Cada año se producen más de 9.6 millones de reacciones adversas a medicamentos en pacientes estadounidenses de edad avanzada.
Un estudio comprobó que el 37 % de las reacciones adversas que afectan a los ancianos no se habían notificado al médico, probablemente porque los pacientes no atribuían estas reacciones a los fármacos.
Las siguientes estimaciones fueron realizadas en base a estudios de diseño adecuado realizados principalmente en EEUU.
Cada año se producen 28.000 casos de toxicidad cardíaca que ponen en riesgo la vida, por reacciones adversas a la digoxina.
Considerando además, que 40 % de los pacientes recibían este fármaco de forma
innecesaria.
Cada año 41.000 ancianos son hospitalizados y 3.300 de estos fallecen por
úlceras producidas por AINES utilizados para el tratamiento de la artritis. Cientos de jóvenes son hospitalizados por la misma causa.
Cada año, al menos 16.000 lesiones producidas por accidentes de tránsito, en los que están implicados conductores de edad avanzada, son atribuibles al uso de fármacos psicoactivos, específicamente benzodiacepinas y antidepresivos tricíclicos.
Cada año 32.000 ancianos sufren fractura de cadera atribuible a caídas inducidas por fármacos, con un resultado de más de 1500 fallecimientos. Los principales fármacos responsables fueron hipnóticos, tranquilizantes menores, antipsicóticos y antidepresivos.
Aproximadamente 163.000 ancianos en EEUU padecen trastornos mentales graves (pérdidas de memoria, demencia) producidos o potenciados por fármacos, entre ellos tranquilizantes menores, hipnóticos, antihipertensivos y antipsicóticos.
2.000.000 de ancianos estadounidenses son adictos o tienen el riesgo de convertirse en adictos a los tranquilizantes menores o hipnóticos, porque los han utilizado diariamente durante al menos un año, aun cuando no existen evidencias concluyentes de que los tranquilizantes sean efectivos cuando se utilizan durante más de 4 meses y los hipnóticos durante más de 30 días.
73.000 ancianos han desarrollado disquinesia tardía, es la reacción adversa más grave y común con los antipsicóticos y normalmente reversible. Aproximadamente el 80% de los ancianos que reciben tratamiento con antipsicóticos no padecen de esquizofrenia u otros trastornos que justifiquen el uso de fármacos tan potentes. 61.000 ancianos han desarrollado Parkinson inducido por fármacos por el uso de antipsicóticos como tioridazina, haloperidol, clorpromazina, trifuoperazina y flufenazina y por otros como metoclopramida.
EXPONIENDO ESTAS ESTADÍSTICAS "SOBRE LAS ENFERMEDADES INDUCIDAS POR FÁRMACOS" ME VIENE EL RECUERDO DE NUESTRO QUERIDO "MIGUEL JARA".
"LEAN SUS LIBROS" NO SE EQUIVOCA EN NADA.
ADEMÁS QUE LES PUEDEN "AYUDAR EN MUCHO" TODA LAS INFORMACIONES QUE NOS RELATA.
Un estudio comprobó que el 37 % de las reacciones adversas que afectan a los ancianos no se habían notificado al médico, probablemente porque los pacientes no atribuían estas reacciones a los fármacos.
Las siguientes estimaciones fueron realizadas en base a estudios de diseño adecuado realizados principalmente en EEUU.
Cada año se producen 28.000 casos de toxicidad cardíaca que ponen en riesgo la vida, por reacciones adversas a la digoxina.
Considerando además, que 40 % de los pacientes recibían este fármaco de forma
innecesaria.
Cada año 41.000 ancianos son hospitalizados y 3.300 de estos fallecen por
úlceras producidas por AINES utilizados para el tratamiento de la artritis. Cientos de jóvenes son hospitalizados por la misma causa.
Cada año, al menos 16.000 lesiones producidas por accidentes de tránsito, en los que están implicados conductores de edad avanzada, son atribuibles al uso de fármacos psicoactivos, específicamente benzodiacepinas y antidepresivos tricíclicos.
Cada año 32.000 ancianos sufren fractura de cadera atribuible a caídas inducidas por fármacos, con un resultado de más de 1500 fallecimientos. Los principales fármacos responsables fueron hipnóticos, tranquilizantes menores, antipsicóticos y antidepresivos.
Aproximadamente 163.000 ancianos en EEUU padecen trastornos mentales graves (pérdidas de memoria, demencia) producidos o potenciados por fármacos, entre ellos tranquilizantes menores, hipnóticos, antihipertensivos y antipsicóticos.
2.000.000 de ancianos estadounidenses son adictos o tienen el riesgo de convertirse en adictos a los tranquilizantes menores o hipnóticos, porque los han utilizado diariamente durante al menos un año, aun cuando no existen evidencias concluyentes de que los tranquilizantes sean efectivos cuando se utilizan durante más de 4 meses y los hipnóticos durante más de 30 días.
73.000 ancianos han desarrollado disquinesia tardía, es la reacción adversa más grave y común con los antipsicóticos y normalmente reversible. Aproximadamente el 80% de los ancianos que reciben tratamiento con antipsicóticos no padecen de esquizofrenia u otros trastornos que justifiquen el uso de fármacos tan potentes. 61.000 ancianos han desarrollado Parkinson inducido por fármacos por el uso de antipsicóticos como tioridazina, haloperidol, clorpromazina, trifuoperazina y flufenazina y por otros como metoclopramida.
EXPONIENDO ESTAS ESTADÍSTICAS "SOBRE LAS ENFERMEDADES INDUCIDAS POR FÁRMACOS" ME VIENE EL RECUERDO DE NUESTRO QUERIDO "MIGUEL JARA".
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