina y Leu-encefalina (Hughes et al., 1975), abrir una perspectiva terapéutica interesante, pues se pensó que al ser productos endógenos presentarían menos efectos indeseables que los opiáceos clásicos. No obstante pronto se observó que la administración de estos péptidos producía los mismos efectos indeseables que los inducidos tras la administración de otros opiáceos (Wei et al., 1981). Por otra parte, las acciones farmacológicas obtenidas tras la administración de las encefalinas en el animal de experimentación es relativamente débil y de muy corta duración. Ello es debido a la rápida inactivación de estos péptidos a través de un mecanismo de degradación enzimática en el que participan dos enzimas, la endopeptidasa neutra, también denominada encefalinasa (Kerr y Kenny, 1974), y la aminopeptidasa N (Knight y Klee, 1978). Dicho mecanismo es sumamente eficaz, y hace que más del 80-90 % de la cantidad de encefalinas administrada directamente en el cerebro de la rata resulte degradada en tan solo unos segundos (Meek et al., 1977).
El estudio de este mecanismo de inactivación enzimática ha permitido desarrollar una nueva estrategia para activar el sistema opioide, que consiste en proteger los péptidos opioides endógenos de su degradación mediante la utilización de inhibidores de dichos enzimas (Roques et al., 1993). Estos inhibidores enzimáticos producen sus efectos al incrementar los niveles extracelulares de los péptidos opioides endógenos que son liberados en la hendidura sinóptica. En consecuencia, esta respuesta será mucho más fisiológica que la obtenida tras la administración exógena de opiáceos ya que es inducida por los propios péptidos opioides endógenos y tan solo en aquellas estructuras en las que éstos están presentes. En este sentido, ciertas estructuras cerebrales poseen una liberación técnica de encefalinas, mientras que en otras, esta liberación se produce tan solo cuando es evocada por determinados estímulos. Evidentemente estos inhibidores enzimáticos activarán los receptores opioides tan solo en aquellas estructuras en las que exista en ese momento preciso una liberación fisiológica de encefalinas. Con ello se evita una activación generalizada de todo el sistema opioide y se consigue reducir ciertos efectos secundarios asociados a la administración de opiáceos.
Diversos estudios han mostrado que los inhibidores del catabolismo de las encefalinas son capaces de disminuir la severidad del síndrome de abstinencia opiáceo. La administración a nivel cerebral de inhibidores específicos de la endopeptidasa neutra, tales como el tiorfán o el fosforamidón, disminuye la expresión de la de abstinencia opiácea en ratas (Dzoljic et al., 1986; Haffmans y Dzoljic, 1987; Maldonado et al., 1989). Dicha abstinencia resultó también reducida tras la administración periférica de acetorfán, prodroga del tiorfán, (Livington et al., 1988) así como del inhibidor selectivo de la endopeptidasa neutra SCH 34828 (Dzoljic et al., 1992). Sin embargo, el efecto de estos inhibidores selectivos de un solo enzima fue bastante limitado y muchos signos permanecieron sin modificar. Esto parece ser debido a que el bloqueo de tan solo uno de los dos enzimas implicados en la degradación de las encefalinas produce únicamente una protección parcial de estos péptidos endógenos.
Para evitar este inconveniente, se diseñaron inhibidores mixtos capaces de bloquear al mismo tiempo ambas actividades enzimáticas (Roques et al., 1993). El primer compuesto que fue diseñado con tales características fue el kelatorfán, cuyos efectos bioquímicos y farmacológicos fueron considerablemente más intensos que los inducidos por los inhibidores selectivos (Fournié-Zaluski et al., 1984). El mismo tipo de resultado fue observado a nivel de la dependencia opiácea. En efecto, una inhibición más intensa de la abstinencia se observó tras la administración intracerebroventricular de inhibidores completos del catabolismo de las encefalinas como el kelatorfán o el RB 38 A (Maldonado et al., 1989). Dichos compuestos prácticamente abolieron la expresión de la abstinencia opiácea cuando fueron administrados localmente a nivel de la substancia gris periaqueductal (Maldonado et al., 1992a), una de las estructuras cerebrales más directamente implicadas en la manifestación de la dependencia física a los opiáceos (Maldonado et al., 1992b). A pesar de su potencia farmacológica, la utilización de estos primeros inhibidores mixtos estaba limitada debido a sus propiedades altamente hidrofílicas que dificultan considerablemente el paso de la barrera hemato-encefálica y que obligaba a administrar dichos compuestos por vía central.
