sábado, 26 de enero de 2013

Tolvaptán (Samsca): Riesgo potencial de daño hepático





Tolvaptán (Samsca): Riesgo potencial de daño hepático


FDA MedWatch 25 de enero 2013



ANTECEDENTES: tolvaptán (Samsca) es un antagonista selectivo del receptor vasopresina V2 indicado para el tratamiento de la hiponatremia hipervolémica y normovolémica clínicamente relevante . Samsca no está aprobado para el tratamiento de riñón poliquístico autosómico dominante (ADPKD por sus siglas en inglés).


Anuncio:

Otsuka y FDA informaron a los profesionales de la salud de la asociación de lesión hepática significativa con el uso de tolvaptán (Samsca). En un estudio doble ciego, controlado con placebo, de 3 años de duración, en aproximadamente 1400 pacientes con riñón poliquístico autosómico dominante (ADPKD por sus siglas en inglés) y en el ensayo abierto de extensión, 3 pacientes tratados con este fármaco presentaron un aumento significativo de alanina aminotransferasa (ALT ) en suero con aumentos concomitantes clínicamente significativos de la bilirrubina total. En los ensayos, la dosis diaria máxima de tolvaptán administrada (90 mg en la mañana y 30 mg en la tarde) fue mayor que el máximo de 60 mg de dosis diaria aprobada para el tratamiento de la hiponatremia.


La mayoría de las anormalidades de las enzimas hepáticas se observaron durante los primeros 18 meses de tratamiento. Tras la interrupción del tratamiento, los 3 pacientes mejoraron. Un panel de expertos externo en hepatología evaluaron estos 3 casos y concluyeron que el tolvaptán fue causa probable o muy probable. Estos hallazgos indican que tolvaptán tiene el potencial para causar daño hepático irreversible y potencialmente mortal. Estos datos no son suficientes para excluir la posibilidad de que los pacientes que recibieron tolvaptán para el uso indicado de hipernatremia hipervolemica o normovolémica, clínicamente significativo e hiponatremia tengan un riesgo mayor potencial de daño hepático irreversible y potencialmente mortal.


RECOMENDACIÓN: Los profesionales de salud deben realizar pruebas de función hepática lo antes posible en pacientes que refieren síntomas que pueden indicar daño hepático, incluyendo la fatiga, anorexia, malestar abdominal superior derecho, orina oscura o ictericia. Si se sospecha lesión hepática , debe interrumpirse de inmediato el tolvaptán y debe instituirse tratamiento adecuado y llevar a cabo investigaciones pertinentes para determinar la causa probable. No se debe volver a iniciarse el tratamiento a menos que se haya establecido que la causa de la lesión hepática observada no guarda relación con el tratamiento con tolvaptán.






Saludos,



Martin



Martin Cañás

Fundación Femeba/

Gapurmed

La Plata (Argentina)


viernes, 25 de enero de 2013

AGREAL/VERALIPRIDA EN ESPAÑA --- A TODAS LAS MUJERES ESPAÑOLAS QUE TOMAMOS EL AGREAL : MAÑANA SÁBADO Y EN ..........

AGREAL/VERALIPRIDA EN ESPAÑA --- A TODAS LAS MUJERES ESPAÑOLAS QUE TOMAMOS EL AGREAL.






 MAÑANA SÁBADO Y EN LA " RADIO CADENA SER " A LAS 10 HORAS ( POR LA MAÑANA) HORA PENINSULAR.

9 HORAS DE LAS ISLAS CANARIAS.

SE HABLARÁ SOBRE EL MEDICAMENTO: AGREAL/VERALIPRIDA EN ESPAÑA.

ESPECIALMENTE A SUS SEÑORÍAS "LOS JUECES DE TODA ESPAÑA" LES CONVENDRÁN "ESCUCHAR" YA QUE HASTA AHORA " SOLO HAN CREÍDO LAS MENTIRAS DE LOS LABORATORIOS SANOFI AVENTIS Y CIA.


SEÑORÍAS:

LAS MUJERES QUE REALMENTE TOMAMOS EL AGREAL/VERALIPRIDA:

"NO MENTIMOS"


SOMOS "LAS MUJERES LAS  QUE TOMAMOS ESE MEDICAMENTO" Y POR TANTO, PREGÚNTENOS A NOSOTRAS, TODO CUÁNTO SUS SEÑORÍAS, ESTIMEN OPORTUNO " PERO ESCÚCHENNOS".


Píldoras anticonceptivas: los sobornos salpican a Francia

Píldoras anticonceptivas: los sobornos salpican a Francia




1.300 GINECÓLOGOS NIEGAN ESTAR COMPRADOS



El Confidencial , 24 de enero 2013

Los ginecólogos franceses han roto el silencio. Tras saltar a la luz pública el escándalo de las píldoras anticonceptivas de tercera y cuarta generación, más de 1.300 facultativos han negado incurrir en una “prescripción excesiva” de estos medicamentos, perjudiciales para la salud según numerosos estudios clínicos, en base a las acusaciones de haber sido seducidos con suculentas comisiones de las farmacéuticas.

Las últimas generaciones de píldoras anticonceptivas “tienen el mismo efecto que las de segunda generación, pero son infinitamente más perjudiciales porque pueden generar embolia pulmonar y llegar a provocar la muerte”, explicaba recientemente a El Confidencial el francés Philippe Even, profesor emérito en la Universidad Paris Descartes y antiguo miembro de la comisión científica del Ministerio de Sanidad galo.La complicidad entre los gobiernos, médicos y laboratorios farmacéuticos es total


Un artículo en el que Even ya apuntaba la “complicidad entre los gobiernos, médicos y laboratorios farmacéuticos” en todo este proceso de comercialización y prescripción de fármacos con un dudoso beneficio. En España, estos contraceptivos orales son comercializados por varias de las grandes empresas del sector bajo distintos nombres. La mayoría de ellas están financiadas por la sanidad pública.

