La farmacéutica francesa Sanofi-Aventis retiró del mercado el Anzemet, un medicamento prescrito para prevenir náuseas y vómitos en casos de pacientes tratados con quimioterapia, ante los riesgos de problemas cardiacos que acarreaba, informó hoy una portavoz del grupo.
El fármaco, que se comercializaba en trece países, seguirá recetándose en ocho pero sólo para evitar náuseas y vómitos postoperatorios, precisó el portavoz.
El Anzemet fue retirado de Canadá, Alemania, Suiza, Túnez y Marruecos, mientras que seguirá utilizándose, aunque sólo en caso de postoperatorios, en Bulgaria, Brasil, México, Venezuela, Australia, Corea del Sur, Estados Unidos y Sudáfrica.
En esta segunda indicación, indicó la portavoz, la dosis recomendada es muy inferior a la de pacientes tratados con quimioterapia, por lo que los riesgos de arritmias cardiacas constatados también son más bajos.
Sanofi-Aventis decidió retirar el producto tras las conclusiones a las que llegó por sus medidas de vigilancia y como precaución, sin que ninguna autoridad nacional se lo pidiera, señaló.
Sin embargo, la autoridad sanitaria estadounidense advirtió en diciembre pasado que el producto, homologado en Europa en 1997, aumentaba los riesgos de arritmias en ocasiones mortales, por lo que recomendaba que no fuera utilizado en oncología, donde las dosis prescritas son mayores. EFE lmpg/ik
El fármaco, que se comercializaba en trece países, seguirá recetándose en ocho pero sólo para evitar náuseas y vómitos postoperatorios, precisó el portavoz.
El Anzemet fue retirado de Canadá, Alemania, Suiza, Túnez y Marruecos, mientras que seguirá utilizándose, aunque sólo en caso de postoperatorios, en Bulgaria, Brasil, México, Venezuela, Australia, Corea del Sur, Estados Unidos y Sudáfrica.
En esta segunda indicación, indicó la portavoz, la dosis recomendada es muy inferior a la de pacientes tratados con quimioterapia, por lo que los riesgos de arritmias cardiacas constatados también son más bajos.
Sanofi-Aventis decidió retirar el producto tras las conclusiones a las que llegó por sus medidas de vigilancia y como precaución, sin que ninguna autoridad nacional se lo pidiera, señaló.
Sin embargo, la autoridad sanitaria estadounidense advirtió en diciembre pasado que el producto, homologado en Europa en 1997, aumentaba los riesgos de arritmias en ocasiones mortales, por lo que recomendaba que no fuera utilizado en oncología, donde las dosis prescritas son mayores. EFE lmpg/ik
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