Recientemente ha sido sintetizado un potente inhibidor mixto con capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica. Dicho compuesto, llamado RB 101 (Fournié-Zaluski et al., 1992), presenta una importante actividad analgésica tras su administración periférica, comparable a la inducida por la morfina (Noble et al., 1992). La posibilidad de obtener una potente respuesta farmacológica tras la administración por vía sistémica de este nuevo inhibidor enzimático representa una gran ventaja desde un punto de vista de su posible aplicación terapéutica. Estudios recientes han mostrado que la administración periférica de RB 101 disminuye de una manera considerable las manifestaciones de la abstinencia opiácea, tanto cuando esta fue desencadenada por la administración de un antagonista (Maldonado et al., 1995) como en el caso de la abstinencia espontánea (Ruiz et al., 1996). Las acciones sobre la abstinencia opiácea de este inhibidor enzimático pudieron ser facilitadas actuando a través de un sistema heterólogo. En efecto, el sistema colecistoquinérgico endógeno se ha mostrado ser capaz de modular las respuestas mediadas por la activación de los receptores opioides. Así, la administración de morfina provoca un incremento de los niveles endógenos de CCK-8, que a su vez inhibe la liberación de opioides endógenos al actuar sobre los receptores CCK-B (Faris et al., 1986). El bloqueo de estos receptores CCK-B es capaz de facilitar ciertas respuestas bioquímicas y farmacológicas de los opiáceos, como es el caso de los efectos analgésicos (Faris et al., 1986; Wank et al., 1992; Maldonado et al., 1993). Este mismo efecto facilitatorio ha sido observado en el caso de la dependencia opiácea. Así, la administración de antagonistas de los receptores CCK-B, que no indujeron ningún efecto sobre el síndrome de abstinencia opiáceo cuando fueron administrados solos, facilitaron considerablemente los efectos del RB 101 sobre la abstinencia (Maldonado et al., 1995). En consecuencia, la administración de un inhibidor del catabolismo de las encefalinas, como el RB 101, aceleraría la liberación de la CCK-8 formando un retrocontrol negativo. El bloqueo de este control negativo induciría un incremento del efecto opioide. No obstante, este efecto facilitatorio de los antagonistas CCK-B no se observó en ciertas condiciones particulares, como cuando el síndrome de abstinencia espontáneo fue de grado moderado (Ruiz et al., 1996).
Estos resultados proporcionan unas perspectivas clínicas interesantes, ya que se observa un potente efecto del RB 101 inhibiendo la expresión del síndrome de abstinencia a opiáceos que es potencializado por los antagonistas CCK-B. Las posibles perspectivas terapéuticas vienen también apoyadas por la falta de efectos secundarios tras la administración crónica del RB 101, a diferencia de lo que ocurre en el caso de la administración repetida de agonistas opiáceos clásicos como la morfina (Roques et al., 1993). Así pues, la asociación de un inhibidor de la degradación de las encefalinas y un antagonista CCK-B puede representar en un futuro una nueva alternativa a la metadona en los programas de mantenimiento de sujetos toxicómanos.

SÍ COMPAÑERAS "LUCHADORAS DEL AGREAL", EL DR. MALDONADO HA SIDO EL QUE HA DEFENDIDO A LOS LABORATORIOS SANOFI-AVENTIS EN LOS JUICIOS CELEBRADOS EN BARCELONA.

lunes, 2 de marzo de 2009

SNM. SÍNDROME NEUROLÉPTICO MALIGNO
















Palabras clave: síndrome neuroléptico maligno, agentes antipsicóticos, dopamina, músculo esquelético, rigidez muscular.
La dopamina tiene cuatro vías de acción central: nigroestriada, meso límbica, mesocortical y tubero infundibular o hipotalámica-hipofi siaria. El agudo bloqueo de las vías nigroestriada e hipotalámica produce los signos y síntomas del SNM. Estos incluyen características de parkinsonismo, como rigidez y temblor, y disfunción autonómica, manifestada como hipertermia e inestabilidad en los parámetros cardiovasculares y respiratorios.
A través de la vía mesocortical y tuberoinfundibular, la dopamina desempeña un papel importante en la termorregulación central. En condiciones normales, la serotonina estimula la producción de calor en el hipotálamo y la dopamina inhibe esta regulación. El hipotálamo integra la información de las aferencias termosensitivas y coordina la información de las respuestas termoefectoras por medio de la modulación dopaminérgica del sistema nervioso simpático preganglionar.
