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viernes, 13 de febrero de 2015

El negocio de la salud --- El poder del lobby farmacéutico -- Los intereses de una industria global en España

Una vez más, India ha sido pionera. El 14 de enero el organismo regulador de patentes del país asiático, ­conocido como ‘la farmacia de los pobres’, rechazaba la petición de patente presentada por el laboratorio farmacéutico Gilead para la producción del sofosbuvir (de nombre comercial Sovaldi), el fármaco contra la hepatitis C, lo que permitirá que los laboratorios farmacéuticos indios fabriquen genéricos a bajo coste. El rechazo tiene un motivo claro: el sofosbuvir, apunta el organismo, no es una innovación, sino una pequeña modificación molecular de un fármaco ya existente. Según un estudio de la Universidad de Liverpool, un tratamiento de 12 semanas de este preparado tiene un coste de producción de 85 euros, y sin embargo Gilead, con una posición de monopolio después de negociar con las autoridades sanitarias país por país, lo vende a 71.000 euros en Estados Unidos, 40.000 en Francia y 25.000 en España. 
 
“Si no es innovación en Nueva Delhi, no lo es aquí tampoco. Esto tendría que dar pie a que toda Europa lo fabricara como genérico y si no lo hacen están jugando con la salud de la gente”, afirma Antonio Gómez, del Comité Antiprivatización de la Sanidad (CAS Madrid). Sin embargo, la Comisión Europea, que ya en julio rechazó la petición de 15 países no ya de elaborar un genérico, sino de hacer presión para lograr una rebaja de los precios, no parece dispuesta a seguir los pasos de India. La sombra de la industria farmacéutica, que dedica al menos 40 millones de euros anuales a hacer lobby en Europa –según un informe de la Health Action International y el Corporate Europe Observatory– planea sobre esta postura. Es más, la reciente decisión de la Agencia Europea del Medicamento (AEM) de retirar 700 genéricos fabricados por laboratorios indios es denunciada en varios foros sanitarios como una medida de represalia contra India por su decisión. No en vano, recuerda la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), un 80% de la financiación de la AEM proviene de multinacionales farmacéuticas.

 
“El Gobierno español y el Ministerio de Sanidad se han plegado a los intereses de las farmacéuticas”
 
 
En España, la situación no parece distinta. Con el precio acordado para el sofosbuvir, la partida de 125 millones de euros aprobada por el Ministerio de Sanidad para el año 2015 servirá para curar sólo a 5.000 de los 700.000 afectados por hepatitis C que hay en el país. Eso si el Gobierno no sigue los pasos de India, algo que parece poco probable a pesar de que las leyes lo permiten. “Teó­ricamente sí podría. Hay un caso de salud pública, de emergencia sanitaria y dudas sobre el origen de la patente, pero está claro que el Gobierno y el Ministerio de Sanidad se han plegado a los intereses de las multinacionales farmacéuticas”, afirma Marciano Sánchez Bayle, presidente de la FADSP. De hecho, todos y cada uno de los miembros del recién creado comité de expertos designado por el Gobierno para elaborar una estrategia contra la hepatitis C tienen conflictos de intereses, y la mayoría de ellos tienen una relación directa con el laboratorio Gilead, según un documento publicado por esta federación.

Financiación privada


Pero los conflictos de intereses no sólo se dan en el caso de la hepatitis C. Según Antonio Gómez, “las sociedades científicas y médicas están financiadas por la industria farmacéutica”. Un caso sonado es el de la vacuna contra la varicela Varivax, que la multinacional farmacéutica Sanofi Pasteur Merck Sharp and Dohme ha conseguido vender de forma masiva en España, incluso en contra de la recomendación de las autoridades sanitarias, que la retiraron de las farmacias, aunque sigue dispensándose en centros privados y en hospitales. Como explica el último informe de Transparencia Internacional sobre lobbies, en España, donde no hay un precio fijo para las vacunas fijado por ley, la empresa productora “inició diversas acciones para lograr la mayor venta posible en farmacias y su aplicación a niños pequeños”. Sanofi ha contado con el respaldo de las asociación Española de Pediatría, la Asociación Española de Vacunología y la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, todas ellas con numerosos conflictos de intereses. Como consecuencia, mientras que en Francia por 820.000 nacidos se utilizan 58.000 dosis, y en Inglaterra por 805.000 nacidos se usan 17.000, en España para 405.000 nacidos se han aplicado 360.000 dosis, y con el precio más elevado de toda la UE, 71 euros por vacuna. 

Según el periodista especializado en temas de salud Miguel Jara, las diferentes industrias, también la farmacéutica, “usan hoy tres herramientas para imponer sus intereses por encima de los de la ciudadanía: el lobby o presión corporativa sobre políticos y líderes de opinión, los conflictos de intereses y las puertas giratorias”. De este último fenómeno son públicos casos como el del exministro de Sanidad, Bernat Soria, fichado por la farmacéutica Abbott para realizar un informe “sobre el papel de la industria farmacéutica en la promoción de la calidad y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud”, o el de Isabel Barreiro, que pasó de dirigir el gabinete de Juan José Güemes en la Consejería de Sanidad de Madrid a trabajar para GlaxoSmithKlein. También fueron llamativos los casos de varios exdirectores generales de Farmacia del Ministerio, como Regina Sevilla, que tras dejar su puesto ingresó en el laboratorio Merck, o Fernando García Alonso, que fue fichado sucesivamente por las farmacéuticas Schering-Plough, Bristol-Myers y Grupo Ferrer. 

De momento, al calor del poder de los laboratorios, reunidos en torno a Farmaindustria, España es uno de los países con mayor gasto farmacéutico del mundo. “Uno de cada cuatro euros del gasto sanitario se va en farmacia, y eso es por la dependencia de las multinacionales”, añade Gómez, quien destaca que a menudo las farmacéuticas se aprovechan de la investigación básica, la que se hace en las facultades públicas, para llevar a cabo una investigación aplicada. “Los medicamentos nacen, en un 80% de los casos, en universidades e instituciones públicas. Los pagamos dos veces con nuestros impuestos, pues esas entidades son financiadas así y luego es el erario público el que ejerce de máximo cliente de la industria”, añade Jara. 


Todos los miembros del comité de expertos del Gobierno en el caso de la hepatitis C tienen conflictos de intereses.


Para llevar a cabo un gasto público más eficiente hay más medidas que se pueden implementar. CAS Madrid defiende la eliminación de los medicamentos que han quedado obsoletos o que no ofrezcan ventajas sobre otros de precio inferior del registro público, las compras centralizadas para todo el sistema público y la dispensación de medicamentos directamente en centros sanitarios, entre otras iniciativas. Según la organización, con todo ello, junto a la creación de un sistema público de investigación y una industria farmacéutica estatal, se podría ahorrar un tercio del gasto actual en farmacia.
 
Respecto a la dispensación, la actual Ley General de Sanidad permite hacerlo directamente en los centros sanitarios, pero sólo lo han desarrollado los hospitales para ciertas enfermedades. “Podríamos estar dando todos los medicamentos que se prescriben en los centros de salud al paciente sin que éste pase a la farmacia de la acera de enfrente”, afirma Gómez. Países como Gran Bretaña o Suecia lo han hecho en el pasado. Se trata de una forma de eliminar del gasto el margen de las farmacias (que CAS Madrid cifra en un 30% del precio) y la distribución, creando además empleo público para farmacéuticos. Gómez también es crítico con las compras descentralizadas, ya que unificando el ahorro llegaría por medio de compras al por mayor y por la posibilidad de conseguir márgenes mucho más baratos.

Una farmacéutica pública


Una de las opciones más nombradas para abaratar costes a las arcas públicas y resolver problemas de acceso a medicinas es la creación de un sistema farmacéutico público que abarque la investigación, producción y distribución de fármacos que han perdido la patente o que, sin haberla perdido, sean considerados necesarios por motivos de salud pública.
 