Cierre de filas en apoyo a los jefes de servicio

Los ginecólogos franceses han decido emprender un camino sin retorno y 1.293 de ellos han firmado un contundente manifiesto público, bajo el paraguas de la Sociedad Francesa de Ginecología, en el que afirman “ni estar comprados ni vendidos” a la industria. “Todos nosotros trabajamos por el bien común de las mujeres, al igual que la industria farmacéutica, bajo el respeto a la ley, a la ética médica y con total transparencia. Por tanto, ni nos han comprado ni nos hemos vendido”, arremetían en el texto.

La celeridad de su pronunciamiento se debe a las acusaciones vertidas en un reportaje titulado Pilule: enquête sur ces médecins liés aux laboratoires y firmado por el periodista de investigación Pascale Krémer, en el diario Le Monde. Un texto en el que aportaba diversa documentación para demostrar los estrechos lazos e intereses económicos compartidos entre los responsables de los servicios ginecológicos de varios hospitales galos, como el de Estrasburgo o el de Cochin en París, y los grandes laboratorios que comercializan las píldoras del día después. Francia prohibirá que estas píldoras se prescriban como primera opción.


“Tras la publicación del artículo del diario Le Monde en el que se acusa a nuestros colegas de profesión, los abajo firmantes, ginecólogos en la sanidad pública y privada, les manifestamos nuestro apoyo, tanto personal como profesional”, añaden los facultativos en el texto hecho público esta semana. Sin embargo, el Gobierno galo ya anunció a principios de este mes de enero que estaban preparando una modificación legal para restringir el uso de las píldoras contraceptivas de última generación, pues “presentan unos riesgos cardiovasculares para la salud mucho mayores que las píldoras de segunda generación”.



Sanidad restringe el número de prescripciones


Las intenciones de la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, se centran en que, a partir de la entrada en vigor de la nueva ley, los ginecólogos deberán “justificar” siempre la prescripción de esta píldora. Además, nunca se podrán prescribir como primera opción. Y es que las píldoras de tercera y cuarta generación multiplican por cuatro el riesgo de sufrir trombosis, embolias, flebitis, ictus o infartos. La federación médica critica la falta de transparencia de los organismos públicos

La Federación Francesa de Médicos ha criticado la falta de transparencia en los informes de la agencia nacional de seguridad farmacológica (ANSM). Según los datos oficiales, en 2012 solo se reportaron 133 casos de pacientes con embolia y 122 con ictus cerebrales relacionados con el consumo de estos medicamentos. “Unas cifras muy bajas que dejan al descubierto la inoperancia y la falta de transparencia del sistema de vigilancia farmacológica”, según criticaba la federación médica en un comunicado.


Saludos,

Martin



Martin Cañás

Fundación Femeba/

Gapurmed

La Plata (Argentina)

farmacol@femeba.org.ar



23/01/2013: Antiepilépticos durante la gestación



23/01/2013: Antiepilépticos durante la gestación.


La exposición fetal al ácido valproico se asocia a una reducción del cociente intelectual, dependiente de la dosis, en los niños a los 6 años de edad, según los resultados del estudio observacional prospectivo NEAD (Lancet Neurol 2013; 23 enero).

Los resultados del análisis intermedio del estudio NEAD, publicado en 2009, mostraron que los niños de madres tratadas con ácido valproico durante la gestación presentaban una función cognitiva alterada a los 3 años de edad, en comparación con otros antiepilépticos (noticia, abril 2009).

Un total de 224 niños completaron el seguimiento hasta los 6 años. Según los resultados definitivos del estudio, la exposición fetal al ácido valproico se asoció a un menor cociente intelectual a los 6 años (8 a 11 puntos menos) que con otros antiepilépticos, como la carbamacepina, la lamotrigina o la fenitoína. Esta afectación de la función cognitiva podría ser atribuible a cambios en la lateralidad y en las capacidades verbales inducidos por la exposición a los fármacos antiepilépticos. Entre los niños expuestos a ácido fólico periconcepcional el cociente intelectual medio era más alto que el de los no expuestos. Esta asociación positiva es consistente con otros estudios recientes. Sin embargo, según el editorial, con los datos disponibles no se puede considerar el ácido fólico periconcepcional a dosis altas (4-5 mg al día) como un antídoto de los riesgos teratogénicos del ácido valproico (Lancet Neurol 2013; 23 gener).






miércoles, 23 de enero de 2013

SANOFI AVENTIS Y SU MEDICAMENTO: AGREAL/VERALIPRIDA EN ESPAÑA " USTEDES DELIBERADAMENTE, MANIFIESTAN TODO LO CONTRARIO DE LO OCURRIDO EN ESPAÑA CON SU MEDICAMENTO AGREAL .... Y A TODAS LAS MUJERES DE ESPAÑA QUE AÚN TIENEN PENDIENTES DEMANDAR A SANOFI AVENTIS, YA QUE NO PRESCRIBE, ENTRE TANTO Y POR CAUSA DE ESE "VENENO" ESTEMOS MEDICÁNDONOS POR LAS SECUELAS PRODUCIDAS. QUE NO OS PRESENTEN DEMANDA ALGUNA EN CATALUÑA..... ¿ QUÉ PORQUÉ DECIMOS ESTO? PUES LEAN






SANOFI AVENTIS Y SU MEDICAMENTO: AGREAL/VERALIPRIDA EN ESPAÑA.