De esta forma, cualquier alteración en las concentraciones de la dopamina central, ya sea por una drástica disminución o un bloqueo, como ocurre con el uso de neurolépticos y antieméticos, o por la suspensión abrupta de agentes dopaminérgicos, sobre todo en pacientes con enfermedad de Parkinson, con cambio a un agonista diferente o variación abrupta de la dosis de uno o más de estos medicamentos, hace que se pierda la inhibición sobre la producción de calor generada por la serotonina y que se produzca la hipertermia.
Cuando disminuyen abruptamente las concentraciones de dopamina en el sistema nervioso central, hay una disrupción de los impulsos inhibitorios de la corteza prefrontal hacia el hipotálamo, lo que altera la regulación del sistema nervioso simpático, con una hiperactividad no controlada, y, por lo tanto, se da una excesiva estimulación de órganos por componentes del sistema nervioso autónomo, como vasomotor, sudomotor, inotrópico, termogénico y otros.
Las manifestaciones de la alteración y de la hiperactividad del sistema nervioso simpático incluyen una inefectiva disipación del calor, relacionada con el desequilibrio en la regulación de la actividad vasomotora y sudomotora
;
fluctuaciones en el tono vasomotor, que altera la tensión arterial; rubefacción y palidez; granulocitosis e incontinencia urinaria; incremento en el metabolismo del músculo y su tono, por aumento intracelular de calcio y, por lo tanto, aumento en las concentraciones de creatina-cinasa; incremento en la termogenia mitocondrial, por desacoplamiento de la fosforilación oxidativa, y síntomas motores extrapiramidales, por la disminución de dopamina gangliobasal.
Se ha demostrado que los neurolépticos inhiben el complejo enzimático mitocondrial 1, que altera el efecto muscular de forma directa. La posible patogenia radica en que el metabolismo aeróbico se disminuye por la intensa rigidez y las repetidas contracciones, por lo que se inicia la glucogenólisis, que lleva a la movilización de ácidos grasos libres. Cuando esto termina, la integridad de la membrana del miocito se altera y hace que el calcio entre intensamente en el retículo sarcoplásmico. Así ocurre el edema de la fi bra, al tiempo, que se acumulan iones de calcio en la mitocondria, que activan proteasas y llevan a la necrosis (7).
Estas alteraciones finalmente terminan en hipertermia, rigidez y radbomiólisis. La inherente autonomía de estos circuitos permite que estos efectos se produzcan independientemente el uno del otro, pero pueden interactuar y desestabilizar los sistemas homeostáticos y hemodinámicos, así como desencadenar las características clínicas del SNM. Asociado con esto, la hiperactivación del sistema nervioso simpático involucra la expresión de altas concentraciones de catecolaminas suprarrenales, que contribuye al curso impredecible y fluctuante de las características clínicas del SNM (5).
En pacientes perioperatorios, el SNM puede ocurrir por cambios en los receptores, disminución de la absorción sistémica, alteración del metabolismo o factores externos, como la pérdida de la disponibilidad de la droga en el hospital o la inestabilidad en la toma de medicamentos orales, además de la enfermedad sistémica concomitante, que predispone aún más al SNM .
Funcionalmente, el alelo A1 se asocia con la disminución de la actividad dopaminérgica y la reducción del metabolismo de la glucosa en regiones cerebrales con abundantes receptores de dopamina. Esto sugiere la posibilidad de que portadores de A1 muestran un alto bloqueo de DRD2 por drogas neurolépticas y son más propensos a desarrollar SNM, que los no portadores. Este riesgo podría ser de 10,5 veces más que los no portadores.

Inicialmente se pensaba que la aparición del SNM estaba exclusivamente asociada con el uso de neurolépticos (entre ellos los típicos, en especial los de alta potencia como las butirofenonas); sin embargo, a través del tiempo se han ido reportando diferentes medicamentos y sustancias que también producen el síndrome, y no sólo su uso, sino en algunos casos su suspensión abrupta, el cambio en las dosis o la asociación con otros medicamentos.
De esta forma, las siguientes son las formas conocidas de producción del SNM: (a) administración de agentes bloqueadores de los receptores dopaminérgicos centrales
(b) retiro súbito de agentes dopaminérgicos, (c) sobredosis de medicamentos y (d) otros.
Administración de agentes bloqueadores de los receptores dopaminérgicos centrales
1. Dentro de este grupo se encuentran los antipsicóticos tanto típicos como atípicos. En una revisión de casos, Sachdev muestra la existencia de reportes de 30 casos de SNM con el uso de clozapina, 26 casos con risperidona, 8 casos con olanzapina y un reporte de caso con quetiapina y otro con aripiprazol.