“Sería posible, y evidentemente muy razonable en emergencias como la de la hepatitis C”, apunta el presidente de la FADSP. Gómez es de la misma opinión y añade que se podrían usar las facultades públicas de Farmacia para temas de investigación “y con dinero público apoyar tanto la fabricación de genéricos como el desarrollo de nuevos fármacos”. Además, eliminaría otro problema: el desabastecimiento de fármacos baratos que dan pocos beneficios a las multinacionales, tal como denunciaba la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Catalunya y Baleares el pasado diciembre con respecto a 170 sustancias. “Las empresas hacen lo posible por maximizar beneficios y cuando un medicamento tiene baja rentabilidad procuran dejar de fabricarlo. Una farmacéutica pública aseguraría el suministro”, asegura Sánchez Bayle.
En cualquier caso, la creación de un sistema público chocaría con los intereses de las multinacionales del sector. Luis Hernández, cardiólogo pediatra y vicepresidente de PATUSalud, opina que “habría que competir de una forma tremenda y hacerlo muy bien, con una agencia estatal con competencias muy claras y en la que se metan muchos recursos”. 
La medida se planteó en 1982, en la precampaña de las elecciones que llevaron al PSOE por primera vez al poder. “Iba a ser ministro de Sanidad Ciriaco de Vicente, que proponía montar un servicio nacional de farmacia. Nunca llegó a serlo. Sabemos que no le dejaron hacer por presiones de las farmacéuticas”, asegura Gómez. En los primeros borradores de la Ley General de Sanidad exis­tían artículos en los que se establecía al Estado como institución que se reservaba el derecho a la planificación estratégica de farmacia, líneas que finalmente no aparecieron en el texto aprobado en 1986.
Un posible germen de esta estructura se encuentra actualmente en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, que en 2013 inauguró nueva sede en la base de San Pedro, en Colmenar Viejo (Madrid), instalaciones que se adjudicaron en 2011 por 21 millones de euros. El espacio pretende centralizar los servicios de producción y almacenamiento del centenar de preparados médicos que ­fabrica esta institución, entre antivirales, antibióticos, antídotos, pomadas, analgésicos, ansiolíticos, opioides y sueros, entre otros. Su cadena de producción podría ser, además, usada actualmente para fabricar de forma masiva preparados contra posibles pandemias, como ya se hizo en 2008 en sus antiguas instalaciones en Burgos con el oseltamivir, principio activo contrar la gripe aviar. En la actualidad el Ejército dispone de sus propios puntos de dispensación de medicamentos. Además, atienden pedidos de centros penitenciarios, de la Guardia Civil o de la Cruz Roja.
“Lo mismo que se reconvierten hospitales militares para uso de la ciudadanía se puede hacer lo mismo con la farmacia del Ejército”, apunta Hernández. El cardiólogo pone como ejemplo el Hospital Gómez Ulla de Madrid, que aunque está gestionado por Defensa, es el centro de referencia para 120.000 madrileños.


https://www.diagonalperiodico.net/panorama/25577-poder-del-lobby-farmaceutico.HTML

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QUE ASCO DE MUNDO!!!!!


"Y NADIE HACE NADA POR EVITAR ESTOS ATROPELLOS SOBRE LA SALUD HUMANA".




 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS DE LA TALIDOMIDA, AGREAL, VACUNA VPH, THS…




Jacobo Camarero Castellano, como concejal del
Grupo Municipal de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, realiza la siguiente PROPOSICIÓN para su debate y aprobación en el próximo Pleno:


SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS DE LA
TALIDOMIDA, AGREAL, VACUNA VPH, THS…


RECHAZO DE LA SENTENCIA ABSOLUTORIA DE LOS LABORATORIOS GRÜNENTHAL DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID

APOYO AL BOICOT A GRÜNENTHAL



APERTURA DE MESA DE DEBATE FRENTE A LA MEDICALIZACIÓN DE LA SANIDAD


“Un momento lleno de armonía natural nos hace desear que los segundos se alarguen […] Contergan nos ofrece paz y sueño. Este inofensivo medicamento no afecta […] y es bien tolerado incluso por los pacientes más sensibles. Sueño y paz:
Contergan, Conterganforte”.

(Publicidad de la talidomida, difundida por los Laboratorios Grünenthal).

Política de seguridad, salud y medioambiente del Grupo Grünenthal.

Grünenthal es una compañía farmacéutica orientada al futuro, basada en la investigación y que busca buenas prácticas de gestión, minimizando y controlando los riesgos de seguridad, salud y medioambiente.

· La seguridad y salud de nuestros clientes, vecinos y empleados, así como la protección del medioambiente son unas de nuestras máximas prioridades.

· Manejamos estos temas con el mismo sentido de responsabilidad y la misma forma metódica que los aspectos de calidad, productividad y rentabilidad.

· Continuamente evaluamos todos los procesos y materiales con el fin de mejorar la calidad, seguridad y compatibilidad medioambiental. Invertimos en edificios y equipos punteros.

· Consideramos las medidas preventivas como un elemento clave de todas nuestras actividades, decisiones y
procedimientos encaminados a asegurar la protección del medioambiente, salud y seguridad.

· Cumplimos con toda legislación pertinente, reglamentos y otros requisitos.

· Establecemos objetivos de seguridad, salud y medioambiente para asegurar la eficacia de nuestra política. 

Esta política se implementa de una manera sistemática combinando recursos técnico, organizativos y de personal.

· Promovemos el sentido de la responsabilidad entre nuestros empleados y contamos con su cooperación cuando se trata de proteger la seguridad, la salud y el medioambiente.

· Nuestros empleados están especialmente formados para manejar este tipo de aspectos cuando se presentan.

· Informamos a nuestros empleados, a las autoridades, vecinos y socios sobre nuestra política de seguridad, salud y medioambiente, nuestros sistemas de dirección y nuestros logros en protección de seguridad, salud y
medioambiente.

· Asimismo esperamos que nuestros proveedores busquen la protección de la seguridad, salud y medioambiente.

Extraído de la página web de Grünenthal


Una sentencia dictada por la jueza Gemma Gernández Díaz, Magistrada del Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid condenó en noviembre de 2013 al laboratorio alemán GrünenthalPharma S.A. por el daño producido a los afectados de talidomida españoles; parecía que se podía reparar, 57 años
después, la dignidad y perjuicio ocasionado por la prescripción de este nocivo fármaco. En concreto, condenó al laboratorio germano a pagar 20.000 € a cada víctima por cada punto porcentual de minusvalía reconocido.

“Después del mayor atentado farmacológico de la historia de la humanidad, por fin se reconoce a las víctimas españolas de talidomida, hemos pasado de no existir, de ser invisibles, de negarse que se había vendido talidomida en España (…), a condenarse el laboratorio responsable que la inventó”, declaró en aquel momento José Riquelme, Presidente de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en ese país (AVITE).

También añadió: “Es un homenaje a todas esa madres, vivas y fallecidas, por el sentimiento de culpabilidad que arrastraran hasta la tumba, por haber tomado un medicamento maligno, a pesar de que les fue recetado o regalado legalmente por sus médicos de cabecera o ginecólogos. Incluso alguna madre, desde que nació su hijo, lleva ingresada por temporadas, en hospitales psiquiátricos, después de 57 años”.

La demanda fue promovida por más de dos centenares de afectados integrados a la Asociación de Víctimas de este medicamento en España.

Como puede leerse en la sentencia, a finales de la década de los 50, Grünenthal sintetizó, patentó, comercializó y distribuyó por todo el mundo este fármaco que se vendió luego masivamente a partir de 1957, como sedante para paliar las náuseas y mareos de las embarazadas, así como combatir su insomnio, distribuyéndose como un producto “absolutamente seguro y carente de riesgos”. Meses después, como veremos, comenzaron a hacerse frecuentes los nacimientos de niños con graves malformaciones, por lo que muy rápido la comunidad científica estableció la relación entre la talidomida y esos daños. Sin embargo, por intereses exclusivamente comerciales, Grünenthal continuó regalando y vendiendo talidomida después de haber sido retirada en Alemania (1961). Por ejemplo, en
Nicaragua, por entonces república bananera, se comercializó Entero Sediv hasta 1973, medicamento que contenía talidomida. También en España hubo talidomida disponible hasta principios de los 80 como consecuencia de la agresiva política comercial del laboratorio alemán. En la RFA, mientras tanto, se inició un proceso indemnizatorio de importante calado.

En resumen: la talidomida se vendió en 50 países con 80 nombres comerciales y produjo más de 20.000 bebés mutilados.

Hoy día el laboratorio se sigue lucrando con la talidomida porque dicen estar convencidos de sus bondades en los casos de lepra, la enfermedad de Crohn, cierto tipo de cánceres hematológicos y otras dolencias.