" USTEDES DELIBERADAMENTE, MANIFIESTAN TODO LO CONTRARIO DE  LO OCURRIDO EN ESPAÑA CON SU MEDICAMENTO AGREAL .... Y A TODAS LAS MUJERES DE ESPAÑA QUE AÚN TIENEN PENDIENTES DEMANDAR A SANOFI AVENTIS, YA QUE NO PRESCRIBE, ENTRE TANTO Y POR CAUSA DE ESE "VENENO", ESTEMOS MEDICÁNDONOS POR LAS SECUELAS PRODUCIDAS.

QUE NO OS PRESENTEN DEMANDA ALGUNA EN CATALUÑA..... ¿ QUÉ PORQUÉ DECIMOS ESTO? PUES LEAN:

Antoni Gelonch-Viladegut, obtuvo sus grados en Farmacia y en Derecho por la Universidad de Barcelona. Además, obtuvo otro en Dirección de Empresas en el IESE de la Universidad de Navarra. Su primer trabajo fue en un hospital como farmacéutico.  Luego había trabajado durante diez años en la Administración Pública (Secretarías de Educación y Salud) del Gobierno catalán.

Después de 1997 trabajó en el sector de la industria Farmacéutica, primero como Gerente de Relaciones Externas de MSD, en segundo lugar como Director Relaciones Institucionales en Sanofi-Synthélabo España y finalmente como Director de RSC en Sanofi-Aventis España. En la actualidad, en este momento, es un Director de Proyecto Senior de Desarrollo Sostenible a nivel de Grupo Sanofi-Aventis en París y, además, asume así como la celebración de interino el cargo de Director interino de Desarrollo Sostenible. Él es también un miembro de un gran número de consejos y juntas de la Fundación de algunas fundaciones, en las áreas de Ciencias de la Salud y Promoción de las Artes.
 
.................
 
Y CONFIRMAMOS LAS LUCHADORAS DEL AGREAL DE ESPAÑA:
 
QUE EL 22 DE SEPTIEMBRE DE 2006 DÍA EN QUE "NOS MANIFESTAMOS ANTE EL MINISTERIO DE SANIDAD EN MADRID".
 


 
 
 
DENTRO DEL MINISTERIO ESE DÍA, SE ENCONTRABAN LA ENTONCES " MINISTRA DE SANIDAD" Dª ELENA SALGADO Y ENTRE OTROS ".
 
 
ANTONI GELONCH VILADEGUT.




martes, 22 de enero de 2013

Tratamiento de los efectos adversos de la apomorfina en infusión: nódulos subcutáneos y complicaciones neuropsiquiátricas

Tratamiento de los efectos adversos de la apomorfina en infusión: nódulos subcutáneos y complicaciones neuropsiquiátricas 

Verónica Giménez de Béjar, Manuel Carballo-Cordero

Resumen.


Los nódulos subcutáneos y las complicaciones neuropsiquiátricas son los efectos adversos más relevantes durante el tratamiento con apomorfina en infusión. Los nódulos subcutáneos aparecen casi en la totalidad de los pacientes, y es imprescindible la correcta información y entrenamiento del paciente y su cuidador para minimizar su repercusión en el tratamiento. Las complicaciones neuropsiquiátricas, aunque no son más frecuentes que con otras terapias dopaminérgicas, se relacionan con una mayor dificultad de tratamiento y el empeoramiento de la calidad de vida del paciente.

Palabras clave. Apomorfina. Apomorfina en infusión continua. Complicaciones neuropsiquiátricas. Nódulos. Tratamiento



Introducción

Los efectos adversos más relevantes de la terapia en infusión continua con apomorfina subcutánea son la aparición de nódulos subcutáneos y el desarrollo de alteraciones neuropsiquiátricas. En el caso de los nódulos subcutáneos por su elevada frecuencia, que según las series aparece entre un 70% [1] y un 92% [2-6], llegando a presentarse como complicación grave hasta en un 8% en forma de ulceraciones [3]. Sin embargo, no suele ser, por lo general, la causa del abandono (< 1%) [3,4]. En cuanto a las alteraciones
neuropsiquiátricas, su importancia radica no en su frecuencia, sino en la dificultad de su manejo y el empeoramiento considerable de la calidad de vida del paciente.


Nódulos subcutáneos


Las reacciones cutáneas en el lugar de la inyección han sido descritas con distintos fármacos, e incluso casos de paniculitis eosinofílica con opioides. En el caso del tratamiento con infusión continua subcutánea con apomorfina (derivado opioide con acción agonista D1-D2), se han descrito diferentes reacciones cutáneas en el lugar de la inyección, como nódulos subcutáneos, nódulos pigmentados, hipodermitis, abscesos, ulceras necróticas [7], dermatitis de contacto, hematomas o exantemas maculopapulosos [8], e incluso paniculitis eosinofílica con hipereosinofilia en sangre [9]. Las alteraciones cutáneas son generalmente precoces [8], aparecen a las 2-4 semanas del inicio del tratamiento, y suelen iniciarse como una inflamación local que asocia edema e irritación [8,10]. Se han sugerido varios mecanismos patogénicos, como el papel del EDTA contenido en la preparación [11], una reacción de hipersensibilidad tipo I [3], una reacción eosinofílica o la posibilidad de una reacción idiosincrásica [4,12], fenómenos de vasoconstricción por efecto dopaminérgico o alteraciones del sistema de coagulación [8] (estos últimos no han podido confirmarse), en relación con la dosis de apomorfina o con el tipo de piel, etc. [10].

La aparición de nódulos subcutáneos puede condicionar una absorción errática de la medicación, contribuyendo a una pérdida de su eficacia [4,13].

