sábado, 1 de mayo de 2010

AGREAL/VERALIPRIDA/VERALIPRIDE ¿RECUENDAN A "TODAS LAS GERTRUS" LO RECORTAMOS

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ADRIÁN MARTÍNEZ
Gertru es una mujer real con nombre ficticio.
Tan real que cualquier ficción se vería ampliamente superada pues es imposible que ninguna farsa o guión preestablecido pueda contemplar o relatar el extenso sufrimiento que arrastra esta mujer. Podemos decir que Gertru es el compendio, la suma síntesis, de muchas mujeres que, llegando a la edad de cuidar nietos, arrastran parecidos problemas de salud y comunes realidades trenzadas de cotidianeidad angustiosa por multitud de prescripciones médicas en busca de un alivio que jamás llegó ni llega. Las no-enfermedades de Gertru, los diagnósticos médicos mediatizados por la publicidad de ciertas empresas y los tratamientos interpuestos, desde que alguien le dijo que la menopausia era una enfermedad, han hecho de Gertru una mujer pegada al otro lado de esa interminable mesa que separa a cualquier médico de cualquier paciente cuando aquel no sabe o no encuentra las adecuadas soluciones ni éste el suficiente alivio. A Gertru sus dudas y sus preguntas siempre se las han respondido con medicamentos.
Ella era una mujer feliz y sin demasiados problemas, excepto por esos a los que la vida te va enfrentando. Seria incluso tedioso comentar la normalidad vital de esta mujer antes de que le entraran los sofocos y las manifestaciones psicofuncionales propias de la menopausia. Culpa ninguna, pero es que a Gertru le diagnosticaron menopausia cuando hacia ya mucho tiempo que en América y en Europa se habia apuntalado la idea de que este ciclo normal de la vida era una enfermedad carencial. El famoso Dr. Robert Wilson (y las multinacionales farmacéuticas a las que representaba), conjuntamente con su famoso libro de título "Feminine Forever" ("Femenina para siempre"), hicieron el resto. Frente al emergente movimiento de las feministas, telón de fondo de los años 60, y su lenguaje de emancipación, el libro de Wilson alegaba que su visión revolucionaria en torno a la menopausia y de su tratamiento era una manera de apoyar la liberalización de la mujer, sobre todo en el ámbito sexual. Bajo este prisma, las mujeres salían beneficiadas si consideraban a la menopausia como una dolencia médica. Sofocos, sudores y otros síntomas fueron entonces legitimados y explicados por la ciencia médica más moderna. La consecuencia no podía ser otra que la interposición de terapias farmacológicas. Una vez definida como enfermedad carencial, el tratamiento, hormonal o no, de la menopausia no era únicamente legítimo, sino que se convirtió en un precepto. Años después algunas corporaciones médicas seguían -y siguen- empeñadas en tal discurso y en tal deriva farmacológica. Y a todas nuestras "Gertrus" les hicieron ver que sus ¿desagradables? cambios eran un problema médico, etiquetándolo de enfermedad carencial y tratable farmacológicamente. A Gertru le dieron un fármaco llamado Agreal (Veralipride).
Efectos secundarios.
Eso sería allá por 1997 y lo dejó de tomar en 2005, en que fue retirado de España bajo un escándalo que se sustrajo a la opinión pública. Gertru notó los efectos secundarios desde la primera caja, pero el prospecto no era del todo claro en ese sentido y los médicos, o bien no los achacaban al Agreal, o simplemente decían que una vez que se dejara el tratamiento la sustancia química se eliminaría del organismo y las secuelas desaparecerían. Pero no ocurrió así:
la depresión, el Parkinson, la ansiedad, el insomnio y el cansancio crónico continúan en Gertru incluso 5 años después de dejar de tomar el producto. Y por eso necesita tomar todos los días antidepresivos, ansiolíticos e hipnóticos y realizar frecuentes vía crucis médicos en busca de un remedo de felicidad que pueda sobrevenirle vía oral y con forma de pastilla. Simplemente para que su autoestima y su vida no amarguen más a todos los que a su alrededor se sienten impotentes.
Pero no creo -añado- que Gertru no sepa -y por ello se sienta en indefensión- que éste es un asunto que ya llevan despachos de abogados en España y que representan ya a miles de afectadas constituidas en múltiples asociaciones.
Afortunadamente, si es se puede llamar fortuna a lo que encima tiene Gertru, nunca le han recetado tratamientos hormonales sustitutivos para esa "grave enfermedad" que parece ser la menopausia. No me hubiese extrañado que le pillara esa moda de finales de los 80 y principios de los 90 en el que millones de mujeres en el mundo empezaron a ser tratadas con ese tipo de terapias promovidas sobre la base de falsas pruebas que sugerían no solamente que aliviaban síntomas sino que podían reducir en la mujer el riesgo de padecer fracturas óseas, enfermedades cardiacas y el deterioro cognitivo. Hoy se sabe que muchas de aquellas promesas no sólo eran falsas, sino peligrosas, tal y como ya se desprendió, inicialmente, del aquel famoso y riguroso estudio de calidad del año 1998 llamado "Hers", donde se evidenciaron sus riesgos a medio y largo plazo, y , finalmente, con ese otro gran estudio del año 2002 llamado "Women's Health Initiative" que se publicó en la revista americana "Jama" y cuyos resultados se podrían resumir diciendo que los tratamientos hormonales sustitutivos han sobredimensionado nimios beneficios, como la reducción de fracturas y el cáncer de colon, frente al aumento de riesgos de padecer ataques al corazón, ictus, trombos y cáncer de mama.
Y es que, querida Gertru, madre, tía, hermana, vecina, amiga, paciente, hasta que los reguladores sanitarios no despierten de su letargo las campañas de marketing seguirán hechizando a numerosos consumidores y a algunos médicos. Aunque solo sea por el hechizo que para algunos de estos últimos representa el dinero. O simplemente la ignorancia y la prepotencia.
http://www.diarioinformacion.com/medicina-salud/2010/03/20/gerturs/991421.html