Aún ante esta evidencia, durante su comparecencia en España la empresa solicitó, “la desestimación íntegra de la demanda”, e incluso con imposición de costas a los afectados por medicamento.

Un paso adelante en esta lucha de los afectados, fue la aprobación en 2010 del Real Decreto 1006/2010, que reguló la concesión de ayudas a las víctimas de la talidomida en España, y que ampara concretamente a 24 personas nacidas entre 1960 y 1965, a pesar de que se prescribió desde 1957 y que hay casos documentados muy posteriores, como se ha dicho.

La parlamentaria de CiU Lourdes Ciuró i Buldó solicitó que las ayudas se extendieran hasta 1973, puesto que se seguía prescribiendo talidomida, como demostró documentalmente; y todo ello a pesar que desde el 18 de mayo de 1962 una orden ministerial prohibió la comercialización de todo medicamento que contuviera talidomida. En toda Europa (menos España, claro) esta prohibición se dictó un año antes.

La orden se dio, en efecto, pero empezó el proceso de amnesia con las víctimas: “en aquella época se ocultaba en España todo, incluida la enfermedad, y por supuesto se obviaban todo tipo de
responsabilidades. Por tanto este colectivo quedó durante muchos años en una situación de falta de atención, en el olvido, a pesar de las graves secuelas en muchos de los casos”, manifestó en su día la actual eurodiputada socialista Soledad Cabezón Ruiz ante el Congreso de los Diputados el 8 de mayo de 2013.

Así las cosas, el aliento de esperanza que provocaron las iniciativas de estas dos políticas, la ley referida y, sobre todo, la sentencia del año pasado se truncó con la de la Audiencia Provincial de Madrid hace un mes, promovida a instancias del recurso de Grünenthal: los magistrados estiman que las acciones ejercitadas por AVITE han de entenderse "prescritas, por lo que proceden a revocar la sentencia y desestimar en su integridad la demanda interpuesta". La nueva sentencia hace referencia a los “daños tardíos”, explicando que debería realizarse una investigación científica "sistemática" de los daños causados en la etapa prenatal "pero descubiertos más tarde", que se concentre "en la colocación errónea de los vasos, nervios y músculos". Hace referencia al Informe del Instituto de Gerontología de la Universidad de Heidelberg, donde "no supone una constatación de los denominados daños tardíos y que los mismos tengan su causa en la talidomida, sino que, a lo largo del mismo, en diversas ocasiones, se establece como una posibilidad, por lo que su determinación se deberá de realizar a través de la correspondiente investigación científica".

En definitiva, España, como buena monarquía bananera, se desmarca de las indemnizaciones que sí reciben de Grünenthal los afectados alemanes, británicos e italianos (y recientemente australianos y neozelandeses), con el apoyo y la connivencia del poder judicial.

La multinacional alemana, obviando todos los estándares de la actual ética biomédica, no ha ocultado su satisfacción con esta nueva sentencia y ha afirmado que las víctimas ya tienen derecho a otras ayudas y que no era justo que se le pidieran 204.000 euros (20.000 € por cada punto de minusvalía reconocido). Además, su portavoz ha indicado que sus demandantes “no pudieron probar sus alegaciones”. Y no se le cayó la cara de vergüenza.





José Martínez López, médico de familia, ha impulsado una campaña de boicot a Grünenthal que ya cuenta con numerosos apoyos. El boicot se centra en los medicamentos Zaldiar, Adolonta, Palexia, Yantyl, Transtec, Versatis y Axura. No recetarán ninguno de ellos hasta que no paguen a las víctimas de su particular milagro alemán.

José Riquelme auguró que quizá a partir de la sentencia de 2013 se podía iniciar una oleada de demandas a nivel mundial, lo que podría ser la caída definitiva del imperio económico y farmacéutico Grünenthal y de la familia Wirtz, que, además de medicamentos, fabrican detergentes y perfumes y es dueña de una famosa cadena de supermercados. Seguramente, la conexión entre la sentencia de 2014 y las presiones del imperio de los Wirtz sólo está al alcance de mentes enfermas y calenturientas.

AVITE recurrirá al Tribunal Supremo y esto supondrá unos cuatro años más de espera.

¿Qué es la talidomida y qué efectos produce?

La comunidad científica asegura sin lugar a dudas que la talidomida afecta el desarrollo de las extremidades, pero solamente en embarazadas entre los días 14 y 50, que es cuando empieza su desarrollo. Por eso muchas mujeres que lo tomaron no sufrieron complicaciones; otras madres, por el contrario, perdieron embriones, fetos, neonatos y niñ@s a causa de los efectos del fármaco.

Las malformaciones afectan fundamentalmente a los brazos, antebrazos y piernas, produciendo un acortamiento de los mismos en la porción más cercana al tronco, aunque también se han constatado alteraciones en otros órganos, incluso en órganos internos. A ello se suman lesiones de espalda o columna, dolor, artrosis, tensión o debilidad muscular, etc., generados por el esfuerzo de tratar de compensar las funciones de las que se carece por las malformaciones.

Construyamos la historia de la talidomida y comprobemos cómo se ha llegado a esta vergonzosa situación:

Es bien sabido que en los campos de concentración nazis se utilizaba a las personas para experimentar todo tipo de tratamientos.

En Auschwitz desarrollaron sus macabras actividades, junto con otros criminales de bata blanca, dos siniestros científicos: el químico Otto Ambros y el médico HeinrinchMückter; Otto Ambroshabía comenzado su carrera como químico trabajando para la BASF y a partir de 1934 ingresó en la IG Farben, co- responsable de la fabricación del Zyclon B, en su sección de desarrollo de armas químicas, donde desarrolló las investigaciones que culminaron con la fabricación masiva de gas sarín en 1938 y en 1944 patentaría el soman, otro letal agente nervioso. Asimismo, Ambros controló la planta de producción de caucho sintético de Auschwitz III, perteneciente también al complejo industrial IG Farben, donde miles de hombres trabajaban como esclavos hasta que su debilidad o las enfermedades causaban su traslado a Auschwitz I o II para ser ejecutados. Paralelamente a sus investigaciones con los gases nerviosos, buscó un antídoto contra ellos; entre otras muchas sustancias que probó su equipo se encontraba la talidomida, usada para comprobar su efectividad, cómo no, con los prisioneros del campo.

Por su parte, Heinrich Mückter halló la vacuna contra el tifus y sus experimentos sobre éste y otros particulares costaron la vida de unos miles de prisioneros del campo próximo a Cracovia.

No cabe duda en lo que respecta a la experimentación de la talidomida en Auschwitz: De Napoli, que, como Martin Johnson, siguió la pista nazi de la talidomida, encontró un memorándum enviado el 13 de noviembre de 1944 por Fritz ter Meer, un ejecutivo de IG Farben, a Karl Brandt, un general de las SS que fue médico personal de Hitler y jefe de su programa de eutanasia. El informe establece que la droga fue sometida a pruebas y que estaba lista para su uso.

No llegó a ocho años la condena de ambos criminales en los juicios de Nüremberg y, como cientos de científicos nazis que encontraron en las potencias vencedoras y en el Vaticano sus mejores amigos de posquerra, Ambros y Mückter fueron indultados y rehabilitados rápidamente: los aliados del oeste no querían bajo ningún concepto perder la carrera de la investigación científica con las democracias populares del este.

La posguerra alemana ofreció una gran oportunidad para empresas como Grünenthal, que multiplicó entonces sus beneficios fabricando antibióticos para grandes imperios farmacéuticos.

Grünenthal había sido fundada por los hermanos Wirtz, unos fabricantes de jabones afiliados al partido nazi que adquirieron a precio de saldo gran cantidad de negocios propiedad de ciudadanos judíos, al calor de las infames leyes de Nüremberg de 1935.

Ambros y Mückter, otrora genocidas convictos y confesos, entraron en nómina de los Wirtz, que ya no exhibían alegremente el carnet del NSDAP. Ellos y muchos investigadores de pequeños y grandes laboratorios farmacéuticos sabían que encontrar unos tranquilizantes que sirvieran de alternativa a los barbitúricos podía suponer dar el salto de calidad hacia unos beneficios multimillonarios.

En efecto, la empresa Bayer había patentado el medicamento Veronal, cuyo principio activo, el ácido barbitúrico, era un poderoso enemigo del insomnio, la ansiedad y el dolor; tan poderosos eran sus efectos primarios como los secundarios: gran dependencia física y psicológica y frecuente recurso de los suicidas por su gran toxicidad.