La duración, el tamaño, la gravedad y su aspecto varían considerablemente entre pacientes, y en pocas ocasiones se complican con una infección que requiera tratamiento antibiótico

Por todo ello, existe un consenso generalizado sobre los cuidados que se deben de llevar a cabo, y la correcta información y entrenamiento del paciente y su cuidador son imprescindibles para disminuir la probabilidad de complicaciones y asegurar una adecuada absorción del fármaco.



Recomendaciones para prevenir la aparición de nódulos [3,5,10,14]

– Higiene escrupulosa: a) lavar las manos antes de preparar la administración de la medicación;

b) preparar la bomba de infusión en una superficie limpia;

c) limpiar el área cutánea donde se va a colocar la infusión (se puede utilizar una solución alcohólica); y

d) asegurarse de que la piel está completamente seca en el momento de la

colocación.

– Selección del lugar de inyección:

a) elegir un lugar con suficiente tejido adiposo: pared anterior abdominal (generalmente unos 5 cm por debajo del ombligo), cara anterior de los muslos y cara lateral de brazos;

b) rotar el lugar de colocación: se puede ir anotando dichos lugares para no repetir

hasta pasados varios días; y

c) en caso de necesidad, se puede ampliar a zonas menos comunes,

como la fosa ilíaca.

– Colocación y tipos de aguja: a) utilizar las palomillas de calibre 25 G;

b) introducir la aguja a unos 45° (a más grados se puede introducir en el músculo y a menos grados puede quedar intradérmica y no subcutánea);

c) es recomendable curvar el tubo y fijarlo con un apósito para evitar que se descoloque; d) se debe recolocar si durante la infusión aparece enrojecimiento, inflamación

o dolor; y e) debe haber un correcto recambio de las palomillas, evitando su reutilización.

– Colocación del apósito: Tegaderm (3 M) ®, que previene las infecciones bacterianas. La piel debe estar bien seca.

– Masaje suave: 3-5 minutos antes y después de la colocación de la infusión en el área de inyección.

– Colocación de parches de silicona: Mepilex ® o Mepiform ® en el lugar donde estuvo la palomilla.

Debe mantenerse unos 20 días y, en caso de que se caiga, hay que colocar otro. Previamente a la colocación del parche, se recomienda dar un masaje profundo y prolongado con Trombocid Forte pomada ® o Thiomucase C crema ®.



Recomendaciones una vez que los nódulos han aparecido [4,10,13]

– Masaje suave 3-5 minutos antes y después de la colocación de la infusión en el área de inyección.

– Administración de hielo local.

– Masaje profundo en el lugar del nódulo.

– Aplicación de cremas antiinflamatorias o con aceite de té.

– Colocación de parches de silicona: desde el inicio del tratamiento, en la zona donde estuvo colocada la palomilla.

– En caso de aparición de un hematoma en el área de punción, utilización de una heparina tópica. Si se repiten en sucesivas punciones, utilización de una palomilla de menor grosor.

– Aplicación de tratamiento esteroideo local o sistémico.

– Administración de ultrasonidos antes de que los nódulos se extiendan. Se utiliza una sonda de 3 MHz-0,5 W/cm2 continuo, durante cinco minutos, en un área de 4 cm2, produciendo una presión ligera pero continua y moviendo el aplicador en un área de 16 cm2. Se administran dos veces por semana durante cuatro semanas. El 80% de los pacientes que recibieron este tratamiento mejoró.

– La generalización de los nódulos subcutáneos puede dar lugar a una paniculitis o complicarse con una celulitis infecciosa, por lo que puede necesitarse tratamiento hospitalario y ser necesaria la suspensión del tratamiento.



Gravedad de los nódulos

Según la gravedad, los nódulos se pueden clasificar en [10]:

– Leves: pocas o no visibles marcas cutáneas, nódulos de menos de 1 cm de diámetro, menos de tres nódulos palpables en el área de infusión, área endurecida palpable de forma difusa.

– Moderados: moderadas marcas cutáneas (cicatriz o alteración de la coloración), más de tres nódulos palpables en el área de infusión, algunos nódulos mayores de 1 cm de diámetro, áreas endurecidas y confluentes.

– Graves: marcas cutáneas abundantes (alteración de la coloración, hematomas, rotura de la piel, cicatrices, evidencia de necrosis), nódulos palpables abundantes, áreas de piel endurecidas de forma generalizada, nódulos fácilmente agravados o que persisten durante un tiempo indeterminado.



Complicaciones neuropsiquiátricas

Las alteraciones neuropsiquiátricas en la enfermedad en estadios avanzados de la enfermedad y se relacionan con alteraciones de la conducta, deterioro cognitivo y aumento de la mortalidad [15]. Su prevalencia se ha estimado en un 61% [5]. Suponen la complicación relativamente más temida en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, y especialmente en el tratamiento con agonistas dopaminérgicos, por las limitaciones que implican en el manejo de estos pacientes [16]. Las bases fisiopatológicas son inciertas y se cree que implican a sistemas dopaminérgicos y no dopaminérgicos [5].

En el caso del uso de apomorfina en infusión continua, su importancia no es tanto por su frecuencia, que no resulta distinta a la que aparece con las terapias convencionales [5,14], sino por el empeoramiento de la calidad de vida, siendo una posible causa de suspensión del tratamiento. Aunque se ha sugerido que la apomorfina en infusión continua puede empeorar la existencia de alucinaciones visuales, el deterioro cognitivo previo o inducir el desarrollo de alteraciones psiquiátricas, existen datos controvertidos en este sentido que demuestran que en algunos casos puede mejorar las alucinaciones visuales [16,17], no produce empeoramiento del deterioro cognitivo existente, puede mejorar las escalas de depresión [15,18-20] o no produce alteraciones neuropsiquiátricas [3,4, 18]. La explicación de esta situación es desconocida, y se cree que puede deberse a diferentes razones, como que el tratamiento en infusión continua permite disminuir la cantidad de fármacos dopaminérgicos por vía oral [16,21], disminuye los periodos off, o bien puede tener una acción psicotrópica o una acción en diferentes receptores dopaminérgicos [21].