La incidencia reportada para SNM con antipsicóticos típicos es del 0,2%, que no sería diferente de la de los atípicos, por lo que probablemente no habría una diferencia en usar cualquiera de los dos medicamentos. Sin embargo, el riesgo de recurrencia del SNM puede ser del 30% con típicos, y del 0,2% con atípicos.
2. Agentes antieméticos: proclorperazina, prometazina, droperidol y metoclopramida (1).
3. Medicamentos utilizados para el manejo de la enfermedad de Huntington: metiltirosina y tetrabenazina, que disminuyen las catecolaminas centrales (1).
Retiro súbito de agentes dopaminérgicos
Medicamentos utilizados para en manejo de la enfermedad de Parkinson: precursores de dopamina, como levodopa; combinaciones con carbidopa, como carbidopa/levodopa; agentes que aumentan la dopamina, como amantadina; agonistas dopaminérgicos, como bromocriptina, pergolide, ropinirole, pramipexole, carbegoline y apomorfi na; además de inhibidores de la catecol- O-metil transferasa (COMT), como entacapone y tolcapone (4,22).
Sobredosis de medicamentos
Rara vez se ha documentado SNM en sobredosis de citalopram, inhibidores de la monoamino oxidasa, anfetaminas, cocaína, 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA), comúnmente llamada como éxtasis, loxapina, diatrizoato, epinefrina y litio.
Otros
Existen reportes de casos de SNM asociados con anticonvulsivos como la fenitoína y el ácido valproico (23- 24). Así mismo, con la suspensión abrupta de medicamentos anticolinérgicos y el uso de perospirona (antagonista de dopamina y serotonina y agonista parcial 5 HT1A) (25).
Factores de riesgo
Existen diferentes factores de riesgo asociados con la presentación del SNM:
(a) uso de neurolépticos, (b) demográficos, (c) metabólicos, (d) patologías psiquiátricas, (e) alteraciones orgánicas-cerebrales y (f) genéticos.
Factores asociados con el uso de neurolépticos
• Altas dosis.
• Rápido incremento de la dosis (por ejemplo, en cinco días)
.
• Administración parenteral de las drogas (por ejemplo, intramuscular).
• Uso simultáneo de dos o más neurolépticos (1,22).
• Cambio de antipsicótico (2).
• Uso concomitante con litio (23).
El uso de antipsicóticos de depósito como la flufenazina, como riesgo de SNM, permanece controversial, por su poca tasa de absorción; sin embargo, el cuadro clínico puede darse uno o dos meses después de su inicio, a diferencia de los agentes orales, en los que el inicio es, en general, a los diez o veinte días (1,22).
Factores demográficos
Determinar el rol de la edad es difícil, ya que el SNM ha sido visto en todos los grupos de edad, entre ellos el de los niños. Sin embargo, se ha diversos estudios han señalado que los adolescentes o adultos jóvenes, especialmente hombres, tienen mayores reportes que las mujeres y la población geriátrica (1). El antecedente de SNM predispone a su nueva aparición.
Epidemiología
La incidencia del SNM se estima entre un 0,2% y un 3,23% de pacientes que reciben neurolépticos (1). Esta amplia variación se da por sus diferencias en los criterios diagnósticos y de acuerdo con la frecuencia de los factores de riesgo. El SNM se ha reportado en pacientes de todas las edades, aun cuando es dos veces más frecuente entre los 20 y los 50 años de edad, y levemente mayor en los hombres (23).
La mortalidad por SNM ha disminuido de un 25% en 1984 a 11,6% después de este año. El rango de duración después de la suspensión del antipsicótico es de dos semanas (7). Cerca del 30% desarrollan complicaciones durante este tiempo. En niños y adolescentes, la muerte se ha reportado entre un 9% y un 20%, con complicaciones médicas adicionales. Las secuelas después de su recuperación son del 3,33% y hasta un 10% persistentes. Caroff ha descrito cinco casos de estados catatónicos residuales en 27 casos de SNM. La incidencia de estos casos prolongados es desconocida (24).
Características clínicas
Típicamente, el SNM ocurre entre las 24 y las 72 horas, pero puede darse en otro momento. Es raro que ocurra después de dos semanas de la exposición al neuroléptico, excepto en casos de uno de antipsicóticos de depósito. En casos no complicados, el curso es entre siete y diez días, mientras en casos de antipsicóticos de depósito, puede durar hasta un mes, por su mayor tiempo de eliminación. Las cuatro características que defi nen el SNM son: (i) síntomas motores, (ii) alteración del estado de conciencia, (iii) hipertermia e (iv) inestabilidad autonómica.
