Los cuatro casos incluidos en la querella han sido diagnosticados en La Arrixaca, el hospital que centraliza la atención a estos pacientes en España.
Las familias de cuatro niños que nacieron con malformaciones y trastornos vinculados presuntamente al consumo de ácido valproico durante el embarazo han presentado una demanda contra Sanofi, la farmacéutica que durante décadas ha distribuido el fármaco (de nombre comercial Depakine) en Europa. Piden cinco millones en compensación por los efectos secundarios del medicamento, y denuncian que no se hizo lo suficiente para informar correctamente de los riesgos tanto a los médicos que lo prescribieron como a las propias pacientes. Los cuatro afectados son de Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca, pero todos han sido diagnosticados de síndrome fetal por valproato en la Unidad de Salud Medioambiental de La Arrixaca, el único hospital de España que hasta la fecha está llevando a cabo este proceso de diagnóstico, fundamental para poder reclamar indemnizaciones.
La Asociación de Víctimas por Ácido Valproico (Avisav), de reciente creación, informó ayer de la interposición de la demanda en un juzgado de primera instancia de Madrid. Aunque por ahora son cuatro las familias incorporadas a la querella, hay ya 17 personas diagnosticadas en España, todas ellas en La Arrixaca, según los datos facilitados por Avisav. Otros 60 pacientes están esperando la derivación desde sus comunidades autónomas a Murcia. Avisav denuncia las trabas y el desinterés del Ministerio de Sanidad.
El Depakine es un antiepiléptico, indicado también para el trastorno bipolar, que se introdujo en el mercado en los años 70. Desde 1980, diferentes estudios fueron confirmando que este fármaco disparaba el riesgo de trastornos en el neurodesarrollo y de malformaciones en el feto. En 2014, la Agencia Española del Medicamento (Aemps) emitió una alerta y recomendó a los médicos que restringieran lo máximo posible la prescripción de este fármaco a mujeres en edad fértil. Cuatro años después, la Aemps tuvo que volver a advertir de los efectos secundarios del Depakine tras constatar que «las medidas adoptadas no fueron suficientemente efectivas». A principios de 2018 había en la Región de Murcia 451 mujeres de entre 16 y 50 años tomando Depakine pese a las sucesivas alertas.
«Me dijeron que siguiera»
Uno de los pacientes atendidos en La Arrixaca es David, el hijo de Cati Gallardo, quien hace ahora un año contaba su caso a 'La Verdad'. En 2002, Gallardo siguió tomando Depakine tras informar a su neurólogo de su decisión de quedarse embarazada. «Me dijo que siguiera con el fármaco, que no pasaba nada», denunciaba la madre hace un año en este periódico. Tras el parto, su hijo empezó a mostrar problemas de motricidad, retraso en el lenguaje, síntomas de autismo y unos rasgos faciales característicos de los afectados por el ácido valproico. Hoy, tanto Cati Gallardo como las otras tres familias que han presentado la demanda confían en que la Justicia reconozca que hubo fallos en la información que se les facilitó.
Sanofi, por su parte, reaccionó ayer a las declaraciones de la Avisav asegurando, en un comunicado, que la compañía «ha mostrado transparencia y colaboración con las administraciones sanitarias para actualizar la información médica destinada a médicos y pacientes». Sanofi «lleva proporcionando información sobre el riesgo de malformaciones en el feto desde comienzos de la década de los ochenta del siglo pasado», señala la farmacéutica.
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NOSOTRAS LAS AFECTADAS POR EL MEDICAMENTO: AGREAL EN ESPAÑA.
DECIMOS:
" MALO MUY MALO" QUE SANOFI Y LA "AGENCIA ESPAÑOLA DEL MEDICAMENTO" SE UNAN.
POR EXPERIENCIA PROPIA, ESTOS LABORATORIOS, HASTA A EL DIABLO "COMPRAN AQUÍ EN ESPAÑA".
¡¡ MUCHA SUERTE !!
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