En cuanto a los síntomas neuropsiquiátricos, existen diferencias entre los estudios en su recogida, no siendo homogéneos. En general, la mayoría de los autores coincide en el desarrollo de sedación, alucinaciones, confusión, psicosis e hipersexualidad [3-6,18]

El tratamiento de estas complicaciones es complejo y no siempre satisfactorio [16], con gran repercusión en la calidad de vida del paciente y su entorno.



Situaciones que aumentan la probabilidad de aparición de complicaciones neuropsiquiátricas



Aunque ninguna de las siguientes circunstancias es una contraindicación absoluta, deben considerarse con cautela [1,6,14]:

– Mayor edad (pacientes muy mayores).

– Estadio avanzado de la enfermedad.

– Existencia de un deterioro cognitivo previo.

– Desarrollo de complicaciones neuropsiquiátricas con otros fármacos dopaminérgicos.



Manifestaciones clínicas consideradascomo las complicaciones neuropsiquiátricas más frecuentes


De mayor a menor frecuencia, son [3,5,6,22]:

– Sedación: 7% [5], 23% [3], 31% [4].

– Alteración del sueño: 9% [3].

– Alucinaciones: 12% leves, 6% moderadas, 0% graves [6]; 8% [3], 7% [5].

– Confusión: 10% leves, 6% moderadas, 1% graves [6]; 3% [3], 2% [5].

– Agitación: 4% [3], 2% [5].

– Psicosis: 3% [3], 5% [5].

– Hipersexualidad: 6% leve, 1% moderada, 1% grave [6]; 2% [3], 3% [5].

– Cambios en el estado del ánimo (labilidad emocional): < 0,5% [6], 1% [5].

– Otras: euforia, < 0,5% [3], 1% [5]; delirios, < 0,5% [3], 1% [5]; pesadillas, < 0,5% [3], 1% [5]; no definidas, 7% [3], 9% [5].



Tratamiento de las complicaciones neuropsiquiátricas

– Aunque en la práctica habitual no se suelen asociar varios agonistas, en el caso de haberlo precisado se recomienda la reducción de la dosis o la suspensión de alguno de ellos, intentando limitar a uno o máximo dos, siempre que sea posible

desde un punto de vista motor.

– Uso de neurolépticos en el caso de no conseguir una función motora aceptable tras la reducción del tratamiento dopaminérgico: clozapina [3,5, 21,23] o quetiapina (uso generalizado por el bajo riesgo de efectos adversos; aunque poco estudiado, se ha demostrado su utilidad en el tratamiento de conductas estereotipadas en la enfermedad de Parkinson [24]).

– Administración de anticolinesterásicos: algunos proponen que se deben iniciar previamente [15], sobre todo en el caso de existir deterioro cognitivo previo. En este sentido, los estudios dirigidos a conocer el mecanismo de desarrollo de la demencia en la enfermedad de Parkinson sugieren que la implicación del sistema colinérgico es mayor que la del déficit dopaminérgico, aunque éste contribuya junto con otros neurotransmisores, como la noradrenalina o la serotonina [25].

Además, en pacientes con demencia en la enfermedad de Parkinson, se ha comprobado que los anticolinesterásicos (rivastigmina, donepezilo) mejoran los trastornos cognitivos [26-28].


Conclusiones

La formación de nódulos subcutáneos es inherente al tratamiento con apomorfina en infusión continua.

Una higiene escrupulosa, la rotación de los puntos de punción, el masaje de la zona de inyección, el uso de parches de silicona y el tratamiento con ultrasonidos en caso de induración o extensión de los nódulos son medidas eficaces para evitar las complicaciones.

Las complicaciones neuropsiquiátricas no son más frecuentes en el tratamiento con apomorfina en infusión continua que en otros tratamientos dopaminérgicos, pero pueden condicionar la retirada del tratamiento. Éste es complejo, y algunas de las complicaciones pueden ser potencialmente graves, por lo que se debería de tener en cuenta su presencia en los antecedentes personales de los pacientes antes de iniciar el tratamiento.



Bibliografía

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2. Katzenschlager R, Hughes A, Evans A, Manson AJ, Hoffman M, Swinn L, et al. Continuous subcutaneous apomorphine therapy improves dyskinesias in Parkinson’s disease: a prospective study using single-dose challenges. Mov Disord 2005; 20: 151-7.

3. Deleu D, Hanssens Y, Northway MG. Subcutaneous apomorphine: an evidence-based review of its use in Parkinson’s disease. Drugs Aging 2004; 21: 687-709.

4. Manson AJ, Turner K, Lees AJ. Apomorphine monotherapy in the treatment of refractory motor complications of Parkinson’s disease: long-term follow-up study of 64 patients. Mov Disord 2002; 17: 1235-41.

5. Hagell P, Odin P. Apomorphine in the treatment of Parkinson’s disease. J Neurosci Nurs 2001; 33: 21-34, 37-8.

6. García-Ruiz PJ, Sesar-Ignacio A, Ares-Pensado B, Castro- García A, Alonso-Frech F, Álvarez-López M, et al. Efficacy of long-term continuous subcutaneous apomorphine infusion in advanced Parkinson’s disease with motor fluctuations: a multicenter study. Mov Disord 2008; 23: 1130-6.

7. Ganesalingam J, Bain P. Apomorphine-induced necrotic ulcers. Mov Disord 2011; 26: 2182.
8. Dadban A, Bessis D, Luong MS, Portet F, Guillot B. Cutaneous necrosis at apomorphine injection points. Ann Dermatol Venereol 2010; 137: 730-5.

