Amigas tengo 88 años: he parido a 9 hembras y un varón todos han nacido en mi casa con la ayuda de una comadrona.
No he tomado nunca un medicamento y hasta hoy ‘toco cabeza’ ni mis hijos ya bastantes mayores, ni mis nietos, tampoco han tomado esas químicas de medicamentos, ni mis hijos ni nietos están vacunados contra nada. Siempre recurrimos a los remedios casaros a los que me enseñaron a mí tanto mi madre como mis abuelas.
Con esto no quiero inducir a que nadie tome sus medicamentos, todo lo contrario, muchisimos medicamentos son necesarios para diversas enfermedades.
Y van a saber el por qué:
Fui funcionaria del Ministerio de Sanidad muchos años, no precisamente del departamento donde se aprobaban los medicamentos en España, en mi época como funcionaria y al principio, todo se encontraba en un mismo espacio y de todo nos enterábamos aunque fueran otros los que pusieran la firma para la salida al mercado de los medicamentos.
Todos los medicamentos que les ofrecían las farmacéuticas eran buenos, sí que eran buenos, solo con un gruño de ojos, y firma que te estampo. Sobre la farmacovígilancia, sabe mucho Mariano Madurgan y otros muchos mas.
Muchísimas veces presencie que se les entregaban unos sobres a varias personas, ignorante yo, pensaba que eran documentos de esos medicamentos que una vez firmados, salían a la venta.
Hace muy poco tiempo y por casualidad, me encuentro con un compañero funcionario del mismo departamento en que estábamos destinados, aunque a él le tocó otras funciones mas; qué alegría nos dio encontrarnos, hablamos poco en ese encuentro pero le invité a él y su familia a mi casa. En este segundo, habrá más encuentros, hablamos largo y tendido sobre nuestros diferentes cometidos por el Ministerio de Sanidad y vicisitudes que presenciamos.
Conversamos sobre muchos temas y muchas personas prepotentes con las que nos tocó trabajar, hablamos sobre medicamentos de nuestra época que salieron al mercado entonces y que tanto daño produjo a muchas personas que luego fueron retirados, no sin el descontento de esos que zamparon la firma para su venta o de otros medicamentos que retiraban y que eran buenos para la salud pero que imperaban otros intereses.
Salió en nuestra conversación el medicamento Agreal, sobre todo a este compañero le tocó muchas cosas y retraídas sobre este medicamento, presenció cómo desde otras autonomías, llegaban las comunicaciones adversas del Agreal y cómo a los que les correspondían su cometido de hacer algo, no lo hacían. Llamadas de estos responsables a los laboratorios, llegó a escuchar muchas cosas y hasta dónde quedaban para comer.
Como bien comentan ustedes, todo se fraguó en la era del presidente socialista de Felipe González pero ya antes se estaba fraguando este asunto ya que en España el Laboratorio Delagrange tenía a un buen colocador de sus medicamentos.
Este amigo compañero, aún tiene en activo a muchos compañeros dentro de diferentes departamentos del Ministerio. Se pueden ustedes imaginar las conversaciones de Elena Salgado, Teresa Pagés y otros que tuvieron en 2004 con los de Sanofi, antes de producirse la comunicación de la retirada del Agreal todo debía de atarse muy bien, sabían que eran culpables pero había que hacerlo de tal forma de que la repercución de los daños causados, no repercutieran sobre este Ministerio y tambien por lo cual estudiaron la forma (todo unido a Sanofi) de que tampoco se perjudicara a los laboratorios, conocedores ya de que se había interpuesto denuncias, hicieron pública en Febrero de 2007 la ya mencionada por ustedes, nota informativa sobre el Agreal.
Lamento mucho lo que les han ocasionado a vuestra salud y como ustedes muy bien dicen: ellos lo saben.
Funcionaria Anónima.
PD: Los gobernantes Populares de ahora y de la época de José María Aznar, también son conocedores de todo lo relacionado con el Agreal.