Mückter ya había advertido el asombroso parecido químico entre la talidomida y los barbitúricos y, como se ha demostrado, ya había probado sus efectos entre los prisioneros de Auschwitz. La talidomida, en efecto, no producía intoxicación a corto plazo y sí un efecto relajante, analgésico y antiemético. Justo lo que necesitaban las mujeres en las primeras etapas de su embarazo: dormir, relajarse, no sucumbir a estados de ánimo negativos y evitar los vómitos tras levantarse. La publicidad hizo el resto: “tan inocuo como un caramelo”, rezaba.

¿Cómo es posible que un fármaco tan agresivo escape a los supuestos rígidos controles sanitarios?

No es ningún secreto que la "historia posnatal" de un fármaco de la industria capitalista comienza con los ensayos clínicos controlados, que se efectúan en condiciones muy diferentes a las de a práctica clínica habitual, participando pocos pacientes, generalmente unas docenas y raramente unos centenares; se realizan en poblaciones seleccionadas, a menudo no pueden incluir niños, ancianos, embarazadas, pacientes con más de una enfermedad ni los que presentan contraindicaciones potenciales para recibir el nuevo fármaco.

Por otra parte, la mayoría de los ensayos clínicos en fase III o de pre-comercialización, se realizan con el objetivo principal de justificar y conseguir el registro de comercialización y no con el de situar el nuevo producto en terapéutica, en comparación con otras alternativas, por lo que son poco útiles para predecir los efectos del nuevo fármaco en su uso clínico real.

Estas limitaciones impiden que los ensayos clínicos previos a la comercialización identifiquen los efectos indeseables raros, los que aparecen tras un tratamiento prolongado o mucho tiempo después de suspenderlo, también a los que afectan subgrupos específicos de población como ocurrió con las madres consumidoras de talidomida durante la gestación.

La estrategia de Mückter fue repartir muestras de talidomida entre los médicos alemanes para que la repartieran entre sus pacientes; poco después, recibió buenas noticias: el medicamento era un poderosísimo sedante, eficaz antiemético y un magnífico remedio contra el insomnio; buscaban un tranquilizante y encontraron algo mucho mejor.

En 1957 se lanzó al mercado con el nombre de Contergan: Grünenthal adquirió el nombre del producto y la patente del mismo a la firma francesa Rhône-Poulenc, que estuvo bajo control nazi durante la ocupación alemana de Francia y responsable del encargo a Otto Ambros de la búsqueda del antídoto contra el gas sarín; actualmente, está integrada en la multinacional Sanofi-Aventis (fabricante de Agreal), que integró a Hoechst, integrante de IG Farben, posesora de la patente del Zyclon B (participada también por la Standard Oil de Rockefeller), manufacturado por Degesch (Deutsche GesellschaftfürSchädlingsbekämpfung), empresa de la cual IG Farben tenía el 47% de las acciones. Otto Ambros también fue miembro del consejo de administración de Telefunken, así como asesor del canciller Adenauer y del especulador germano Flick,
presuntamente implicado en la financiación ilegal del PSOE, escándalo que vio la luz en 1983.

En agosto de 1958 Grünenthal mandó una carta a más de 40.000 médicos alemanes en las que Contergan aparecía como el fármaco que toda embarazada ansiaba encontrar.

La talidomida se vendió masivamente, con múltiples nombres comerciales, sola o mezclada con otras drogas. La recomendaban para el resfriado, la tos, el asma, el dolor de cabeza, la ansiedad y sobre todo para el insomnio; también, y muy especialmente, para las mujeres embarazadas: por fin se acabó el cuadro de molestias asociado al embarazo.

Un año después del lanzamiento del Contergan, Grünenthal recibió informes inquietantes. Algunos de los pacientes que consumían la talidomida de forma cotidiana sufrían temblores, disminución de la presión sanguínea, pérdida de memoria y reacciones alérgicas. También se describían casos de pérdida del tacto en los pies, los tobillos y las manos. Las autoridades de la empresa prefirieron ignorar o descalificaron estas advertencias.

Mientras tanto, en los hospitales nacían bebés con focomelia (extremidades en forma de aletas diminutas o manos y pies que salen directamente del tronco), una enfermedad tan rara que la mayoría de los médicos nunca la había visto. Ahora se encontraban con varios nuevos casos por semana. Así se descubrió, de la peor manera posible, que la talidomida producía malformaciones.

También podía producir ausencia de ano y deformación o ausencia de dedos, orejas u ojos, genitales y defectos en órganos internos. Miles de bebés nacieron deformes y cientos de miles no llegaron a nacer o murieron a los pocos días del parto. De los que habían sobrevivido unos meses, la mitad no llegó a los cinco años de vida. Y eso sólo en Europa; en África y Latinoamérica fue peor, dadas las deficiencias de sus sistemas sanitarios.

En los EE.UU, la multinacional Richardson- Merrill tenía preparadas en septiembre de 1960 diez millones de tabletas de talidomida. Pensaba lanzarlas a la venta en diciembre, porqueestudios de mercado habían demostrado que durante las fiestas navideñas se consumían más medicamentos para dormir. La farmacóloga FrancesKelsey, que llevaba muy poco tiempo en la FDA (Food and DrugsAdministration) pero con gran experiencia en investigación toxicológica, truncó sus esperanzas y exigió estudios experimentales concluyentes. Ni Richardson- Merrill ni nadie los tenía. La multinacional americana trató de desautorizarla, la presionó y la insultó sin piedad alguna.

Antes de que acabara el año, una prestigiosa revista médica inglesa publicó un artículo donde relacionaba la talidomida con daños en el sistema nervioso central en individuos adultos; Kelsey leyó el artículo y pensó en las lesiones que la talidomida podía provocar en el sistema nervioso de los no nacidos y decidió no autorizar su venta. Richardson- Merrill contestó repartiendo 2,5 millones de tabletas entre 1.000 médicos norteamericanos; muy poco tiempo después, el médico alemán Widukind Lenz afirmó sin lugar a dudas que la talidomida estaba detrás de las malformaciones fetales reseñadas. El 29 de noviembre de 1961 Grünenthal interrumpió de mala gana la venta del Contergan en Alemania. Sin embargo, el principio activo seguía siendo vendido ampliamente en muchos países con otros nombres comerciales, como ya hemos señalado.

Los afectados alemanes llevaron a Grünenthal a juicio; la defensa culpó de las malformaciones a aditivos alimentarios, detergentes y a los rayos catódicos, lo cual tendría gracia si el hecho también la tuviera. El juicio se prolongó durante más de tres años.

Finalmente, la empresa ofreció 31 millones de dólares a los 2.866 damnificados que residían en la República Federal de Alemania (actualmente, ello supone una paga vitalicia de unos 7.000 por afectado); Grünenthal declaró que, si el juicio continuaba, ya no podría cubrir los gastos, se tendría que declarar en quiebra y le resultaría imposible pagar la indemnización. La organización que reunía a las familias afectadas aceptó la oferta y el juicio terminó.

Nadie fue declarado culpable.

En España, la filial de Grünenthal comunicó a su empresa matriz en mayo de 1962 que no era su intención informar a los médicos españoles de los efectos secundarios de la talidomida.

Actualmente, el Estado español sólo reconoce como víctimas a 24 afectados, todos ellos nacidos entre 1960 y 1965 (cobraron entre 30.000 y 100.000 € en concepto de indemnización); en realidad, pueden ser más de 1.000 porque el fármaco se distribuyó entre 1951 y 1983. Unos 2.000 han muerto desde entonces, sin contar los no contabilizados oficialmente como víctimas.

En septiembre de 2012, HaraldStock, actual director general de Grünenthal, pidió perdón públicamente a los afectados. Se lamentó “por no haber encontrado el camino hacia las víctimas, de ser humano a ser humano”; camino que sí encontraron los abogados de la empresa alemana cuando terminó el juicio de 2013: la puerta de atrás de los juzgados. También intentó justificar el olvido de las víctimas: "entiendan nuestro silencio como una señal de la conmoción muda que nos provocaron sus casos". ¡Qué asco!







Veamos el caso Agreal. Durante más de 20 años cientos de miles de españolas acudieron a su médico de cabecera o a sus ginecólogos para tratar de poner fin a sus sofocos posmenopáusicos; desde 1983, muchas recibieron como solución el medicamento Agreal, propiedad de los laboratorios Sanofi- Aventis.