9. Pot C, Oppliger R, Castillo V, Coeytaux A, Hauser C, Burkhard PR. Apomorphine-induced eosinophilic panniculitis and hypereosinophilia in Parkinson disease. Neurology 2005; 64: 392-3.

10. Todd A, James CA. Apomorphine nodules in Parkinson’s disease: best practice considerations. Br J Community Nurs 2008; 13: 457-63.

11. Van Laar T, Van Hilten B, Neef C, Rutgers AW, Pavel S, Bruijn JA. The role of EDTA in provoking allergic reactions to subcutaneous infusion of apomorphine in patients with Parkinson’s disease: a histologic study. Mov Disord 1998; 13: 52-5.

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26. Giladi N, Shabtai H, Benbunan B, Gurevich T, Anca M, Sidis S, et al. The effect of treatment with rivastigmin (Exelon) on cognitive functions of patients with dementia and Parkinson’s disease. Neurology 2001; 56 (Suppl 3): S128.

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MAMEN



Paciente candidato a tratamiento con apomorfina en infusión continua.

Paciente candidato a tratamiento con apomorfina en infusión continua.

María José Martí, Jaume Kulisevsky

Resumen.


La apomorfina en infusión subcutánea ha demostrado ser eficaz para reducir las fluctuaciones motoras y, en menor grado, las discinesias inducidas por levodopa en pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) avanzada. Basándose en los datos existentes en la bibliografía, en el siguiente artículo se revisan las características clínicas que deben presentar los pacientes con EP para ser candidatos a esta terapia. En general, una gran mayoría de los pacientes con EP avanzada puede beneficiarse de esta terapia, y la experiencia de los autores indica que debería considerarse tan pronto como la terapia farmacológica convencional no logre reducir de forma significativa el número diario de horas off.

Palabras clave.


Apomorfina. Discinesias. Enfermedad de Parkinson avanzada. Fluctuaciones motoras. Tratamiento.



Introducción

La infusión continua de apomorfina ha demostrado su eficacia en gran cantidad de estudios retrospectivos y abiertos prospectivos, tanto en monoterapia como en terapia concomitante con levodopa, y en más de 400 pacientes [1-20].

Los pacientes incluidos en estos estudios fueron pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) idiopática [1,3,7,15], buena respuesta a levodopa [4], fluctuaciones motoras moderadas/graves [1-20] o discinesias [2-4,6,8,10,11,15,17-20] a pesar del tratamiento estándar optimizado.

Las fluctuaciones motoras más frecuentes que presentaban los pacientes de estos estudios fueron wearing off [2,15,17] y episodios on-off [1-3,5]. En varios estudios, los episodios on-off se describieron como frecuentes [10], graves [2,13,17,20] o impredecibles [4,17].

La descripción de las discinesias de los pacientes incluidos en estos estudios ha sido variable: inducidas por levodopa [4,6,8], de pico de dosis [10], bifásicas[2,10], discinesias en on [3,18] y en off [10], y en algunos casos se describieron como graves e incapacitantes[4,11].

Entre los intentos por controlar estas complicaciones motoras antes de instaurar el tratamiento con apomorfina en infusión se incluyeron: incremento de dosis de levodopa, uso concomitante de agonistas dopaminérgicos por vía oral, agonistas ergóticos como bromocriptina, pergolida, selegilina, levodopa de liberación prolongada y restricción proteica de la dieta [1,3,9].

También se incluyeron en estos estudios pacientes con distonía grave del pie en estado off [3,15], pacientes con alucinaciones previas [5,20], confusión debida a la medicación oral previa [5], deterioro cognitivo previo [20], pacientes no candidatos a cirugía, pacientes que no habían mejorado con la cirugía o pacientes atendidos en centros sin disponibilidad de cirugía de EP [20].


Características de los pacientes incluidos en los estudios.
Edad

La edad media de los pacientes en estos estudios [1-19] está en torno a los 60 años (51-65 años), con pacientes tratados de hasta 85 años. Aunque la apomorfina en infusión es un tratamiento que no tiene un claro límite de edad para su inicio, debe actuarse con precaución en pacientes de edad avanzada.



Duración de la enfermedad, estadio de Hoehn y Yahr y tiempo off diario

En los estudios publicados, el tratamiento se inició en pacientes con una duración media de la enfermedad de 14 años. Sin embargo, hubo una gran variabilidad, destacando casos en los que se inició a los 19 años y otros a los 10 años desde el diagnóstico de la enfermedad.

Por otro lado, estos pacientes tenían un estadio de Hoehn y Yahr medio de 4, intervalo 3-5, habiéndose iniciado muy probablemente el tratamiento demasiado tarde en aquellos pacientes con estadio de Hoehn y Yahr de 5.

Si nos fijamos en las horas off y el porcentaje del período de vigilia en off del paciente, también vemos una gran variabilidad: desde pacientes con 9 y 10 horas off [1,3,5] o alrededor del 50% del período de vigilia en off [8,10,13,21], hasta pacientes con 3 horas off [19].


Discinesias

En esta serie de estudios, vemos también que la mejoría de las discinesias fue variable. Sin embargo, si nos fijamos en los estudios en los que la mejoría fue

mayor, encontramos que en todos ellos o se consiguió o se buscó lo que en estos estudios se denomina monoterapia con apomorfina (infusión de apomorfina sin medicación concomitante y una dosis de levodopa o bolo de apomorfina por la mañana y dosis de levodopa por la noche) [4,11] o con mínima cantidad de levodopa diaria [6,12,16]. En los demás estudios [2,13] y en el estudio español [20], la reducción de las discinesias fue menor, debido, probablemente,m a que en los tres casos se mantuvo medicación antiparkinsoniana oral concomitante.