LUEGO EN ESTE BLOG, SE ARGUMENTÓ "QUE NUESTRAS ABUELAS Y MADRES, NO TOMARON NADA PARA LOS SOFOCOS, ALGO ASI.

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NOS MANDAN LO SIGUIENTE Y CREE QUE ES UNA DRA., EN RELACIÓN A LO ANTERIOR,:

¿Al tiempo de nuestras abuelas? No, gracias.

Leía un artículo que lleva por título “A todas las ´Gerturs´” que me despierta muchas reflexiones.
El artículo es un alegato contra el medicamento Agreal* (Veralipride), pero también se extiende al uso de terapia hormonal en la menopausia, a que ésta haya sido definida como una enfermedad carencial, cuando ciertamente no lo es, y arremete contra farmacéuticas y médicos en esta forma horrenda de hacer negocio e insiste en algo que realmente está tomando notoriedad entre los especialistas, la fuerza de las campañas de marketing para crear consumidores (que primero hay que convencerlos que están enfermos), en lo que estamos absolutamente de acuerdo pero yo agregaría, que no es sólo en el caso de la menopausia. Y finalmente responsabiliza al sistema sanitario.
El artículo lo escribe un hombre, y es lo que justifica su apreciación de que no se necesitan tratamientos en la menopausia o climaterio o que diga “les hicieron ver que sus ¿desagradables? cambios eran un problema médico”. Cuando una mujer se sofoca y transpira, no puede dormir, se deprime, baja su autoestima, llora sin saber por qué, y muchas otras cosas, sus cambios no son sólo desagradables sino desesperantes. Es la razón que llevó a las “Gertrus” a tomar Agreal (Veralipride)*.
Los efectos secundarios de Agreal
Gertrus es muchas Gertru, una mujer que buscaba alivio a sus síntomas, sin encontrarlo. A estas mujeres le recetaron Agreal y agrega: “eso sería allá por 1997 y lo dejó de tomar en 2005, en que fue retirado de España bajo un escándalo que se sustrajo a la opinión pública. Gertru notó los efectos secundarios desde la primera caja, pero el prospecto no era del todo claro en ese sentido y los médicos, o bien no los achacaban al Agreal, o simplemente decían que una vez que se dejara el tratamiento la sustancia química se eliminaría del organismo y las secuelas desaparecerían. Pero no ocurrió así: la depresión, el Parkinson, la ansiedad, el insomnio y el cansancio crónico continúan en Gertru incluso 5 años después de dejar de tomar el producto.”
Las mujeres que consumieron Agreal se han reunido en España como “Asociación Agreal Luchadoras De España” denunciando los efectos secundarios que están padeciendo y exigiendo que haya responsables y una indemnización. Sin dudas es un legítimo reclamo y en una sociedad desarrollada el estado es quien debe dar este tipo de garantías.
Además del reclamo, reflexión y más investigación en menopausia
Sin quitarle la relevancia al justo reclamo, también nos obliga a la reflexión de por qué una paciente que se siente mal al comenzar un tratamiento lo debe continuar. Cómo es y cómo debería ser la relación médico-paciente. ¿Por qué esa sumisión? ¿Qué hay de los derechos del paciente?
Creo que estaríamos de acuerdo con el articulista en este punto.
Otros puntos a reflexionar son ¿por qué tenemos tanto atraso en el estudio de la menopausia? ¿por qué la sociedad no ha priorizado los problemas de las mujeres? ¿por qué se permitió la experimentación con Veralipride? ¿por qué se permite la venta de productos naturistas para la menopausia sin ningún estudio, ni de dosis ni efectos secundarios a largo plazo?
Creo que también pudiéramos tener coincidencia en este punto.
A veces me pregunto si estas mujeres que tomaron Agreal, no lo habrán hecho presionadas por las campañas mediáticas que satanizan las terapias de reemplazo hormonal, que si bien es cierto no son la panacea y que también experimentaron con nosotras, hoy por hoy está mucho mejor conceptualizado cómo deben utilizarse y por lo menos se sabe qué efectos secundarios tienen, cuánto tiempo deben utilizarse y quienes no deben someterse a estos tratamientos. Esto hace una gran diferencia.
Y justamente al hablar de tratamientos hormonales, que dice el articulista “afortunadamente” no le dieron a Gertru, desprecia el aspecto importante que pudieran tener en la prevención de la osteoporosis o como coadyuvante. Recuerdos de mi infancia me traen casas grandes donde alguna habitación casi prohibida alojaba una anciana en silla de ruedas o incapacitada por una fractura. También ha sido responsabilidad de las mujeres cuidar a los enfermos y tal vez por eso no le dé tanta relevancia.
Ciencia y bienestar para las mujeres
No lo dice explícitamente, pero se desprende del artículo que era mejor antes que la “ciencia médica más moderna” explicara la sintomatología de la menopausia. En esto discrepo totalmente: la ciencia es nuestra única aliada y en ella vamos a encontrar las respuestas. Los científicos coinciden en que faltan muchísimas cosas por hacer, que estamos en los estrógenos, pero que hay muchas cosas por aclararse.
Todos deberíamos presionar, como sociedad solidaria que tendríamos que ser, para priorizar algo que le sucede o le va a suceder a todas las mujeres. ¡Ya es tiempo de invertir para el bienestar de las mujeres! Y bienestar para las mujeres es prevenir o curar la osteoporosis y enfermedades cardiovasculares de lo que tanto se habla hoy día y también es poder dormir.
¿Pero volver al tiempo de nuestras abuelas de aguantar y tomar quina (que es la mejor medicina) aceptar que la vida es sufrimiento y así debe ser? ¡No, gracias!
* En México el nombre comercial de Veralipride es Aclimafel
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SI DRA., "LA VIDA ES UN SUFRIMIENTO" PERO DE AHI A QUE ESE "SUFRIMIENTO, GRAVISIMO SUFRIMIENTO" SEA "AGUDADISIMO" POR UN MEDICAMENTO COMO EL "AGREAL=AGRADIL=ACLIMAFEL, Y ENCIMA CON UN PROSPECTO COMO EL ESPAÑOL (COLOCADO MENSAJE ANTERIOR) Y SI ES DRA., SEPA QUE AQUI EN ESPAÑA "NUNCA EXISTIÓ "FICHA TECNICA" EN 22 AÑOS A LO QUE NOS HAN HECHO A MILES Y MILES DE MUJERES EN ESPAÑA, TANTO Y COMO USTED INDICA.