En 2005 la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios comunicó a los profesionales sanitarios la decisión de suspender su comercialización porque el Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano constató que el balance “beneficioriesgo era desfavorable”, a instancias del Sistema Español de Farmacovigilancia, que recibió diversas notificaciones de reacciones adversas psiquiátricas (depresión – incluso con pensamientos suicidas- , ansiedad, síndrome de abstinencia, insomnio) y de tipo neurógico (disquinesia – movimientos masticatorios compulsivos e inevitables, movimientos automáticos de la lengua - cansancio muscular grave, trastornos extrapiramidales, parkinsonismo).

Así que el Ministerio de Sanidad ha tardado 23 años en darse cuenta de los efectos secundarios tan desastrosos del medicamento en cuestión; y el Ministerio fiscal no actúa de oficio y exige responsabilidades civiles y penales.

El componente básico de Agreal es la Veraliprida, un neuroléptico; se trata de un antidopaminérgico (antagonista de la dopamina). Se entendía, pues, que la dopamina, un neurotransmisor implicado en el control locomotor, las funciones cognitivas y las emociones, era la aliada de los sofocos
posmenopáusicos.

Los únicos efectos secundarios a los que aludía el prospecto era galactorrea (eliminación espontánea de leche por el pezón); también rezaba que no se habían descrito incompatibilidades y que no procedía tomar precauciones especiales porque sólo a dosis masivas se observaban disquinesias que remitían espontáneamente con la interrupción de su administración. Sin embargo, el prospecto de otros países sí que hacía referencia a efectos secundarios de especial relevancia. Eso tiene un nombre: omisión intencionada de información.

Además, desde los primeros meses a partir de la comercialización del producto, ginecólogos y neurólogos de diversos hospitales del Estado español advirtieron de la peligrosidad de la Veraliprida. Sus advertencias fueron desestimadas; su reputación, puesta en duda.


Sanofi- Aventis se lucró durante 22 años aprovechándose también de la merecida y nefasta fama de la THS; huyendo del tratamiento hormonal, fueron miles las mujeres que buscaron refugio en el inocente Agreal.

Tampoco ha tenido necesidad el laboratorio referido de aceptar la relación entre la Veraliprida y los efectos secundarios observados en miles de mujeres cuyo factor común ha sido su estado posmenopáusico y la toma de Agreal; sin embargo, de su página web ha retirado toda información del medicamento.

Este verano, el Tribunal Supremo ha ratificado la condena por la que la multinacional farmacéutica debe indemnizar con 765.000€ a 146 mujeres que padecen secuelas irreversibles por el consumo de Agreal. La salud de cada mujer se ha cifrado en algo más de 5.000 €. El TS ha entendido que hubo un defecto en la información, por lo que existe, según su parecer, responsabilidad objetiva, pero sin culpa. 

Vergonzoso.






¿Y la vacuna del VPH? No hay un único virus; se conocen más de 100 tipos virales, unos con alto riesgo oncológico (13) y otros muchos con bajo riesgo. Todos los VPH se transmiten piel a piel y entre 30 y 40 también por contacto sexual. En la inmensa mayoría de las ocasiones (90%), la infección remite sola o con un tratamiento conservador, no invasivo. Solamente en el caso de infecciones prolongadas se pueden producir lesiones precancerosas que pueden dar lugar en caso de no remitir al cáncer cervical. Este proceso tarda en producirse: normalmente, entre 15 y 20 años. Es decir, la paciente tiene tiempo de sobra para descubrir la displasia y el procedimiento no puede ser más sencillo: el test Papanicolaou.

Un test anual bastaría para evitar que las lesiones precancerosas lleguen a más. Por si fuera poco, se ha descubierto de manera inequívoca que una dieta con un contenido suficiente de ácido fólico (presente en todas las verduras de hoja verde) previene eficazmente de la degeneración celular en el cuello del útero. Por todo ello no es de extrañar que la grandísima mayoría de los cánceres cervicales se den en mujeres con pocos recursos económicos, que van a menudo pareados con la falta de cultura; es decir, la prevalencia del cáncer cervical corre paralela a la prevalencia de la pobreza.

El enfoque de la enfermedad, que va siendo la norma en algunas administraciones sanitarias, no debe estar tan claro para los grandes laboratorios farmacéuticos, que vieron otra luz en 2008: la concesión del Premio Nobel de Medicina al alemán Haraldzur Hausen, que halló la relación entre el VPH y el cáncer cervical. Al que halló la relación entre cáncer y pobreza todavía no le han dado ni un diploma. Decía Bertolt Brecht que al pueblo hay que darle justicia, no orden.

El laboratorio humano son ahora las niñas a partir de 9 años, masivamente vacunadas; unas 25.000 en todo el mundo han referido efectos adversos muy graves. En España hay una asociación de afectadas cuya voz pugna por escucharse.

¿Cuál será el discurso sobre el Gardasil y el Cervarix dentro de
20 o 25 años?

¿El mismo que el de la supuesta neopandemia del siglo XXI de la Gripe A?

Talidomida, Agreal, Terapia Hormonal Sustitutoria, vacuna VPH, vacuna Gripe A… Escándalos farmacológicos que repercutieron y repercuten en la salud de tantas personas; y no son sólo cifras: detrás de cada historia hay nombres y apellidos, tanto de víctimas como de verdugos.

Urge, desde nuestro punto de vista, iniciar acciones desde la base en el sentido de luchar contra la medicalización de la sanidad, de la mano y la supervisión de la Unidad de Gestión Clínica de Olvera; estamos convencidos de que este fenómeno resta calidad y en algunos casos cantidad de vida: nunca ha habido en la historia tantas medicinas, nunca ha habido tantos enfermos. Muchos presuntos trastornos o enfermedades no son una cosa ni otra; es, sencillamente, la vida. Se trata de un criterio compartido por miles de profesionales en todo el Estado y en nuestra Comunidad Autónoma. Hagamos que se oiga su voz.

Por todo ello se eleva ante el Pleno del ayuntamiento de Olvera la siguiente:


PROPUESTA DE ACUERDO:


PRIMERO.- El Pleno del Ayuntamiento de Olvera se solidariza con las víctimas de la talidomida (y también de Agreal, la vacuna VPH, la THS y demás medicamentos peligrosos) y rechaza enérgicamente la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid en contra de los afectados por la catástrofe iatrogénica y a favor del laboratorio alemán Grünenthal.

SEGUNDO.- El Pleno del Ayuntamiento de Olvera recomienda a los profesionales médicos de la Unidad de Gestión Clínica de Olvera que secunden el boicot a Grünenthal iniciado por el colectivo de médicos de familia, a instancias del Doctor D. José Martínez López.

TERCERO.- El Pleno del ayuntamiento de Olvera declara a Grünenthal empresa non grata y arbitrará por ello todas las medidas a su alcance para que no pueda ejercer sus actividades en nuestra ciudad.

CUARTO.- El Pleno del Ayuntamiento de Olvera apoya la constitución de una mesa de debate que aborde el problema de la medicalización de la sanidad, en colaboración con la Unidad de Gestión Clínica de Olvera.

QUINTO.- El Pleno del Ayuntamiento de Olvera da cuenta de la presente resolución a los Ayuntamientos de la Comarca de la Sierra de Cádiz, la Junta de Andalucía, la FEMP, la FAMP y el Gobierno Central.

En Olvera, a 11 de noviembre de 2014.

Firmado: Jacobo Camarero Castellano

Concejal de Salud del Ayuntamiento de Olvera

viernes, 11 de abril de 2014

TAMIFLÚ. Londres se gastó 508 millones en Tamiflu sin haberlo probado antes



Londres se gastó 508 millones en Tamiflu sin haberlo probado antes
El Reino Unido invirtió grandes recursos en un medicamento después de que la OMS alertara del brote de gripe aviar de 2009.


Londres (EFE).- El Reino Unido pudo desperdiciar millones de euros en el Tamiflu, fármaco del que no se ha probado que contribuya a evitar una pandemia de gripe, señala hoy un informe de un grupo de científicos a partir de unas pruebas clínicas.

Londres ha invertido 424 millones de libras (508 millones de euros) en almacenar Tamiflu y 136 millones de libras (163 millones de euros) en Relenza, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendara a todos los países que contaran con reservas de fármaco durante el brote de gripe aviar en 2009.