Por otro lado, también destaca en este sentido el estudio de Manson et al [11] en el que se comparó la reducción de las discinesias entre los pacientes en monoterapia (infusión de apomorfina sin medicación concomitante y una dosis de levodopa o bolo de apomorfina por la mañana y dosis de levodopa por la noche) con los de politerapia, siendo la diferencia muy significativa a favor de los pacientes en monoterapia (reducción del 60 frente al 30%; p < 0,005). Además, en este estudio se reflejó la necesidad de intentar conseguir la monoterapia en aquellos pacientes en los que el problema principal son las discinesias, siendo de menor importancia reducir el resto de la medicación cuando el problema principal son las fluctuaciones motoras. Esto está en consonancia con el estudio retrospectivo español [20], donde la reducción del tiempo off fue cercana al 80%, mientras que la mejoría en las discinesias fue menor.

Si nos fijamos en el tipo de discinesias, el estudio de Kanovsky et al [10] incluyó pacientes con todo tipo de discinesias inducidas por levodopa: discinesias de pico de dosis, discinesias de fin de dosis, discinesias bifásicas y discinesias durante el período off. En este estudio se combinó la apomorfina en infusión subcutánea con levodopa, produciéndose una mejoría de todos los tipos de discinesia, mejoría que se mantuvo los 24 meses del estudio.



Problemas neuropsiquiátricos

Estos problemas son muy frecuentes en la población de pacientes con EP avanzada; un tercio de ellos tiene alucinaciones, siendo limitadas las opciones terapéuticas [22], lo que hace, además, que sean pacientes con peor pronóstico.

Aunque la apomorfina es un agonista dopaminérgico, y como tal puede producir este tipo de problemas neuropsiquiátricos (sedación, confusión, alucinaciones visuales y psicosis), parece que la incidencia de estos problemas es menor en comparación con el resto de agonistas dopaminérgicos orales [23], siendo la frecuencia de estos efectos adversos en general baja [1,3,10,23,24]. Además, hay que tener en cuenta que la apomorfina, antes de que se utilizara para el tratamiento de la EP avanzada, se usó en el tratamiento de una variedad de trastornos neuropsiquiátricos, como insomnio, neurosis con ataques de pánico, manía, depresión, alcoholismo e ncluso esquizofrenia [23].


Pacientes con alucinaciones

En la bibliografía podemos encontrar varios estudios en los que se instauró el tratamiento con apomorfina en infusión en pacientes con alucinaciones previas [12,22,25-27], incluido el estudio realizado en nuestro país [20], alucinaciones probablemente debidas al exceso de medicación antiparkinsoniana oral previa.

En el estudio de Chaudhuri et al [12], que incluía pacientes con alucinaciones previas, no hubo ningún tipo de reacción adversa psiquiátrica. En el estudio de Ellis et al [26], se observó una mejoría de las alucinaciones previas inducidas por la medicación oral cuando se inició tratamiento con apomorfina en infusión. Hay que destacar que, en algunos de los pacientes, estas alucinaciones se calificaron como complejas. Además, en el estudio de Sharma et al [27], se vio una reducción de la frecuencia de las alucinaciones con apomorfina en infusión del 34 al 15%.

Cabe destacar el estudio más reciente de van Laar et al [22], en el que se incluyeron de forma prospectiva 10 pacientes con fluctuaciones imprevisibles y alucinaciones graves (al menos tres veces a la semana) a pesar del uso de antipsicóticos e inhibidores de la colinesterasa en 7 de los 10 pacientes.

El objetivo del estudio fue mejorar las fluctuaciones sin empeorar las alucinaciones o el estado cognitivo del paciente. Tras el estudio se observó una mejoría de las alucinaciones y del estrés del cuidador. Esto se debió, probablemente, a la supresión de otros agonistas orales, a que la apomorfina produce menos alucinaciones que los agonistas orales o a sus posibles propiedades antipsicóticas, debidas a su estructura similar a este tipo de fármacos.

Por último, hay que referirse al estudio realizado en nuestro país [20], donde 22 de los 82 pacientes presentaron alucinaciones antes del tratamiento (13 leves, 8 moderadas y 1 grave), pasando a ser 10 leves, 5 moderadas y ninguna grave, sin diferencia significativa respecto al inicio del tratamiento.


Pacientes con psicosis

También en la bibliografía podemos encontrar varios estudios en los que se inició el tratamiento con apomorfina en pacientes con psicosis previa [5,11,26].

En el estudio de Stibe et al [5] no hubo ningún caso de psicosis con el tratamiento con apomorfina en infusión en el que se incluyeron tres pacientes con reacciones psicóticas previas con levodopa. Manson et al [11] refieren que los síntomas neuropsiquiátricos mejoraron incluyendo pacientes con historial de psicosis. Por último, en el estudio de Ellis et al [26] hubo un caso con psicosis previa que mejoró con el tratamiento con apomorfina en infusión.


Pacientes con trastorno cognitivo

Los pacientes con trastorno cognitivo son tambiéndifíciles de manejar y la bibliografía no es muy extensa en este contexto. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el estudio retrospectivo español [20] recoge que 27 de los 82 pacientes tuvieron trastorno cognitivo previo al tratamiento con apomorfina en infusión: 19 leve, 7 moderado y 1 grave. Tras el tratamiento, hubo un empeoramiento que no fue estadísticamente significativo y que puede atribuirse al progreso de la enfermedad y, además, solamente se dieron 8 casos de confusión leve, 5 moderada y 1 grave.