AL MENOS EL ESTADO ESPAÑOL "NO DIÓ NUNCA ESA GARANTÍA" PORQUE NI NUNCA LO REVISÓ NI NUNCA LO CONTROLÓ, COMO ES SU OBLIGACIÓN.
AQUI EN ESPAÑA "NUNCA HEMOS ARREMETIDO CONTRA LOS MÉDICOS ESPAÑOLES Y NO LO PODEMOS HACER POR ÉLL@S DISPONIAN DE LA MISMA INFORMACIÓN QUE LAS QUE CONSUMIAMOS EL AGREAL/VERALIPRIDA, EL PORSPECTO: QUE SI LO LEE, "NO INDICABA NADA".

LA CIENCIENCIA CIENTIFICA DE LOS ESTUDIOS DE LOS "MEDICAMENTOS" POR ESO ESTAMOS "ESPERANDO".

PERO ESTUDIOS CIENTIFICOS SERIOS E INDEPENDIENTES, TOTALMENTE INDEPENDIENTES DE LAS "INDUSTRIAS FARMACÉUTICAS".

PORQUE AQUI EN ESPAÑA DRA., LA AGENCIA REGULADORA DE LOS MEDICAMENTOS DE USO HUMANA, CON EL AGREAL/VERALIPRIDA "NUNCA HIZO NADA EN LOS 22 AÑOS" A PESAR DE LAS "TARJETAS AMARILLAS" MUCHAS DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y A PESAR DE "TODOS LOS ESTUDIOS QUE EXISTÍAN" ANTES DE SU AUTORIZACIÓN Y DESPUES, ESO CREEMOS QUE USTED LO SABE.

Y DE LOS LABORATORIOS SANOFI SYNTHELABO/SANOFI AVENTIS, TAMBIEN HICIERON OIDOS SORDOS A DICHOS ESTUDIOS Y AQUI EN ESPAÑA "ENMASCARARON" LA REALIDAD DEL AGREAL/VERALIPRIDA.

ENCIMA DRA., EL UNO Y EL OTRO NOS INDICAN :

DENUNCIEN A LOS MÉDICOS QUE SE L@S PRESCRIBIERON,

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