El Reino Unido ya había empezado a almacenar Tamiflu en 2006 cuando existía el temor de que la gripe aviar pudiera provocar la muerte de 750.000 personas en el Reino Unido, pero fue en 2009 cuando ese fármaco se recetó ampliamente.

Sin embargo, la llamada Cochrane Collaboration, grupo británico formado por científicos independientes que revisaron decenas de estudios sobre la efectividad de la medicina, señala que lo mejor que puede hacer Tamiflu es reducir muy poco -de 7 a 6,3 días - el proceso gripal y que no combate muchos de los efectos secundarios.

"No hay manera de creer que el fármaco pueda prevenir una pandemia", señaló hoy el profesor de medicina de la Universidad de Oxford Carl Heneghan, que colaboró en el estudio.

El fabricante del fármaco, Roche, dijo no estar de acuerdo con las conclusiones del análisis y advirtió de que podría tener "serias consecuencias para la salud pública", según los medios locales.

El director médico del Reino Unido de la empresa, Daniel Thurley, dijo a la BBC que Cochrane ha utilizado estadísticas equivocadas que "subestiman" los beneficios del fármaco y ha recurrido a métodos "no ortodoxos" para analizar los efectos secundarios, sobre los que aportó detalles.

Los expertos que trabajaron en Cochrane piden a la OMS que revise su recomendación a los países y que el Reino Unido no renueve sus reservas una vez caducados los medicamentos.

Según los científicos, algunos pacientes a los que se les suministró Tamiflu sufrieron náuseas y vómitos y, en algunas ocasiones, dolores de cabeza.

El experto en epidemiología Tom Jefferson dijo hoy que no recetaría el fármaco para aliviar los síntomas, sino que recomendaría paracetamol.

Para Wendy Barclay, investigadora sobre la gripe del Imperial College London, reducir los síntomas del mal en los niños, aunque sea de 29 horas, puede ser "bastante beneficioso".

"Tamiflu funciona tan bien como cualquier fármaco que tenemos ahora", consideró Barclay.



Leer más: http://www.lavanguardia.com/vida/20140410/54404890511/londres-desperdicio-millones-de-euros-en-el-tamiflu-segun-expertos.html#ixzz2yZ9n48bE

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Y LAS LUCHADORAS DEL AGREAL/ VERALIPRIDA EN ESPAÑA, AÑADIMOS MAS.





Científicos: Tamiflú no es útil para controlar una pandemia de gripe. "No hay manera de creer que el fármaco pueda prevenir una pandemia", señaló el profesor de medicina de la Universidad de Oxford Carl Heneghan, que participó en el estudio.




Científicos: Tamiflú no es útil para controlar una pandemia de gripe.


Roche, su fabricante, criticó el estudio y defendió eficacia del fármaco para tratar la influenza.
Tras revisar decenas de estudios sobre la efectividad del fármaco oseltamivir, comercializado bajo marcas como Tamiflú, de Roche, y Relenza, de GSK, el grupo Cochrane Collaboration, conformado por científicos independientes del Reino Unido, concluyó, a la luz de la evidencia científica, que este medicamento no garantiza el control de una pandemia como la de la gripa AH1N1, cuya mayor actividad se registró entre el 2009 y el 2010.

En su momento, y ante la carencia de medicamentos o vacunas que pudieran proteger a la población global de un agente cuya virulencia se desconocía, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a los países que contaran con reservas de este fármaco (utilizado para el tratamiento de la influenza), para afrontar la pandemia.

Todas las naciones que estuvieron en capacidad de hacerlo, y entre ellas Colombia, adquirieron millones de dosis de antivirales de esta clase que, a la postre, no se utilizaron en su totalidad.

Cinco años después, los investigadores de Cochrane encontraron que "lo mejor que puede hacer Tamiflú es reducir muy poco (de 7 a 6,3 días) el proceso gripal; no combate muchos de los efectos secundarios".

"No hay manera de creer que el fármaco pueda prevenir una pandemia", señaló el profesor de medicina de la Universidad de Oxford Carl Heneghan, que participó en el estudio.

En ese orden de ideas, en países como el Reino Unido se cuestionó la inversión hecha en la compra y almacenaje de Tamiflú y Relenza, donde ascendió a 671 millones de euros.

El fabricante del fármaco, Roche, manifestó su total desacuerdo con las conclusiones del análisis y advirtió que podría tener "serias consecuencias para la salud pública", según los medios locales.

En un comunicado divulgado este jueves, el laboratorio suizo aseguró que "respalda firmemente la calidad e integridad de nuestra evidencia clínica, que se refleja en las aprobaciones de más de 100 agencias reguladoras de todo el mundo, y la evidencia subsecuente que muestra que Tamiflú es un medicamento efectivo para el tratamiento y prevención de la influenza".

Roche criticó el hecho de que Cochrane no tuviera en cuenta todos los estudios que les proporcionó a los investigadores y afirmó que el análisis tiene limitaciones metodológicas y es "una tergiversación de la eficacia y seguridad de un medicamento establecido para la profilaxis y tratamiento de la influenza, que socava el consenso mundial de salud pública".

Colombia analiza el tema

Los expertos que trabajaron en Cochrane piden a la OMS que revise su recomendación a los países.

Al respecto, Fernando Ruiz, viceministro de Salud, aclaró que la actual administración no ha adquirido oseltamivir, "pero necesitamos tener certeza sobre su efectividad. Ya conocíamos el metaanálisis de Cochrane, además de algunos pronunciamientos de países preocupados por el tema, de modo que solicitamos hace unas semanas al Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud (Iets) un análisis técnico sobre su efectividad dentro de un marco epidemilógico válido". Los resultados se conocerán en los próximos días.

El Viceministro agregó que se necesita tener certeza sobre la efectividad de este medicamento. De eso dependen las medidas que tome el país ante un eventual desabastecimiento del fármaco.

La gripa AH1N1 y los antivirales en Colombia

En marzo del 2009 se identificaron los primeros casos de gripa AH1N1 en la frontera entre México y Estados Unidos.

El 3 de mayo del 2009 se reportó primer caso oficial de AH1N1 en Colombia y Suramérica.

En ese momento se calculó que el virus podría infectar a dos millones de colombianos y matar a unos 15.000.

Con base en las proyecciones el país adquirió, en el primer semestre del 2009, 426.000 dosis Tamiflú a Roche y 648.000 dosis de fármacos similares a otros laboratorios.

Las 1'074.000 dosis costaron 34.000 millones de pesos.

En el 2009 se registraron en total 3.729 casos de AH1N1 en el país, incluidos 232 fallecidos.

En el 2010 hubo 107 casos confirmados, incluidos 62 fallecidos.

La mayoría de las dosis adquiridas se vencieron finalmente (no hubo necesidad de usarlas todas).

En el primer semestre del 2009, las ventas globales de Tamiflú, de Roche, aumentaron 203 por ciento.

Con información de Efe

REDACCIÓN SALUD


http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/salud/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13812936.html

lunes, 3 de febrero de 2014

EL MIRADOR -- DR. D. JUAN GERVÁS: Partido en el campo de las vacunas (gripe, zóster, tosferina). Industrias derrotó a periodistas por 3 a 0



EL MIRADOR

DR. D. JUAN GERVÁS: Partido en el campo de las vacunas (gripe, zóster, tosferina). Industrias derrotó a periodistas por 3 a 0.

http://www.actasanitaria.com/partido-en-el-campo-de-las-vacunas-gripe-zoster-tosferina-industrias-derroto-periodistas-por-3-0/


“Es noticia aquello que alguien no quiere que se publique. Todo lo demás son anuncios”

Los periodistas también tienen conflictos de intereses

La gripe A ha venido, nadie sabe cómo ha sido

El herpes zóster y la neuralgia post-herpética

La embarazada como propiedad pública

LÉAN TODO EL ARTICULO:

http://www.actasanitaria.com/partido-en-el-campo-de-las-vacunas-gripe-zoster-tosferina-industrias-derroto-periodistas-por-3-0/.


LAS LUCHADORAS DEL MEDICAMENTO: AGREAL/VERALIPRIDA DE LOS LABORATORIOS SANOFI AVENTIS, SABEMOS MUCHO SOBRE EL APARTADO " LOS PERIODISTAS TAMBIÉN TIENEN CONFLICTOS DE INTERESES".