Hay varias experiencias publicadas, algunas a largo plazo, en las que no se observó ningún cambio cognitivo (escala del Minimental State Examination) a los seis meses y al año [19,28], a los dos años [16], y tras un seguimiento de 40 meses de media [29] con apomorfina en infusión continua.


Pacientes con depresión

El porcentaje de pacientes que tienen depresión junto con la EP es bastante elevado, y también es un síntoma con peor pronóstico. Por eso hay que considerar la poca evidencia disponible en este contexto.

En el estudio de Manson et al [11], se hace referencia a una mejoría de los trastornos neuropsiquiátricos y, en especial, de los síntomas depresivos.

Por otro lado, Morgante et al [16] observaron una mejoría del estado de ánimo al año y a los dos años de seguimiento, debido, probablemente, a que la apomorfina puede inducir un estado de euforia.

Recientemente, se ha observado en un estudio abierto y multicéntrico que una estimulación dopaminérgica potente como la que se obtiene con la apomorfina en infusión puede producir una mejoría no motora, particularmente en el estado de ánimo y en la depresión [30].

Los pacientes con enfermedad renal, pulmonar o cardiovascular, con tendencia a las náuseas y los vómitos, de edad avanzada, con hipotensión ortostática previa y con problemas neuropsiquiátricos podrían ser tratados con apomorfina en infusión subcutánea, aunque se recomienda precaución a la hora de iniciar el tratamiento [31].


Pacientes candidatos a las diferentes terapias de EP avanzada

Aunque hay pacientes que potencialmente son candidatos a las tres terapias existentes para EP avanzada.

–estimulación cerebral profunda (ECP), infusión intraduodenal de levodopa o apomorfina subcutánea en infusión continua–, y aunque las tres terapias tienen el mismo grado de recomendación [32], la apomorfina en infusión es una terapia menos invasiva, completamente reversible [33], más fácil de instaurar [34], con menores efectos adversos y de menor gravedad, y menores complicaciones técnicas [20,32,35-37]. Además, el coste de instaurar el tratamiento con apomorfina en infusión es menor en comparación con la ECP [38], y es la infusión continua de menor coste [39]. Por estos motivos, en esta situación parece suficientemente justificado considerar la apomorfina en infusión como primera alternativa terapéutica, práctica que se lleva a cabo en el Reino Unido.

Por otro lado, hay menos pacientes candidatos a ECP debido a la mayor cantidad de requisitos que tienen que cumplir, y hay potencialmente más pacientes candidatos a apomorfina en infusión que a ECP [18]. Un paciente no candidato a ECP podría ser candidato a cualquiera de los dos sistemas de infusión. Además, algunos autores recomiendan que la infusión continua de levodopa se utilice tras métodos más convencionales [40,41]. En alguna publicación [42] se considera que la evidencia científica de apomorfina en infusión en pacientes con discinesias es limitada. Sin embargo, si tenemos en cuenta sólo los datos de los estudios considerados anteriormente –aunque las series son limitadas y su objetivo principal no era medir las discinesias–, con algunas excepciones [29], en muchos de ellos la mejoría fue comparable a la observadam con la ECP [11,17,18]. Esta limitación en la confirmación de la mejoría de las discinesias puede considerarse equivalente a la que se plantea en los estudios analizados con la infusión intraduodenal de levodopa [32].

En los pacientes con demencia, estarían contraindicadas las tres terapias, y aquellos con psicosis previa podrían ser candidatos a cualquiera de los dos sistemas de infusión, pero con especial precaución, ya que la evidencia es limitada [5,11,26,35].

Por lo tanto, podemos concluir que pueden ser pacientes candidatos a apomorfina en infusión aquellos con EP confirmada y buena respuesta a la levodopa, con fluctuaciones motoras moderadas/graves o discinesias a pesar del tratamiento convencional, que tengan una edad en torno a 60 años y un estadio de Hoehn y Yahr entre 3 y 4 y, preferiblemente, sin problemas neuropsiquiátricos.

Sin embargo, y aunque hay poca evidencia al respecto, los pacientes con alucinaciones previas debido a la medicación convencional, con historial de psicosis o con trastorno cognitivo pueden ser candidatos a la infusión continua de apomorfina, como se ha publicado en diversos estudios [5,11,12,20,22,25-27]. En estos pacientes habría que realizar un mayor seguimiento, debido a la posibilidad de que estos problemas pudieran agravarse. Los pacientes con depresión podrían ser mejores candidatos a la infusión continua de apomorfina, ya que la ECP está contraindicada en estos pacientes [32], y con la infusión continua de levodopa deberían monitorizarse ante posibles cambios mentales o depresión con tendencias suicidas [40].

De esta forma, en pacientes candidatos, no parece lógico posponer el considerar la alternativa de apomorfina en infusión frente a otras terapias para el tratamiento de la EP avanzada. Además, a aquellos pacientes en lista de espera para ECP, en algunos casos de larga duración, se les puede ofrecer la apomorfina en infusión como tratamiento previo, y también posteriormente a la ECP si el tratamiento no ha sido eficaz o se ha tenido que abandonar.

Por último, se ha publicado recientemente [43] que el 52% de los pacientes o sus cuidadores pensaron que se podían haber beneficiado de la apomorfina en un estadio anterior de su enfermedad, lo que parece confirmar que la apomorfina en infusión se está iniciando tarde y debería considerarse en el momento en que el paciente cumpla las condiciones descritas anteriormente, antes de que la aparición de otras comorbilidades limite el beneficio que puede obtenerse de este tratamiento y para mejorar la calidad de vida del paciente. La apomorfina en infusión continua está infrautilizada [27] y debería considerarse en aquellos pacientes que, cumpliendocriterios de inclusión para esta técnica, no tuvieran sus síntomas controlados con la medicación convencional [23].

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