Síntomas motores
La rigidez puede ir desde el rango de la hipertonicidad muscular hasta la rigidez severa. La característica motora es la rigidez, descrita como “rigidez en tubo de plomo”, por el incremento en el tono muscular con resistencia al movimiento pasivo. A esto se puede superponer un temblor, pero típicamente se presenta sola.
Los hallazgos parkinsonianos son comunes, pero otros movimientos también pueden estar presentes. La disfunción neurológica incluye temblores, reflejos anormales, bradicinesia (enlentecimiento del movimiento), corea, distonías (incluye opistótonos, trismos, blefaroespasmos o crisis oculógiras), nistagmo, disfagia, disartria, afonía y convulsiones (23).
Un estudio de caso reportó la rigidez en el 91% de lo pacientes, y estuvo precedido en un 59% de hipertermia. Otro estudio reportó rigidez en el 96% de los pacientes. Otras alteraciones motoras incluyen acinesia (ausencia de movimiento) o bradicinesia; estas características combinadas con la rigidez constituyen el fenotipo parkinsoniano. La distonía, el mutismo, la disartria y algunas veces movimientos involuntarios también pueden ser vistos. La grave rigidez muscular puede llevar a una disminución en la expansión de la pared torácica con hipoventilación y taquipnea e infección pulmonar secundaria (3).
Alteración del estado de conciencia Los cambios en el estado mental van en el rango de la confusión, delírium y estupor a coma. Algunos casos reportan agitación catatónica y estupor (1,23).
Hipertermia
Típicamente, se presenta una fiebre mayor de 38,5 grados centígrados y algunas veces esta excede los 41 grados. La mayoría de investigaciones requieren hipertermia para el diagnóstico del SNM; sin embargo, hay pocos casos donde no se reporta fiebre.
Inestabilidad autonómica
La disfunción autonómica se manifiesta con hipertensión, hipotensión postural y variabilidad en la tensión arterial, taquicardia, taquipnea, sialorrea, diaforesis, palidez e incontinencia urinaria (23). La diaforesis es común en el SNM (50%-100%) y está directamente asociada con la estimulación del sistema nervioso simpático, más que por la circulación de catecolaminas. Finalmente, esta hiperhidrosis lleva a la deshidratación que contribuye con la hipertermia. La taquicardia y taquipnea reflejan un estado hiperadrenérgico, y este incremento metabólico lleva a mayores demandas en el sistema cardiovascular (5).
Estas cuatro características cardinales del SNM pueden ocurrir de forma variable en el tiempo y curso de un paciente específico. En un análisis de 340 casos, aproximadamente el 70% tuvo cambios en el estado mental, seguido de rigidez, hipertermia y disfunción autonómica. En el 82% de los casos, se evidenciaron únicamente alteraciones en el estado mental o rigidez.
Como el SNM puede tener variabilidad en sus características clínicas, las investigaciones han hecho grandes intentos por definir sus criterios; sin embargo, cada lista tiene sus limitaciones. Entre las clasificaciones diagnósticas, la más común es la del DSM-IV; pero el mayor inconveniente es el requerimiento de la asociación del SNM con antipsicóticos, porque se ha demostrado que también se asocia con el uso o descontinuación de otros medicamentos.
Diagnóstico diferencial
La mayoría de pacientes que reciben neurolépticos pueden desarrollar fiebre y rigidez sin ser un SNM. Por ejemplo, una neumonía por aspiración sobreimpuesta a síntomas extrapiramidales. Se debe hacer diagnóstico diferencial con rabdomiólisis por otras causas, infecciones del sistema nervioso central, masa cerebral, tétanos e intoxicación por litio. Otros son golpe de calor, catatonia, interacciones con inhibidores de la monoamino-oxidasa, síndrome anticolinérgico central e hipertermia maligna inducida por anestésicos.
Síndrome serotoninérgico
El síndrome serotoninérgico es una condición que debe considerarse en pacientes con sobredosis de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o en quienes usan la combinación de inhibidores de la monoamina oxidasa (MAO), antidepresivos tricíclicos o meperidina. Los cuatro síntomas mayores son alteraciones en el estado mental, síntomas neuromusculares, disfunción autonómica y disfunción digestiva. Se diferencia con el SNM en:
1. Síntomas neuromusculares: el temblor y la rigidez también ocurren en el SNM, pero características como escalofríos, ataxia, mioclono, hiperrefl exia y clono rotuliano están a favor del diagnóstico del síndrome serotoninérgico.
2. Disfunción digestiva: la presencia de náuseas, vómito y diarrea es una característica única no típica del SNM.
3. Cambios en el estado mental y disfunción autonómica: es similar, pero tal vez el aumento de la temperatura no es tan alta como en el SNM.