MUCHO, MUCHISIMO CONOCEMOS NOSOTRAS LAS MUJERES QUE TOMAMOS ESE MEDICAMENTO, QUE "NO SON LOS PERIODISTAS, SON LOS DE ARRIBA LOS MAS QUE MANDAN EN LOS PERIÓDICOS, TV.. ETC., LOS QUE "NO DEJAN PUBLICAR TODO CUÁNTO HAN INVESTIGADO SOBRE ESTE MEDICAMENTO" Y QUE ES MUY FUERTE.

CONFESIONES DE PERIODISTAS A ESTA ASOCIACIÓN AGREA-L-UCHADORAS DE ESPAÑA.

¡¡¡ MALDITOS CONFLICTOS DE INTERESES !!!





sábado, 20 de abril de 2013

Países no se dan abasto para vacunar contra la tos ferenia

Países no se dan abasto para vacunar contra la tos ferenia


Tendencias • 19 Abril 2013 - 3:26pm — Blanca Valadez, enviada

Sanofi, uno de los laboratorios productores, tiene disponible para México 600 mil dosis pero debido a la falta de insumos el Gobierno Federal declaró desierta la licitación de compra.



Cancún • Las autoridades sanitaria han incumplido con la disposición del Consejo Nacional de Vacunación (Conava), lanzada hace un año, de vacunar a las mujeres embarazadas ante el resurgimiento alarmante de contagios de tosferina en México debido a que no hay laboratorio en el mundo capaz de producir el biológico para proporcionarlo a 2 millones de embarazadas en el país y tampoco los pedidos de otras naciones.

Sarbelio Moreno, director de Infectología del Hospital Infantil de México y Patricia Cervantes, directora médica de la farmacéutica Sanofi recordaron que el entonces y actual subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri informó sobre la resolución del Conava, de que se iban a aplicar vacunas para proteger a 2 millones de embarazadas en el segundo trimestre para evitar que contagien a los menores nacidos durante las etapa de cuidados y de lactancia.

Sanofi, uno de los laboratorios productores, tiene disponible para México 600 mil dosis pero debido a la falta de insumos el Gobierno Federal declaró desierta la licitación de compra y, hasta el momento, de acuerdo a Cervantes, no ha continuado con el proceso de adquisición de las 600 mil dosis disponibles para incluirla en la cartilla nacional de vacunación.

Durante la Cumbre Sanofi, que reúne a mil 200 médicos y 100 conferencistas, se recordó que en el 2013, la Secretaría de Salud iba a destinar un presupuesto específico para la compra de la vacuna, pero debido a la falta de abasto no arrancado la campaña.

Lo cierto es que la alerta del brote de tos ferina sigue vigente. Se trata de una enfermedad que se creía bajo control y que ahora resurge con todos sus síntomas como gripe, fiebre vómito, anemia, taquicardia, silbidos, hipertensión, hasta llega afectar al corazón y colapsar pulmones.

Pero si bien, dijo se carece de la vacuna, una realidad es que salvo algunos institutos como el Nacional de Referencia Epidemiológica, de Nutrición y Pediatría, se carece de la tecnología y la capacitación necesaria para detectar que se trata de tos ferina y darle a los pacientes tratamiento adecuado porque la mayoría recibe por desconocimiento terapias de antibióticos que agravarán la enfermedad y puede causarles la muerte.

La tos ferina no estaba erradicada en México ni en diversas partes del mundo, se consideraba una enfermedad de baja prevalencia. Sin embargo, desde hace más de una década comenzaron los países, junto con la Organización Mundial de la Salud, a detectar casos inusuales, brotes epidemiológicos, que llevó a modificar los criterios sanitarios, es decir, ya no sólo vacunar a los menores de edad, sino también a los adolescentes y adultos porque se comprobó que la protección contra esa bacteria deja de tener efectividad 10 años después de su aplicación.

Los brotes de tosferina, abundó Moreno, se dieron en Estados Unidos, uno de ellos en Texas, con 11 mil casos comprobados en 2011 y en Washington, con más de 50 mil en el 2012, sobre todo entre la comunidad latina.

La CDC de Atlanta analizó los casos de AL, luego de que en Chicago se detectara el mayor brote en la historia del siglo XXI con hasta nueve mil casos en 2010 y hasta junio de 2012 van 3 mil 182.

“Nuestro vecino del Norte más que ser un espejo de lo que sucede en México, representa una alerta preocupante.

“Allá hay cultura y conciencia sanitaria, de atención inmediata, en nuestro país la bacteria se reduce a una tos perseverante, misma que se contagia con gotitas de saliva y que puede resultar mortal para bebés como para adultos. Se trata de una enfermedad que se está presentando en todos los sectores sociales, desde pobres hasta niveles con poder adquisitivo”.

Ahora la industria farmacéutica se encuentra contra la pared. No sólo México ha solicitado dosis, sino también Argentina, Venezuela, Perú, Ecuador, Brasil, Uruguay y Chile.

La bacteria desde hace cinco años creció en un 90 por ciento en México, Venezuela (se ha cuadriplicado en 18 meses hubo 634 casos y en solo cinco meses de este año va 447 diagnosticados), Colombia, Argentina, principalmente.

La tosferina, como se denomina a la bacteria llamada Bordetella Pertussis, se contagia a los menores por la madre, abuelos, tíos, por vía aérea, estornudos y gotitas de saliva, y lo preocupante es que la gran mayoría de los que infectan fueron vacunados a la edad cinco años y esa inmunización ya perdió efectividad diez años después. No da inmunidad de por vida.

La tosferina dura hasta 40 días. Se presenta como catarro “común¨, que es en la etapa en la que se identifica la bacteria, sin embargo, en el país no hay ese estilo de estudios de detección a través de cultivo en laboratorio. “El enfermo sigue con el catarro, luego comienza con síntomas más graves como es tos, para ese entonces ya recibió antibiótico

Se estima, de acuerdo a los especialistas, de una enfermedad que contagia hasta 50 millones de personas y provoca la muerte de 200 mil cada año.

La estrategia de la Fundación Panamericana de la Salud y Educación consiste en movilizar recursos con los países de AL para vacunar a toda la familia, capacitar al personal de la salud, modificar los esquemas de inmunización basada en considerar a toda la familia y lanzar el Día Latinoamericano contra la Pertussis en el mes de septiembre, falta definir el día.

Asimismo, comenzar con un proceso de notificación a través de la página www.americalatinasinpertussis.com  de adolescentes, y también del personal médico que también es una fuente importante de contagio.


Claves

La Secretaría de Salud (Ssa) informó que en los pasados tres años y hasta mayo de 2012 se reportaron mil 621 personas afectadas, de las cuales 78 por ciento tenían menos de un año de edad.

La tosferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis, la cual fue descubierta hace 106 años por el científico belga Jules Jean Baptiste Vincent Bordet. Los primeros síntomas aparecen de siete a 10 después de la infección y se presenta en forma de tos, con fiebre y catarro.



El negocio farmacéutico tampoco es transparente

El negocio farmacéutico tampoco es transparente.




La industria presume cuando tiene éxito pero no explica en qué ha fallado: eso hace que los mismos errores se repitan muchas veces

La información clínica ofrecida a la comunidad médica tiene un claro sesgo en favor de los intereses de las empresas

Guzmán Sánchez - Investigador en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa

Eldiario.es, 15/04/2013

Si funciona, se cuenta; si no funciona... mejor no. La comunidad científica tiende a publicar mayoritariamente resultados positivos de las pruebas que se realizan sobre los fármacos, para ver si son útiles realmente o no. Eso no quiere decir que no haya resultados negativos, de hecho, sucede más bien lo contrario: refutar hipótesis es parte del día a día de cualquier investigador.

La escuela imperante en la mayoría de los sistemas de salud mundiales es la llamada "Medicina basada en la evidencia": cada decisión médica ha de estar apoyada por estudios contrastados e independientes, estadísticas fiables y representativas que garanticen el mejor tratamiento posible para el paciente. Sin embargo, esto no sucede en todos los casos. A lo largo de los años se ha normalizado el hecho de que empresas farmacéuticas y agencias reguladoras manejen datos sobre medicamentos de uso común con total opacidad. La información médica no es tratada con la transparencia necesaria y esto repercute directamente en la calidad de nuestro sistema de salud.

