domingo 5 de abril de 2009
La terapia transdérmica es cada vez más habitual, con o sin justificación. Tenemos nitritos, anticonceptivos, hormonas sustitutivas, nicotina, para la enfermedad de Alzheimer, etc, hasta "reductores de la grasa corporal localizada" en la parafarmacia.
Los sistemas de liberación sostenida y progresiva necesitan, en algunos casos, de metales como el aluminio que pueden sufrir un gran calentamiento cuando son sometidos a campos electromagnéticos. Por ello, los pacientes que usen parches transdérmicos deben conocer su contenido en metal, y ser retirados si van a ser sometidos a una prueba de imagen que produzca calentamiento como una Resonancia Nuclear Magnética.
La FDA ha efectuado una recomendación en este sentido.
Una revisión de los parches podemos encontrarla en el CedimCAT (Centro de Información de Medicamentos de Cataluña).
Los sistemas de liberación sostenida y progresiva necesitan, en algunos casos, de metales como el aluminio que pueden sufrir un gran calentamiento cuando son sometidos a campos electromagnéticos. Por ello, los pacientes que usen parches transdérmicos deben conocer su contenido en metal, y ser retirados si van a ser sometidos a una prueba de imagen que produzca calentamiento como una Resonancia Nuclear Magnética.
La FDA ha efectuado una recomendación en este sentido.
Una revisión de los parches podemos encontrarla en el CedimCAT (Centro de Información de Medicamentos de Cataluña).