4. Las elevaciones en las células blancas, las concentraciones de creatina-cinasa y enzimas hepáticas son inconsistentes y mínimamente elevadas. El curso es usualmente benigno y la mayoría de pacientes se recupera entre el primera y el séptimo día después de la suspensión del agente. El manejo se realiza con soporte, suspensión de agentes serotoninérgicos, manejo de la hipertermia con medidas físicas y la rigidez con benzodiacepinas. Tiene una mortalidad del 12% y con adecuado manejo existe una recuperación sin secuelas (1).
Síndrome anticolinérgico central
Similar al SNM, el síndrome anticolinérgico central se caracteriza por alteraciones en el sensorio y la elevación de la temperatura. El grado de aumento de la temperatura, sin embargo, no es tal alto como en el SNM, y hay ausencia de otras características como diaforesis, rigidez y otros síntomas extrapiramidales, rabdomiólisis y elevación de la creatina-cinasa. En este síndrome los síntomas son primordialmente anticolinérgicos como piel seca, disminución de la sudoración, midriasis, boca seca y retención urinaria. El tratamiento incluye el uso de agentes colinérgicos como la fi sostigmina y otras medidas de soporte (1,3,23).
Otros
Otras condiciones sistémicas como la encefalitis pueden producir fiebre y posturas en decorticación y descerebración. La encefalopatía metabólica o infecciosa puede generar fiebre, alteraciones del sensorio y acidosis. Las elevaciones de la temperatura, sin embargo, no son tan altas con el SNM. La historia clínica se correlaciona apropiadamente con exposición a condiciones precipitantes, como uso de neurolépticos o suspensión de medicamentos dopaminérgicos, como opuesto a las enfermedades sistémicas (1). Otras causas de rabdomiólisis diferentes del SNM son inmovilización, uso de restricciones físicas, deshidratación, desnutrición, múltiples inyecciones intramusculares, alcoholismo y trauma.
Las infecciones del sistema nervioso central (encefalitis, neurosífi lis o meningitis) pueden simular un SNM. Las reacciones alérgicas también pueden producir fiebre e inestabilidad autonómica, pero hay exantema, urticaria y eosinofilia. Debe descartarse hipertiroidismo, hipocalciemia, enfermedad de Parkinson e intoxicación por litio.
Los medicamentos anticolinérgicos no son útiles en el manejo de los síntomas motores y la rigidez muscular; por el contrario, podrían alterar la disipación del calor, lo que agravaría la hipertermia. Similarmente, el uso de las benzodiacepinas es controversial: como agente relajante muscular, algunos autores muestran que puede ser improbable su papel en la precipitación del SNM, por lo que se recomienda sólo en casos de agitación psicomotora grave o en casos en los que no haya disposición de la bromocriptina o eventualmente dantrolene. Se usan hasta 60 mg/ día de diazepam y 24 mg/día de lorazepam.
Secuelas neuropsiquiátricas
Los reportes de estas secuelas son generalmente por síntomas cognitivos, neurológicos o psicológicos, y se han clasificado en centrales o periféricas, según su localización.
Secuelas centrales
Las secuelas centrales pueden ser alteraciones cognitivas, síntomas parkinsonianos y alteraciones psicológicas.
Alteraciones cognoscitivas
La presentación clínica de las alteraciones cognoscitivas varía ampliamente en curso y gravedad. El síndrome amnésico o la demencia, con leve a grave alteración cognitiva, han sido descritos como una secuela a largo plazo (24,29). Estos muestran anormalidades en el electroencefalograma al año del SNM con irregularidades en las ondas teta, complejos lentos irregulares, con TAC y RNM cerebral normales.
Koponene reporta una grave alteración cognitiva (Minimental menor de diez puntos) a los 48 meses del SNM resuelto. Rothke y Bush, entre tanto, describen una leve disfunción en la memoria a los diez meses del inicio del SNM. Los deterioros cognitivos leves mejoran lentamente sobre el curso de los meses y los años, mientras que los graves son irreversibles.
Los pacientes con previos trastornos orgánicos tienen mayor riesgo de secuelas cognitivas. Su etiología probablemente se asocia con daños por la hipertermia, una característica cardinal del SNM. La degeneración cerebelar neuronal puede ocurrir en algunos casos. Es mayor el riesgo en pacientes que toman litio (con cantidades en rangos terapéuticos) junto con los antipsicóticos. Los pacientes pueden exhibir mutismo y envolvimiento pancerebelar (se ha reportado con el uso de clozapina) (24,30).