Hay ilustres ejemplos de resultados negativos que han sentado las bases de un gran descubrimiento posterior como sucedió con el experimento de Michelson y Morley que descartó la existencia del éter y sirvió de precedente para la Teoría de la Relatividad. Sin embargo, los resultados positivos son mucho mejor valorados que los negativos porque dan más prestigio (por eso Einstein es más famoso que Michelson y Morley) y justifican la dedicación de tiempo y recursos. Además, los resultados negativos en general no son valorados por las revistas científicas, no son noticia.

Este fenómeno se conoce como sesgo de publicación y se produce a todos los niveles en ciencia; desde la investigación básica en el ámbito académico hasta los ensayos clínicos de medicamentos. La ausencia de resultados negativos puede implicar la interpretación errónea de la realidad. En un contexto médico, donde los resultados afectan directamente a la salud de los pacientes, esto puede tener graves consecuencias. Un ejemplo presentado por Ben Goldacre en su libro Bad Pharma es el de la lorcainida, un compuesto que evita las arritmias cardiacas. Durante su desarrollo como fármaco en 1980 se llevó a cabo un ensayo para comprobar si la inhibición de las arritmias podía aumentar la supervivencia después de haber sufrido un infarto.

Los resultados refutaron esta hipótesis ya que un 20% de los pacientes tratados con lorcainida murieron, frente al 2% de los pacientes que recibieron placebo. El desarrollo comercial se detuvo y este estudio nunca llegó a ser publicado. Sin embargo, durante la década siguiente otras compañías tuvieron la misma idea de emplear medicamentos contra la arritmia para el tratamiento post-infarto. En varios casos, estos compuestos fueron ampliamente comercializados durante años hasta que se llegó de nuevo a la conclusión de que provocaban fallo cardiaco. Los autores del primer estudio en 1993 escribieron un artículo en el que pedían perdón a la comunidad científica por no haber difundido los datos que podrían haber evitado miles de muertes. Este es uno de los primeros ejemplos del efecto que puede producir el sesgo de publicación en la práctica médica.

Si bien en el caso de la lorcanida los ensayos clínicos no fueron publicados en vista de que no iba a ser desarrollado comercialmente, tampoco ocurre en los casos de fármacos que son aprobados. La evaluación de un medicamento para su comercialización es precedida de una demostración científica de su eficacia por parte de la compañía farmacéutica interesada. Diversos estudios serán presentados a una agencia reguladora estatal o transnacional, la cual decide en última instancia si el fármaco puede salir al mercado. Esta información proporcionada por la compañía así como los detalles del proceso de evaluación son considerados estrictamente confidenciales. Por tanto, la comunidad médica debe confiar en el criterio de la agencia sin tener posibilidad de acceso a la información que determinó el veredicto, a pesar de los casos que ponen su imparcialidad en tela de juicio.

El ejemplo más paradigmático, por lo dramático de la situación, es el de Vioxx, un inhibidor de la enzima COX-2 empleado en tratamiento de la artritis. Durante los cinco años en los que este medicamento fue comercializado se estima que fue directamente responsable de más de 100.000 afecciones cardiacas. La actuación de la FDA (la agencia del medicamento de EEUU) fue connivente y permisiva con los intereses de la compañía (Merck) hasta que se vio obligada a retirar el fármaco tras la comparecencia de uno de sus miembros en el Senado de los EEUU.

Quizás el dato más grave de aquella crisis fue que la FDA conocía del riesgo de cardiovascular asociado a Vioxx antes de su aprobación, desde que los ensayos clínicos fueron presentados. Similares casos de negligencia se ha dado con otros medicamentos tóxicos, de los cuales el más reciente es Avandia, otro fármaco líder de ventas empleado en el tratamiento de la diabetes y recientemente retirado del mercado por aumentar el riesgo de infarto de miocardio. En este contexto, son cada vez más los que opinan que la toda la información a la que ha tenido acceso la agencia reguladora durante la evaluación de un medicamento debería ser de dominio público.

Colectivos independientes intentan recabar información sobre ensayos clínicos controvertidos aportando conclusiones sobre las razones de fondo de la opacidad. Tamiflu es un antiviral empleado en el tratamiento de la gripe que proporciona a su fabricante (Roche) enormes beneficios. En 1999, la FDA aprobó su comercialización a pesar de hacer constar que no había evidencias sólidas para afirmar, contrariamente a la versión de la compañía, que el fármaco redujera las complicaciones gripales. A pesar de ello, la OMS lo ha incluido en su lista de medicinas esenciales y ha recomendado a estados la adquisición masiva de este tipo de antivirales para la prevención de posibles pandemias de gripe (basándose en opiniones de expertos con importantes conflictos de interés). Recientemente, millones de dosis se vendieron durante la crisis de la gripe A mientras que, por su parte, la FDA nunca ha aclarado la discrepancia sobre la efectividad de Tamiflu.

Un artículo publicado hace unos meses en Plos Medicine trataba el tema de la falta de transparencia en la toma de decisiones por parte de agencias reguladoras. Los autores, colaboradores de la Crochane Library, una base de datos de revisiones independientes sobre tratamientos médicos, explican los sucesivos intentos para conseguir los datos que permitieron la aprobación de Tamiflu. El artículo recoge la correspondencia entre los autores y Roche a lo largo de los años mostrando las diversas evasivas de la compañía para no compartir los informes de los ensayos clínicos. Al final, se permitió el acceso tan solo a una porción de los datos y su análisis reveló que Roche había proporcionado a la FDA información incompleta de algunos ensayos, con numerosos sesgos y problemas graves en el diseño experimental. En su conjunto, según los autores, estos resultados invalidan la efectividad de Tamiflu en el tratamiento de la gripe y muestran la necesidad de hacer públicos los ensayos clínicos para ser evaluados de manera independiente.

La deficiencia de información no permite a la comunidad médica tener en cuenta detalles importantes a la hora de recetar ya que los ensayos clínicos son con toda probabilidad los más exhaustivos estudios que se harán nunca del medicamento en cuestión. Por tanto, un médico que quiera decidir sobre una opción de tratamiento para un paciente tendrá fundamentalmente dos fuentes de información: el marketing encubierto que ofrece la industria a través de visitadores médicos y diversos eventos de formación, o las revistas médicas especializadas.

Mientras que la primera opción es, aunque generalizada, cuando menos controvertida, el estudio más independiente a través de la literatura clínica presenta el problema del sesgo de publicación. Un artículo analizó qué porcentaje de los ensayos clínicos sobre antidepresivos que se presentaron a la FDA salieron a la luz en forma de publicación en revistas médicas. De un total de 74 ensayos presentados, 38 fueron positivos, de los cuales 37 fueron publicados, mientras que 36 tuvieron resultados negativos pero solo se publicaron tres. Este ejemplo no es un caso aislado sino que parece ser la norma.

En 2010 un meta-análisis recopiló todos los artículos sobre el fenómeno del sesgo de publicación desde 1998, concluyendo que la mitad de los ensayos nunca llegan a ver la luz y que la publicación de resultados positivos es más rápida y el doble de probable que la de los ensayos negativos. Este sorprendente sesgo inclina la balanza de forma clara a favor del fármaco y condiciona las decisiones de facultativos, académicos y pacientes, cuya única fuente de información es la literatura médica.

La ocultación de información afecta directamente a la práctica de la “medicina basada en la evidencia” amenazando en convertirla en “medicina basada en algunas evidencias”. En este tema, la responsabilidad no solo reside en las compañías farmacéuticas, alguna de las cuales ha manifestado su intención de mejorar el acceso a la información, sino en todos los actores involucrados: comités de ética, agencias reguladoras y revistas médicas han permitido que los sucesivos intentos por aumentar la transparencia hayan fracasado en larga medida. En la última regulación aprobada por la FDA se obligaba a las compañías a publicar en el plazo de un año todos los ensayos que se realicen. Aún así, según el último estudio del British Medical Journal, solo uno de cada cinco ensayos han llegado a ver la luz.

La práctica de la medicina es extremadamente complicada y se aleja de ser una ciencia exacta al tratar con sistemas biológicos que son imposibles de predecir con seguridad. La opacidad en el acceso a la información clínica no hace sino aumentar el rango de indeterminación, y por tanto el riesgo para el paciente, en cualquier tratamiento médico.

Nota original http://bit.ly/1131GaL


saludos

Martín


Martín Cañás

Gapurmed

La Plata, Argentina





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