Síntomas parkinsonianos
Los síntomas parkinsonianos tienen diversas manifestaciones: rigidez, temblor, disfasia, disartria, hipertonía y mioclono. Un prolongado curso de estos síntomas puede ocurrir con el uso de antipsicóticos de depósito. La rigidez, la disartria y la disfagia mejoran lentamente en el tiempo, particularmente con tratamiento farmacológico.
En algunos casos la rigidez y el temblor no se resuelven completamente y una grave rigidez puede resultar en contracturas. Generalmente, estas últimas se resuelven a los ocho meses de fisioterapia. El mioclono persistente fue reportado en un paciente. Algunos estudios muestran hallazgos como hiperintensidades en la sustancia blanca en el lóbulo parietal izquierdo y los dos occipitales, a los cuatro meses.
Alteraciones psicológicas
La descripción de las alteraciones psicológicas ha sido difícil, ya que en general estos pacientes tienen una enfermedad mental previa. Sin embargo, se ha evidenciado un empeoramiento en el curso de la enfermedad mental, después de la resolución del SNM.
En un reporte hubo dos casos de psicosis crónica con prolongadas hospitalizaciones. La depresión también ha sido reportada, con embotamiento afectivo y pérdida de la iniciativa. En el curso posterior al SNM aparece una grave depresión con suicidio (24).
Secuelas periféricas
Anderson y Weinschenk describen dos pacientes con polineuropatía desmielinizante periférica, que mostraban pérdida de la sensibilidad perineal por electromiografía y enlentecimiento o ausencia de la velocidad de conducción nerviosa. La neuropatía mejoró a los tres o cinco meses, pero los pacientes continuaron con deficiencias sensoriales residuales. Roffe describió un caso de neuropatía periférica de tipo axonal. Esta mejoró a los tres meses, pero persistió una parestesia residual. Marelli describió un daño cerebral y muscular permanente posterior al SNM. Lazarus describió una plexopatía braquial (24).
Prevención y recurrencia
En todas las complicaciones y secuelas descritas, el manejo de elección es el diagnóstico temprano del SNM y, por lo tanto, su tratamiento. Es importantísima la prevención de la prolongada hipertermia, ya que con temperaturas lo suficientemente altas, la coagulación de proteínas puede darse en el sistema nervioso central, lo que resulta en secuelas residuales.
Los cambios patológicos pueden observarse en los nervios y en las células gliales, seguidos de la exposición térmica, con alteraciones no tóxicas en los cuerpos mamilares, que llevan a alteraciones cognitivas, psicológicas y neuropatológicas.
La hipertermia induce el RNAm y proteínas en el cerebelo y el hipocampo, además de producir una lesión cerebral, dependiendo de la gravedad y la duración. Extremas temperaturas de 49 a 50 grados destruyen todas las estructuras celulares en cinco minutos (1,24).
Una revisión de reporte de casos sugiere una recurrencia del SNM entre un 30% y un 50% de los pacientes después del nuevo uso de antipsicóticos. Este riesgo es independiente de la edad, el género y el agente antipsicótico usado durante el episodio inicial.
Los factores que aumentan el riesgo de recurrencia son:
1. Antipsicóticos de alta potencia: si es necesario el uso de un antipsicótico posterior a un episodio de SNM, se recomienda uno de baja potencia con un aumento lento de la dosis hasta llegar a la terapéutica, con estricto control de síntomas y vigilancia periódica de la creatinina- cinasa (1,24).
2. Corto tiempo en el intervalo entre el episodio del SNM y la reintroducción de neurolépticos: el riesgo es mayor si el neuroléptico es reintroducido antes de completar la resolución del episodio de SNM. La ocurrencia es menor de forma signifi cativa si el antipsicótico es reintroducido cinco días después de la resolución del episodio inicial. El tiempo de reinstitución de un régimen, probablemente, debe ser extendido en casos de uso de antipsicóticos de depósito. 3. Altas dosis de antipsicóticos: la reinstitución satisfactoria de la medicación puede ocurrir cuando se inicia con una baja dosis de antipsicótico. El escalonamiento gradual de la dosis puede tener un beneficio clínico.
4. Uso concomitante de litio: el tratamiento con litio o un diagnóstico de enfermedad bipolar puede, por sí solo, incrementar el riesgo de recurrencia (1).
Referencias
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AGREAL, AGRADIL, ACLIMAFEL, VERALIGRAL, VERALIGRAL-T, ETC., NEUROLÉPTICO, ANTIPSICÓTICO, BENZAMIDA SUSTITUÍDA, INHIBIDOR SELECTIVO DE LA RECAPTACIÓN DE SEROTONINA (VERALIPRIDE/A) DEL LABORATORIO SANOFI-AVENTIS, SIN FICHA TÉCNICA, COMERCIALIZADO ENTRE LOS AÑOS 1983-2005. LAS PETICIONES DE REVISIÓN DEL PRODUCTO (VENENO), FUERON CONTESTADAS CON "SILENCIOS ADMINISTRATIVOS". AHORA NO QUIEREN SABER NADA DE LAS MILES DE MUJERES AFECTADAS EN TODO EL ESTADO PERO, ¡TORRES MÁS ALTAS HAN CAÍDO, SEGUIREMOS LUCHANDO Y SEGUIRÁN OYENDO SOBRE NOSOTRAS!, NO LO DUDEN.

martes, 24 de febrero de 2009

El veralipride (Agradil, Sanofi-Synthelabo) es un neuroléptico benzamida sustituida

El veralipride (Agradil, Sanofi-Synthelabo) es un neuroléptico benzamida sustituida actividades indicadas en el tratamiento de los síntomas que acompañan a la menopausia como los bochornos, inquietud, nerviosismo, depresión.
En 2005 una evaluación de la farmacovigilancia ha confirmado para el veralipride algunos de los efectos adversos ya conocidos por la clase de antipsicóticos, como la discinesia y el parkinsonismo, especialmente en los casos de tratamiento prolongado, lo que condujo a una actualización del prospecto de la droga (Nota AIFA de septiembre de 2006).
En particular:
1. Las indicaciones terapéuticas se han limitado al tratamiento de los sofocos;
2 ª la duración del tratamiento debe ser limitada a tres meses, con ciclos de no más de 20 días por mes. El riesgo-beneficio debe evaluarse antes de iniciar un nuevo ciclo;
3 ª se introdujo en la nueva contraindicación para la administración de los neurolépticos y antipsicóticos neurolépticos antieméticos.
Además, en algunos raros casos se han notificado síndromes de abstinencia, en particular la ansiedad y la depresión o la interrupción del tratamiento en el intervalo entre dos ciclos. En ese caso, deberá reanudar el tratamiento que debe reducirse gradualmente hasta el final de la suspensión.

AQUÍ EN ESPAÑA, LA AGENCIA DEL MEDICAMENTO "LO RETIRA", NO SE ENTERA NI DIOS Y LAS QUE LO ESTÁBAMOS TOMANDO, PUES ESO:"SI TE HE VISTO, NO ME ACUERDO"
Y CLARO, ASÍ ESTAMOS: LAS QUE SE LO HABÍAN RETIRADO CON ANTERIORIDAD, LOS MÉDICOS "DESCONOCÍAN DEL PORQUÉ PADECÍAN DE MUCHAS PATOLOGÍAS, COMO TAMPOCO LO SABÍAN LA INMENSA MAYORÍA DE LOS MÉDICOS DE ESPAÑA Y LAS QUE LA ESTÁBAMOS TOMANDO CUANDO LO "RETIRARON" PUES NI SIQUIERA TUVIMOS LA OPORTUNIDAD DE HACERLO "PAULATINAMENTE".
¿NO SERÁ AGENCIA DEL MEDICAMENTO ESPAÑOL, LA NOTA DE 2004 QUE RECIBIERON LOS PAÍSES EUROPEOS, SOBRE LOS MEDICAMENTOS CENTRALIZADOS?
ESTA "LUCHADORAS DEL AGREAL" LA TENEMOS.
POR ESO Y DESPUES DE 22 AÑOS, SIN UN CONTROL SOBRE EL AGREAL EN ESPAÑA, LO PRIMERO QUE HICIERON A PRINCIPIOS DE 2005 Y DESPUÉS DE ARDUAS CONVERSACIONES CON LOS LABORATORIOS "SANOFI AVENTIS" LO RETIRARON;
PERO, ¿EL PROCEDIMIENTO QUE LE HICIERON FUE EL CORRECTO?.
"ESTAS LUCHADORAS DEL AGREAL, NO PARAREMOS HASTA QUE EL GOBIERNO ESPAÑOL, DE UNA VEZ Y POR TODAS, "RECONOZCAN LA MASACRE DEL AGREAL EN ESPAÑA"

ASOCIACIÓN "AGREA-L-UCHADORAS DE ESPAÑA" -- N.I.F.: G-65111056

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Teléfonos: 630232050 - NUESTRA DIRECTIVA: PRESIDENTA: FRANCISCA GIL QUINTANA--VICEPRESIDENTA: ROSARIO CARMONA JIMENEZ

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